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El presente Dossier muestra la presencia del gas natural en la economía mundial, cómo ha evolucionado y cuáles son sus principales tendencias; así como los principales problemas que la industria del gas natural tendrá que enfrentar a futuro.

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El gas natural en la economía mundial: evolución y desafíos

El presente Dossier muestra la presencia del gas natural en la economía mundial, cómo ha evolucionado y cuáles son sus principales tendencias; así como los principales problemas que la industria del gas natural tendrá que enfrentar a futuro.

 

ENERGÍABolivia

 

• En la década de 1950 el gas natural apenas figuraba en las estadísticas del comercio energético mundial, en cambio, el 2014 significó el 23,71% de las 12.928,40 millones de toneladas de petróleo equivalentes consumidas como energía primaria

• Del total mundial de reservas probadas de gas natural (6.606,26 BPC), el 65% se encuentran en cinco países: Irán, Rusia, Qatar, Turkmenistán y Estados Unidos.

• Los mayores exportadores de gas natural son Rusia, Qatar, Noruega, Canadá y los Países Bajos, que en conjunto representan el 65% de las exportaciones totales.

• El 2014 Japón, Alemania, Estados Unidos, China e Italia importaron el 39% del gas natural comercializado internacionalmente.

• ¿Cuántos proyectos de exportación de gas podrán ajustarse y continuar su ejecución y cuantos quedarán postergados en un escenario con precios a la baja?

 

¿Estamos entrando en una edad de oro del gas? Esta pregunta era el título del “World Energy Outlook” correspondiente a 2011, que cada año presenta la Agencia Internacional de Energía (IEA, sigla en inglés) haciendo un análisis prospectivo del sector energético.

 

En el mismo informe, previamente a responder la pregunta, se afirmaba que “El gas natural es un combustible flexible que se utiliza ampliamente en la generación de energía [eléctrica] y tiene creciente competencia en los usos finales [de la energía] en la mayoría de los sectores. [También] ofrece beneficios ambientales en comparación con otros combustibles fósiles. [Además] los recursos de gas son abundantes, bien distribuidos en todas las regiones y los últimos avances tecnológicos han apoyado el aumento del comercio mundial del mismo” (OECD - IEA, 2011).

 

“Sin embargo, -continuaba el informe- siempre habrá incertidumbres: menor crecimiento económico, mayores costos u otros obstáculos para la producción del gas no convencional, logros más altos en la eficiencia energética, cambios que mejoraran la competitividad relativa de otros combustibles; aunque, la incertidumbre también puede funcionar a la inversa”.

 

Con esos antecedentes y sobre la base de los supuestos asumidos para dicho informe se previó que: “la utilización de gas se incrementará en más de un 50% y representará más del 25% de la demanda mundial de energía en 2035”; por lo que “sin duda concluía el informe es una perspectiva que puede denominarse la Edad de Oro del Gas”. El reporte que referimos tenía su foco de atención puesto en el futuro, sin embargo, una fugaz mirada retrospectiva atestigua que desde hace mucho tiempo el gas natural atraviesa, sino una “edad de oro”, un momento de creciente esplendor. Que se plasma, en su mayor participación en la matriz energética mundial, lo que significa que se ha convertido en un componente principal de la mayoría de los emprendimientos energéticos que se ejecutan en el mundo, además, de haberse introducido en la vida diaria de millones de personas.

 

En la década de 1950 el gas natural apenas figuraba en las estadísticas del comercio energético mundial, en cambio, el 2014 significó el 23,71% de las 12.928,40 millones de toneladas de petróleo equivalentes consumidas como energía primaria; ciertamente, detrás del consumo de petróleo (32,57%) y de carbón (30,03%), pero muy por encima de la hidroelectricidad (6,80%), la energía nuclear (4,44%) y las energías renovables (2,45%). (BP Statistical Review of World Energy, 2015)

 

 

RESERVAS, PRODUCCIÓN Y CONSUMO MUNDIAL DE GAS NATURAL

 

Esa participación creciente en la matriz energética mundial fue posible por el incremento sostenido de las reservas y de la producción del gas natural.

