Paraguay tiene una de las capacidades de generación hidroeléctrica más grandes del mundo y, sin embargo, es un país con baja utilización interna de energía eléctrica y su matriz energética, pese a ser una de las más limpias de la región, es calificada como “poco sostenible”.###

 

Las paradojas energéticas del Paraguay

 

Vesna Marinkovic U.

 

Paraguay tiene una de las capacidades de generación hidroeléctrica más grandes del mundo y, sin embargo, es un país con baja utilización interna de energía eléctrica y su matriz energética, pese a ser una de las más limpias de la región, es calificada como “poco sostenible”.

Bajo la presidencia de Horacio Cartes, Paraguay ingresa al 2014 como uno de los países con mayor índice de pobreza de América Latina (49.6%), de acuerdo a un informe de la CEPAL y, sin embargo, continúa siendo el mayor generador de energía hidroeléctrica per cápita del mundo.

 

Según un estudio desarrollado por Juan Carlos Rolon, de UNA-FIUNA, las capacidades de generación eléctrica a partir de la hidroenergía superan los 45.000 GWh/ año, y es una de las mayores del mundo en cuanto a generación eléctrica por habitante (9.000 kWh por habitante).

 

En este marco, la hidroenergía está considerada como el principal recurso energético nacional, ocupando el 58% de su matriz energética, frente al 24% de la biomasa y al 14% de los hidrocarburos.

 

BAJA UTILIZACIÓN INTERNA

Sin embargo, Paraguay presenta una baja utilización interna de la energía eléctrica debido a la ausencia de un sistema productivo significativo y a una deficiente inversión pública y privada en infraestructura básica en sistemas de transformación y transmisión de energía eléctrica.

 

El estudio refiere que el 47% del consumo total proviene de la biomasa; 38% de derivados de petróleo y 15% de energía eléctrica, remarcando que es un país con escaso consumo de energía eléctrica por lo que todavía sonaría a utopía la reversión de esta situación como efecto de una profundización de la integración entre los sistemas eléctricos de Argentina, Brasil y Paraguay.

 

En consecuencia, la matriz energética de este país ha sido considerada por Gustavo Rojas, investigador asociado del exterior en el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya, como “poco sostenible”, pese a ser considerada una de las más limpias de la región. Por el momento, Paraguay apenas consume internamente el 19% de la energía generada por Itaipú Binacional, de los cuales 80% va destinado a consumo residencial y, los restantes 81% son exportados a Brasil y Argentina, de acuerdo Gustavo Rojas.

 

En esta misma línea, un artículo de Luis María Fleitas Vegas, publicado en el portal del diario ABC, sostiene que Paraguay es uno los principales exportadores de energía limpia del Mercosur (85% de las exportaciones), mientras el 53% de su consumo proviene de la leña y el carbón.

 

Sin embargo, refiere que:” se torna necesario mencionar, aunque sea con timidez, los trabajos que el Observatorio de Energías Renovables del Paraguay, con fondos de la Itaipú Binacional, viene realizando”, a favor de las no renovables y también se ha informado de un importante esfuerzo de este país en la producción de hidrógeno e hidrometano en el Parque Tecnológico Itaipu-Paraguay (PTI-PY).

 

Con todo, la hidroeléctrica Itaipú Binacional (1978), continúa siendo la mayor generadora anual de energía hidroeléctrica a nivel mundial, pese a que su capacidad instalada fue superada en 2011 por la represa de las Tres Gargantas, en China.

 

NO TIENE HIDROCARBUROS

 

Rojas indicó, en una entrevista en la revista Petroguía, que: “No hay producción de hidrocarburos en Paraguay y la mayor parte de las importaciones de combustibles y lubrificantes, que respondieron por el 16% del total de las importaciones paraguayas en 2012, proviene principalmente de Argentina, Venezuela, Brasil y Estados Unidos”.

 

Agrega que:” La gestión de la estatal PETROPAR sigue siendo muy poco profesional, concentrada en la gestión del control de precios del gasoil, principal producto petrolífero consumido en Paraguay”, agregando que ello no ha posibilitado que la estatal realice las urgentes inversiones requeridas en el refino, transporte y almacenamiento e impulse la exploración.

 

Sin embargo, acotó que recientemente, algunas pequeñas compañías estadounidenses han realizado las primeras pruebas de exploración en el Chaco paraguayo, próximo a la frontera con Bolivia y Argentina, con resultados iniciales muy satisfactorios. En efecto, en enero de este año la prensa paraguaya ha informado que la estatal Petropar, explorará petróleo en la zona denominada Palo Santo del Chaco Paraguayo, donde tiene la licencia para buscar el crudo mientras se sabe que la empresa President Energy posee una concesión de 2.000 kilómetros en la región del Chaco, en el norte del país, donde calcula que podría haber unos 150 millones de barriles de crudo.

 

Infobae ha señalado que la compañía pretende invertir hasta 100 millones de dólares entre el estudio y las primeras perforaciones que servirán para confirmar o desmentir las estimaciones hechas hasta la fecha en Paraguay donde la extracción de petróleo sería una de las grandes ambiciones del gobierno de Horacio Cartes.

 

Según esta fuente de información, en Paraguay existen 49 pozos petrolíferos, 43 de los cuales se encuentran en la región del Chaco, aunque ninguno produce crudo, ya que, aunque “se han encontrado indicios, las empresas no avanzan porque no les parece una cantidad suficiente” para hacer rentable la extracción. Por el momento, según Rolón, el suministro de energía se completa con la importación de derivados del petróleo, principalmente diésel, gasolinas de motor y gas licuado de petróleo, para su uso en los sectores del transporte, residencial y la industria entre otros.

 

 

 

BIOCOMBUSTIBLE

 

Según Rojas, Paraguay es el cuarto mayor exportador de granos de soja del mundo. Refiere que aunque menos de la mitad de la soja cosechada sea procesada internamente, su grado de aprovechamiento viene incrementándose constantemente a lo largo de los últimos cuatro años, básicamente en la forma de aceites, lo que representa un elevado potencial para la expansión de la industria del biodiesel.

 

Por el momento, considera que a pesar de las urgentes necesidades de corto plazo del país, debería dejar de considerarse a la hidroelectricidad como un commodity exportable, comenzando a considerarla como uno de los principales recursos para el establecimiento de una base empresarial sostenida por una energía limpia, barata y renovable. Por el momento, considera que a pesar de las urgentes necesidades de corto plazo del país, debería dejar de considerarse a la hidroelectricidad como un commodity exportable, comenzando a considerarla como uno de los principales recursos para el establecimiento de una base empresarial sostenida por una energía limpia.

 

Al respecto, Rolón complementa señalando que las emisiones de CO2 por habitante, como consecuencia del consumo de combustibles fósiles, son las más bajas entre los países de la región mientras que las mismas, pero por efecto del consumo de leña, están entre las más altas de América del Sur, en un país que tiene, en el tejido, uno de sus principales razgos culturales.