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EDICIÓN 105 | 2022

 

Desde la gran crisis minera de 1986, a lo largo de casi siete lustros, el valor nominal y el tonelaje de la producción minera de Bolivia se han incrementado en alrededor de 6 veces (Gráfico 1). Ese notable aumento se explica fundamentalmente por la incorporación de la producción de las minas San Cristóbal, Manquiri (San Bartolomé), San Vicente y Don Mario, todas con IED, que se forjaron al amparo del Código de Minería de 1997 y de una política de apertura y promoción de inversiones. A partir de entonces no ha habido nuevos proyectos mineros de relevancia.