Para contrarrestar el aislamiento, las tecnologías digitales irrumpen imparables aunque llegan de manera heterogénea a América Latina y el Caribe…###

EL ECOSISTEMA DIGITAL en su mejor momento


Para contrarrestar el aislamiento, las tecnologías digitales irrumpen imparables aunque llegan de manera heterogénea a América Latina y el Caribe…

 

  EDICIÓN 83 | MAYO 2020


Vesna Marinkovic U.

 

El COVID-19 ha sido totalmente beneficioso para el negocio digital. En medio de un sistema socioeconómico mundial en crisis, el sector de las tecnologías digitales se ha convertido en algo indispensable para contrarrestar el aislamiento, difundir medidas profilácticas, y facilitar el funcionamiento de sistemas económicos.

 

El incremento exponencial del tráfico de Internet, del teletrabajo y de las cadenas de aprovisionamiento y distribución de bienes, ha sido lo más notorio después de formalizada la nueva normalidad impuesta por la pandemia. El mundo ha sido forzado a recurrir a la tecnología para aproximarse a su trabajo, a las compras y al desafío de enfrentar un virus que parece haber surgido de la nada pero con mucho tiempo de calentamiento.

 

Como de costumbre, los países en vías de desarrollo desde hace tanto tiempo, son los menos preparados para contrarrestar los efectos de imprevistos como esta pandemia. Un estudio de CAF señala que los países con una infraestructura de conectividad desarrollada pudieron mitigar en un 75% las pérdidas económicas asociadas con la epidemia del SARS y el impacto socio-económico de las medidas sanitarias tomadas para contrarrestarlo (cuarentena, distanciamiento social, interrupción de tráfico aéreo, uso de mascarillas, etc.).

 

AUMENTO EXPONENCIAL DEL TRÁFICO

 

Remarca que las redes latinoamericanas están siendo afectadas por el aumento exponencial del tráfico. Indica que durante el mes de marzo se identifica una disminución de velocidad de banda ancha fija en Chile (-3%) y Ecuador (-19,6%), combinado esto con un incremento de la latencia de la misma tecnología en Brasil (11,7%), Chile (19,0%), Ecuador (11,8%) y México (7,4%).

 

“Considerando que la velocidad de banda ancha fija tiene un impacto en el PIB de 0,73% cuando la velocidad se incrementa en 100%, si la disminución de la velocidad registrada en marzo se perpetúa, el impacto económico negativo podría llegar a ser significativo “, agrega.

 

MIGRACIÓN DEL TELETRABAJO

 

Asimismo, refiere que la migración masiva al teletrabajo está saturando la capacidad de enrutadores Wi-Fi en el hogar, motivado esto por un aumento de trabajo en la nube (incremento del 80% del tráfico de subida de datos) y el uso de videoconferencia. Asegura que este factor también contribuye a la disminución de velocidad de las redes.

 

Destaca que la digitalización de los hogares latinoamericanos indica una creciente conectividad y uso de Internet, proyectada en el 2020 al 78,78%, pese a que en algunos países la penetración es mucho menor (Bolivia: 58,34%, El Salvador: 45,02%; Honduras: 39,33%); adicionalmente, la dicotomía rural/urbana indica un nivel importante de marginalización digital.

 

“Esto indica que la brecha digital representa un obstáculo para sectores importantes de la población que dependerían del acceso a Internet para recibir información sanitaria, descargar contenidos educativos para resolver el asueto escolar, o adquirir bienes de manera electrónica”, precisa remarcando las condiciones de permanente precariedad en algunos sectores en la región y, por otro lado, la forma heterogénea de la penetración del desarrollo digital.

 

LA BRECHA DIGITAL

 

Adicionalmente, dice, la brecha digital se agrava dado que el uso de Internet en gran parte de los hogares latinoamericanos que han adoptado Internet se limita a herramientas de comunicación y redes sociales, haciendo notar que un índice compuesto de resiliencia digital del hogar (calculado sobre el uso de Internet para bajar apps de salud, apps educativas, realizar operaciones de comercio electrónico y el uso de fintech) muestra que el promedio ponderado latinoamericano es de 30,70 (en una escala de 1 a 100) mientras que los países de la OCDE alcanzan a 53,78.

