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En los últimos años, el país tuvo que hacer varias adendas para cumplir con los volúmenes a los mercados vecinos.



Datos oficiales muestran una caída de la producción de gas en la presente gestión, a 31,90 millones de metros cúbicos día (MMmcd), Bolivia mantiene la tendencia decreciente y los compradores toman sus previsiones para asegurar energía para sus economías, como Brasil.

El plan implementado por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), a partir del 2022, todavía con resultados inciertos, a pesar del optimismo de las autoridades del sector de hidrocarburos.

De acuerdo a la información de YPFB, el 2019 la producción alcanzó a 45,36 MMmcd, pero el 2022 empezó a caer a 41,30 MMmcd y para este año se espera que la cifra esté en 31,90 MMmcd.

La nacionalización y el Estado provocaron la caída de la producción, debido a que no se realizaron una inversión significativa en exploración. El analista Mauricio Medinaceli, en una entrevista con un medio local, indicó que ahora se tiene que hacer una ley de siembra, ya que la norma actual fue de cosecha, para volver a ser un actor principal en materia energética.

Similar posición fue expresado la pasada gestión por el analista de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, quien planteó una nueva ley de hidrocarburos para ordenar la norma, para atraer inversiones con incentivos.

También fue expresado en reiteradas oportunidades por el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, sin embargo, parece que los ejecutivos de YPFB no estarían a tono con la principal autoridad del sector.

Panorama internacional
La caída del gas boliviano acelera el interés de Brasil, señala el periodista de https://www.mejorenergia.com.ar/, con respecto al nuevo contexto que se presenta en la Argentina con la marcha y el potencial de Vaca Muerta.

La caída constante de la producción de Bolivia acelera el ritmo de los pronunciamientos. Argentina tendrá que importar GNL en el invierno, pese a los avances en la reversión del Gasoducto Norte, y al mismo tiempo Brasil busca garantizarse gas para las próximas décadas. Su proveedor estratégico en la región tampoco podrá responderle, tal como se viene anticipando con la llegada de cada año, anticipa el medio.

En su momento, Madenaceli dijo que si bien Brasil no dejará de comprar gas boliviano, pero será pocos volúmenes y por períodos cortos, ya que alcanzar un nuevo contrato, como el que se tenía, requiere de certezas, y estas son las reservas y nuevos descubrimientos, que no las hay.

Mientras tanto, Castro sostiene que el proceso de expansión del shale gas de Vaca Muerta está ante dos variables nada desdeñables. Una de ellas es el horizonte máximo dado por el plan del Gas Natural Licuado (GNL), con el proyecto impulsado por YPF hacia el 2031, que esta semana tuvo un importante anuncio: la compulsa para la ingeniería de unidades flotantes de licuefacción, que podrían ser la primera escala para el gas no convencional neuquino dentro de ese proyecto.

La petrolera argentina y Petronas apuntan a licuar 80 millones de metros cúbicos (MMm3/d) al final de la década. Este camino tiene instancias intermedias. Entre ellas la convocatoria a otras grandes actoras con bloques en Argentina, según el medio digital https://www.mejorenergia.com.ar/.

El mediano-largo plazo lo impone, también, la presión del mercado mundial y la geopolítica en la región. La pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania-OTAN impulsaron los precios a valores récords, con el consiguiente efecto inflacionario en buena parte de las economías del mundo. Es el punto en el que los gobiernos regionales deben eludir más bien sus diferencias y pujas de intereses que el resultado final de un ahorro mega millonario si se tiene en cuenta el imponderable de precios del GNL.

En el plano político, entre Argentina y Brasil, los pronunciamientos sí supieron a saltarse la grieta en los últimos tres años. El expresidente Jair Bolsonaro, esquivó sus profundas diferencias ideológicas con el gobierno del Frente de Todos de Alberto Fernández. “Nuestro acuerdo del gas avanza”, le dijo públicamente a su par argentino en junio del 2022. Un año antes, en el Foro de Davos, el expresidente de YPF, Guillermo Nielsen, compartió un panel con el entonces ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes: “Vamos a intentar conectarnos con Vaca Muerta”, dijo el funcionario, recuerda el medio digital.

Con la asunción de Luis Inacio Da Silva, el interés permanece intacto: “Será necesario llegar a un consenso entre los tres vecinos”, indicó esta semana a la agencia EPBR Maurício Tolmasquim, director de Transición Energética y Sostenibilidad de Petrobras, durante su participación en CERAWeek, la cita global de la industria desarrollada en Houston. “Creo que tenemos que seguir una escala de intentos -del más barato al más caro, del más fácil al más difícil- hasta que podamos converger”, sostuvo.

La clave seguirá siendo el transporte. Es parte del acuerdo para el futuro del shale gas de Neuquén. La disyuntiva a resolver es si se reutilizan los ductos que vinculan Bolivia y Brasil vía el Gasoducto Norte; o si se apuntala finalmente el tramo dos del gasoducto Néstor Kirchner (entre Salliqueló y San Jerónimo -Santa Fe-); o si se opta incluso por un mix de ambos y la producción de GNL desde la costa Atlántica en Argentina, en el más largo plazo, reflexiona.




Fuente: El Diario