Expertos señalan que Campos Maduros, pueden ser una opción viable para mitigar la crisis de hidrocarburos en el país. Reconocen que…###

LAS RESERVAS REMANENTES pueden garantizar seguridad energética en Bolivia


Expertos señalan que Campos Maduros, pueden ser una opción viable para mitigar la crisis de hidrocarburos en el país. Reconocen que YPFB todavía no pone atención a este sector, pese a que se tienen importantes reservas remanentes recuperables

 

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EDICIÓN 112 | 2022

Elizabeth Riva Álvarez

 

Los campos maduros de petróleo y gas son una opción viable para en frentar la crisis de hidrocarburosque atraviesa el país, porque permitirían mejorar la producción y reducir la creciente importación de gasolina y diésel.

 

La organización cuenta con un proyecto que sostiene la urgente necesidad de reactivar estos campos petroleros mientras se desarrollan los trabajos de exploración y explotación de nuevos pozos, para lo que se requiere más tiempo, grandes inversiones, y tienen un nivel alto de riego y posibilidad relativa de éxito.

 

En el coloquio organizado por la revista ENERGÍA Bolivia participaron cuatro miembros de la Fraternidad Petrolera Dionisio Foianini (FPDF) para exponer el documento que esperan presentar a YPFB y al Ministerio de Hidrocarburos. Los designados fueron José Escobar, Víctor Verdeja, ambos con experiencia el área de producción, Eduardo Alba, experto en perforación e Iván Rodríguez con conocimientos en actividades de downstream.

 

NUEVOS RETOS

 

El ingeniero José Escobar sostiene que la revitalización de los campos maduros plantea nuevos retos al Gobierno y al sector petrolero como la adquisición de tecnología moderna que, si bien demandan importantes inversiones, pueden dar resultados exitosos en beneficio del sector y el país a corto y mediano plazo.

 

“Si nos enfocamos en los campos maduros y marginales se puede lograr una importante producción de petróleo para reducir la importación de diésel y gasolina. Además, esto permitiría impulsar la reactivación de la economía nacional reanimando al sector petrolero y generando fuentes de empleo”, dijo Escobar al exponer el proyecto.

 

Un campo maduro es un área que muestra cantidades importantes de reservas remanentes, como resultado de su bajo factor de recuperación, en estos lugares es posible implementar procesos de extracción secundaria, terciaria o mejorada.

 

En cambio, un campo marginal es el que está próximo al límite de sus viabilidad técnica y económica por tener bajos índices de rentabilidad, altos costos de operación y requerimiento de alta tecnología para su desarrollo.

 

Hasta ahora, las operaciones en estos campos no han sido consideradas como una tarea prioritaria por el Gobierno, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ni por las operadoras petroleras que están en el país, posiblemente por los altos costos que demanda el proceso y su baja rentabilidad. Sin embargo, pueden garantizar resultados fructíferos para el país.

 

Los expertos consideran que, para promover la recuperación de los campos maduros, YPFB debe asumir como acciones inmediatas, la modificación de la Ley de Hidrocarburos y su normativa, la otorgación de incentivos y la flexibilización de la carga impositiva.

 

Además, debe revisar el precio que paga por el petróleo producido, que está muy por debajo de la media internacional lo que resta el interés en nuevas inversiones y proyectos.

 

“Rejuvenecer los campos maduros con retos técnicos, operativos y gerenciales se proyecta como una de las mejores alternativas que podrá ayudar a incorporar reservas…”

 

 

RESERVAS REMANENTES RECUPERABLES

 

De acuerdo con la información de reservas, hay un importante volumen por recuperar. La recuperación primaria solo ha alcanzado entre el 20 y 30%, de la reserva original, según la exposición.

 

“A quedado un porcentaje muy elevado de reservas remanentes que podrían ser rescatadas aplicando tecnologías adecuadas de recuperación mejorada. Pueden estar en el orden del 30 al 50% para la secundaria y del 50 al 70% para la terciaria y mejorada”, dijo Escobar al referirse al potencial que se tiene.