 

En efecto, en 1980 las reservas de gas llegaban a 2.527 billones de pies cúbicos (BPC) las mismas que casi se triplicaron para 2014, cuando llegaron a 6.606,26 BPC (Ver Gráfico Nº 1). De la misma manera, la producción de gas natural también fue en ascenso, desde 50,67 en 1980 a 122,21 BPC en 2014. Además, nótese que la relación entre reservas y producción (R/P) se ha mantenido prácticamente constante, al oscilar siempre alrededor de los 55 años. (Ver Gráfico Nº 1)

 

Del total mundial de reservas probadas de gas natural (6.606,26 BPC), casi el 65% se encuentran en cinco países: Irán (18%), Rusia (18%), Qatar (13%), Turkmenistán (9%) y Estados Unidos (5%); país, este último que ha reingresado al grupo de países con mayores reservas gracias a sus reservas de Shale Gas. (Ver Gráfico Nº 2).

 

Valga anotar que la tecnología disponible para la recuperación de los recursos de gas atrapados en rocas de esquisto (Shale Gas), tiende a modificar el actual mapamundi de reservas de gas, puesto que: los primeros estudios señalan que existen 5.760 BPC de reservas de este tipo técnicamente recuperables fuera de Estados Unidos. Las mismas que están distribuidas en 32 países, entre los cuales los de mayor potencial son China con 1.275 BPC, Argentina con 774 BPC, y México con 681 BPC. (Kuuskra, Stevens, Van Leeuwen, & Moodhe, 2011)

 

En el mundo actualmente se producen 122,21 BPC de gas, de ese total más de la mitad de la producción también está concentrada sólo en cinco países, aunque en proporción distinta a la de las reservas: Estados Unidos (21%), Rusia (17%), Qatar, Irán, y Canadá cada uno con el 5% de la producción mundial. (Ver Gráfico Nº 2).

 

En cuanto al consumo, cerca de la mitad también está concentrado sólo en cinco países: Estado Unidos (22%), Rusia (12%), China (6%), Irán (5%), Japón (3%). (Ver Gráfico Nº2)

 

COMERCIO INTERNACIONAL DEL GAS NATURAL

 

El comercio internacional del gas natural también ha ido en aumento, en muchos años por encima del ritmo de crecimiento de la producción, lo que también evidencia el esplendor que ha tenido estos últimos años. En 2014 el volumen de gas comercializado internacionalmente fue de 35,21 BPC, lo que representa casi el 30% del total mundial producido en dicho año.

 

De ese total el 67% ha sido transportado por medio de gasoductos, y el restante 33% en forma de Gas Natural Licuado (GNL) (Ver Gráfico Nº 3).

 

En este aspecto, como lo han hecho notar diversas agencias especializadas, es evidente que a partir de 1990 la partiicipación del GNL en el comercio mundial es cada año mayor. De hecho, la Directora Ejecutiva del IEA, al momento de presentar el “Medium-Term Gas Market Report 2015”, en junio pasado, sostenía que la producción de gas natural de Australia y su consiguiente exportación en forma de GNL “crecerá rápidamente, como resultado de una ola de grandes proyectos de GNL” próximos a ingresar en funcionamiento. Es más, según las previsiones realizadas por la IEA se estima que para el 2020 “Australia superará a Qatar como el mayor exportador mundial de GNL” (van der Hoeven, 2015).

 

Si se revisa el volumen de gas comercializado en función de los países que los importaron, se evidencia que el año 2014 Japón fue el país que mayores volúmenes importó, 12% del total; seguido por Alemania y Estados Unidos, cada uno con el 8%; y posteriormente, China e Italia con el 6% y 5% respectivamente; países que en conjunto importan el 39% del gas natural comercializado internacionalmente. (Ver Gráfico Nº 3).