 

“La diferencia entre países dentro de la región es de gran magnitud: por un lado, encontramos a Chile con un índice de 41,78 y al otro extremo, Bolivia con 6,23. En otras palabras, la penetración de Internet “perse” no indica un elevado grado de resiliencia digital del hogar latinoamericano”, subraya.

 

También hace notar que la resiliencia del aparato productivo indica falencias no en términos de adopción tecnológica sino en la asimilación de tecnología en procesos productivos, en particular en las cadenas de aprovisionamiento, señalando que si bien el porcentaje de empresas con acceso a Internet excede en todos los países el 85%, el porcentaje de las mismas que usan banca electrónica varía en un rango de entre 34,20% en Perú y 95,39% en Colombia, mientras que el porcentaje de aquellas que adquieren insumos mediante Internet oscila entre 15,20% en Perú y 66,00% en Brasil.

 

Para CAF las falencias en la cadena de aprovisionamiento se agravan cuando se analiza las debilidades de diferentes actores de la cadena logística (por ejemplo, baja digitalización del transporte terrestre, falta de estándares comunes para la comunicación interorganizacional) y afirma que esto resulta en una debilidad importante para afrontar las disrupciones en la cadena de aprovisionamiento ocasionadas por la pandemia.

 

DISRUPCIÓN ADICIONAL

 

En este marco, sostiene que el COVID-19 implica una disrupción adicional en el mercado laboral ocasionada por la proporción de la fuerza de trabajo que puede transicionar al teletrabajo.

 

Un análisis de la encuesta CASEN para Chile donde se asignan probabilidades de migración al teletrabajo entre los 7.830.950 trabajadores de la fuerza laboral, indica que 20,56 % de trabajadores deben continuar concurriendo al lugar de trabajo (personal sanitario, fuerzas de seguridad, trabajadores del transporte y de la cadena alimenticia, etc.) mientras que solo 23% puede trabajar remotamente con tecnología digital.

 

“Esto determina que, en las condiciones actuales de Chile, 4.419.530 trabajadores están en la posición precaria de no poder asistir al lugar de trabajo y no poder transicionar al teletrabajo. De estos, 1.615.099 tienen, como máximo, un nivel de educación básica; del mismo universo, 1.590.041 pertenecen al 1er o 2do quintil de ingreso”, remarca.

 

Por otro lado indica que la resiliencia en el aparato del Estado frente a la pandemia está basada en su capacidad para seguir funcionando en términos de procesos administrativos, así como para continuar entregando servicios públicos.

 

UNOS MEJOR QUE OTROS

 

Según este informe, el cálculo de un índice compuesto de resiliencia del aparato del Estado indica que, debido al trabajo de años en el desarrollo de gobierno electrónico, ciertas naciones de la región parecen estar mejor posicionados para afrontar la disrupción: en particular, Chile, Uruguay, México, Brasil y Argentina.

 

En resumen, reconoce que la digitalización puede jugar un papel fundamental en mitigar los efectos de la pandemia y considera que es importante que los gobiernos, el sector privado, y la sociedad civil latinoamericana conformen un acuerdo de colaboración y trabajo conjunto que permita en el muy corto plazo identificar aquellas áreas de trabajo para mejorar el desempeño de ciertos componentes del ecosistema digital.

 

Entre algunas de las iniciativas a tomar, se recomienda, por ejemplo, acelerar el despliegue de mayor cantidad de radiobases para banda ancha móvil, eliminando cualquier requerimiento de permisos para el despliegue de antenas y, entre otros, enfatizar la capacitación de los sectores sociales más vulnerables para poder enfrentar la desocupación.

 

…en las condiciones actuales de Chile, 4.419.530 trabajadores están en la posición precaria de no poder asistir al lugar de trabajo…”

 


…ciertas naciones de la región parecen estar mejor posicionados para afrontar la disrupción…”