 

“El recuento de todos los campos marginales tiene un volumen original de 957 millones de barriles y se tuvo una producción acumulada, de todos estos campos, de 228 millones de barriles, entonces tenemos alrededor de unos 700 millones todavía por recuperar y si solo se lograra el 20% de todo esto tendríamos como 140 millones de barriles adicionales, por tanto, es importante este aspecto”, complementó.

 

Verdeja apunta que gran parte de las áreas productivas está en poder de las empresas operadoras como Repsol, Petrobras y Matpretrol y que otro tanto importante lo tienen YPFB y sus subsidiarias Andina y Chaco. “En el pasado se ha tenido alguna experiencia interesante de recuperación secundaria, uno de esos es el que Repsol realizó en el campo Surubí para inyección alterna de gas y agua, pero no sé porque no se continuó”, dijo.

 

El profesional también refirió que en Colombia, Brasil y otros países de la región ya se desarrollan este tipo de proyectos, lamentando que en Bolivia no exista el interés de ingresar en los campos maduros, como parte de una política de Gobierno.

 

ESTUDIOS Y CONCLUSIONES

 

Los ingenieros de la Fraternidad “Foianini” sostienen que es necesario que YPFB contrate una empresa especialista en estudios y análisis para realizar las proyecciones de cada uno de los campos maduros y su potencial, y establecer por esta vía la tecnología que se requiere, el tiempo y costo que demandará su explotación.

 

“Del volumen determinado total de reservas que se tenía, se ha recuperado entre el 20 y 30% solamente, porque ese fue su factor de recuperación con sistema primario. Queda un saldo importante en los yacimientos y de ese remanente solo se puede sacar un porcentaje, en función del análisis que haga la empresa especializada”, precisó el ingeniero Eduardo Alba.

 

En cuanto a los costos indicó que es difícil, sin los estudios, referirse a montos, sin embargo, dijo que estos de ninguna manera serían tan altos como los requeridos para hacer nuevas exploraciones. “Se debe dar incentivos a las empresas para que puedan recuperar sus inversiones. La ganancia inicial que tendría el país es que ya tendría el petróleo físicamente disponible para las refinerías, y posteriormente también se puede ingresar en los campos gasíferos en declinación”, anotó.

 

Entre las conclusiones del proyecto, sostienen que “ante la ausencia de grandes descubrimientos petroleros y gasíferos, que permitan revertir el desplome de la producción de petróleo y gas, los campos maduros se presentan como un motor principal para garantizar la seguridad energética del país”.

 

Los resultados en términos de rentabilidad dependen de las decisiones adecuadas, las cuales deben ser atractivas para todas las partes, tanto para los contratistas, para el Estado y para la sociedad, lo contrario puede resultar en el abandono prematuro de los campos maduros lo cual no es deseable para el país.

 

En los trabajos de revitalización de estos campos se debe adoptar una metodología, para identificar, seleccionar y jerarquizar las oportunidades que permitan una producción a corto plazo y optimizar los costos de operaciones.

 

“Rejuvenecer los campos maduros con retos técnicos, operativos y gerenciales, se proyecta como una de las mejores alternativas que podrá ayudar a incorporar reservas, aumentar la producción de hidrocarburos, incrementar el factor de recobro y disminuir la importación de diésel y gasolina”, enfatizan.

 

El proyecto de la Fundación Foianini cuenta incluso con un proyecto de decreto, elaborado por el ingeniero Fernando Pacheco, que permitiría, sin cambiar la Ley de Hidrocarburos, mejorar los incentivos para que las empresas petroleras se interesen en desarrollar los campos maduros en Bolivia.

 

“El proyecto de la Fraternidad Foianini cuenta incluso con un proyecto de decreto, elaborado por el ingeniero Fernando Pacheco…”