 

En sentido contrario, los mayores exportadores de gas natural son Rusia (20%), Qatar (12%), Noruega (11%), Canadá (8%) y los Países significan el 65% de las exportaciones totales. (Ver Gráfico Nº 3)

 

2015 – 2020 UN QUINQUENIO RALENTIZADO

 

Las cifras que acabamos de presentar demuestran que la importancia y la incidencia del gas natural en la economía mundial ha sido creciente las últimas décadas, sin embargo, los últimos años han surgido algunos hechos que tienden a contener ese ritmo creciente.

 

De acuerdo a la IEA, en general, han confluido tres factores para tal hecho, el carbón barato, el aumento de la competitividad de las energías renovables, que actualmente son fuertemente subvencionadas y apoyadas por mecanismos de política pública, y el peor, la caída de los precios del petróleo, factor al cual todavía siguen indizados los precios del gas natural.

 

De manera más específica, hace un año, antes de la caída de los precios del petróleo, la agencia estadounidense de información energética (IEA, por su sigla en inglés) preveía que Estados Unidos se convertiría en exportador neto de GNL para el 2016 y en exportador neto de gas para el 2018 (API, 2014). Hoy esa perspectiva sólo es posible si la industria estadounidense del shale gas logra absorber los efectos financieros de dicha caída y continuar ampliando su producción.

 

También se había previsto que la China e India, y Asia en general, ampliarían su demanda, sin embargo, no sólo la caída de los precios del petróleo, sino el menor crecimiento de la economía china, los bajos precios del carbón en la región, el no endurecimiento de las políticas ambientales en dichos países, y las noticias de aplazamiento de los planes chinos para desplazar el carbón, hacen prever también que el aumento del uso del gas en Asia será más lento que el previsto en años anteriores.

 

En cuanto a Rusia, como indica la Directora Ejecutiva de IEA, es previsible que el próximo quinquenio la producción rusa se estanque, debido a que hacia Europa, su gran consumidor, están llegando otras ofertas basadas en GNL y también porque la mayoría de sus proyectos de expansión seguramente quedaran truncos ante las sanciones financieras que recientemente se están aplicando a dicho país.

 

En sentido contrario a lo que previsiblemente sucederá en las regiones mencionadas, si el acuerdo nuclear entre Irán y el G5+1 se plasma, Irán no tardará en insuflar mayores cantidades de gas natural al mercado mundial y en volverse un país más relevante para el comercio de gas natural.

 

En ese contexto, parece ser que sólo Europa aumentará su consumo de gas natural (léase importaciones) de acuerdo a lo previsto en años anteriores.

 

No obstante, como indica la Directora del IEA “Aunque los últimos años hubo una desaceleración, la demanda mundial de gas va a aumentar de nuevo. Sin embargo, no en el grado que se esperaba previamente, ni a la velocidad que el mundo fue testigo la última década” (van der Hoeven, 2015)

 

Siendo más específicos, cuando la IEA retoma la pregunta lanzada el 2011 ¿Estamos ingresando a una edad de oro del gas? su respuesta parece ser más matizada ahora, pues su directora señala que “Mientras la promesa de una edad de oro ha llegado para algunos países, y sigue siendo una

 

posibilidad tangible para otros, todo se ha evaporado en algunos lugares. Esto es, por supuesto, debido a una verdad fundamental en un mercado de gas diná- mico, donde la única constante es el cambio”.

 

LOS DESAFÍOS PARA LOS PAÍSES EXPORTADORES DE GAS

 

Es evidente que el nuevo escenario del mercado mundial del gas natural presenta una serie de desafíos, especialmente a los emprendimientos en los países exportadores de petróleo, quienes tendrán que realizar ajustes financieros a sus operaciones y proyectos en ejecución o por ejecutarse, en ese marco:

 

• ¿Pueden las operaciones de exportación, particularmente de GNL, sostenerse y ser rentables con los actuales precios del gas, cuando los mismos fueron puestos en marcha con precios altos?

