El desplome de los precios del crudo nuevamente vuelca las miradas hacia las hidroeléctricas como una alternativa de generación de energía e integración regional. Ese fue el mensaje implícito de la reciente conferencia internacional: Potencialidades, oportunidades y desafíos de la integración eléctrica en América del Sur, realizado a finales de noviembre en Foz de Iguazu, Brasil, a donde asistió ENERGÍABolivia como medio especializado del sector.

El evento, que contó con la participación de importantes actores del sector energético de Brasil, Paraguay, Perú y Bolivia, destacó las ventajas de la generación hidráulica en un continente que posee el 25% del agua disponible del planeta. Precisó, asimismo, el papel que juega en procesos de integración regional, particularmente de tipo binacional.

El director general brasileño de Itaipu Binacional, Jorge Samek, fue incisivo en destacar los beneficios  que este tipo de emprendimientos pueden traer a los países, y puso como ejemplo la experiencia  de Brasil y Paraguay precisamente a partir de la generación hidráulica.

La idea propuesta por Samek es involucrar a toda América del Sur, en la iniciativa de trabajar en temas energéticos que transversalizan la agenda económica y política de los Estados. Desde esta perspectiva destacó las ventajas de las hidroeléctricas asegurando que estas además de generar energía limpia y ser menos agresivas con el medio ambiente, permiten la obtención de beneficios y utilidades que podrán posteriormente sustentar la propia economía de los países miembros.

El coordinador del Gesel-UFRJ, Nivalde de Castro, abordó el crecimiento de la demanda de energía eléctrica en la región y la importancia de contar cada vez más con fuentes renovables, particularmente de las hidroeléctricas, convencido de que se trata de una de “las fuentes más seguras, más limpias, más sustentables y más baratas que el hombre consigue construir”.

En este marco, Castro se mostró optimista sobre las perspectivas para la integración eléctrica regional, vía las hidroeléctricas, y mencionó como ejemplo los estudios para la construcción de una usina en la localidad de río Madeira, frontera con Brasil y Bolivia.

“La integración eléctrica con Bolivia ya comenzó con la construcción de las hidroeléctricas de Santo Antonio y Jirau (ambas en el río Madera). La próxima es la binacional, abriendo por medio de exclusas, que ciertamente estarán en el proyecto, junto a la posibilidad de que Bolivia tenga acceso al océano Atlántico, a través de la región Amazónica”, aseguró en el marco de una programación centrada en los diferentes procesos de integración eléctrica en la región, con preeminencia de las hidroeléctricas, una alternativa que, sin embargo, no ha resuelto la avalancha de cuestionamientos ambientalistas que aún persisten en su contra y debe encarar fuertes desafíos a nivel regulatorio y de financiamiento.

FUENTE: EL DÍA

AUTORA: VESNA MARINKOVIC