 

• ¿Cuántos proyectos de exportación de gas podrán ajustarse y continuar su ejecución y cuantos quedarán postergados en un escenario con precios a la baja?

 

• ¿Qué operaciones y proyectos, en qué regiones, y por cuánto tiempo pueden sostenerse con la actual tendencia de precios del gas natural?

 

Por otro lado, la IEA y muchas otras instituciones internacionales son partidarias de la instauración de un precio a las emisiones de carbono, lo cual reduciría el nivel actual de emisiones y apoyaría la transición hacia una economía baja en carbono. Esa circunstancia coadyuvaría a ampliar el uso del gas natural, que es menos contaminante que los demás combustibles fósiles, y por supuesto, no solo revertiría la actual tendencia de los precios a la baja, sino que ayudaría a expandir y consolidar la relevancia del gas natural en el mercado mundial; en ese sentido:

 

• ¿Cuántos gobiernos y en qué regiones están dispuestos a establecer un precio a las emisiones de carbono?

 

• ¿Cuál es el grado de consenso entre países exportadores e importadores respecto a establecer un precio a las emisiones de carbono?

 

• ¿Cuál es el grado de consenso en la comunidad internacional para establecer un precio al carbono?

 

Las políticas medioambientales, específicamente las de captura del carbono, aplicables a las industrias también coadyuvarían a la ampliación del uso y del mercado del gas natural, así:

 

• ¿Qué países y qué industrias están dispuestas a aplicar tecnologías de captura y almacenamiento del carbono?

 

• ¿Qué políticas públicas son las más efectivas para que las diferentes industrias migren hacia el uso de energéticos menos contaminantes?

 

• ¿Cómo pueden los diferentes gobiernos introducir en sus países, políticas de captura de carbono, que indudablemente incidirán en la subida de los precios de los productos?

 

El 23 de noviembre próximo, en Teherán se realizará la III Cumbre de Gas de los Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros del Foro de los Países Exportadores de Gas (GECF, sigla en inglés). A la misma asistirán, en calidad de miembros: Argelia, Bolivia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Guinea Ecuatorial, Irán, Libia, Nigeria, Qatar, Rusia, Trinidad y Tobago, y Venezuela; en calidad de miembros observadores: Iraq, Kazajistán, Noruega, Omán, Países Bajos y Perú.

 

A diferencia de la anterior Cumbre, realizada en Moscú en julio de 2013, el escenario es menos optimista hoy que en ese entonces, por lo que las interrogantes acabadas de plantear, entre otras de carácter geopolítico, son insoslayables.

 

Referencias
API. (2014). Understanding Natural Gas Market. Obtenido de American Petroleum Institute. BP Statistical Review of World Energy. (2015). BP Statistical Review of World Energy June 2015. London. Obtenido de http://www.bp.com/en/ global/corporate/about-bp/ energy-economics/statistical-review-of-world-energy. html Kuuskra, V., Stevens, S., Van Leeuwen, T., & Moodhe, K. (2011). World Shale Gas Resources: An Initial Assessment of 14 Regions Outside the United states. Washington United States: U.S. Energy Information Administration. OECD - IEA. (2011). Are We Entering a Golden Age of Gas? Special Report. Paris- Francia. van der Hoeven, M. (2015). Medium-Term Gas Market Report 2015. World Gas Conference. Paris, francia.

 

1.- Las citas textuales del presente artículo han sido traducidas por Energía Bolivia, por lo que es necesario aclarar que no son traducciones oficiales de los documentos citados aquí.

2.- Por Billón aquí nos referimos a la unidad seguida de doce ceros (1012) que es equivalente a lo que en inglés se denomina Trillion. Hacemos esta aclaración porque muchas traducción del inglés al español han asumido que trillion en inglés es igual a trillón en español, especialmente en las traducciones de la industria hidrocarburífera, lo que ha dado lugar a más de una confusión y equivocación.