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Pemex, la empresa estatal mexicana de petróleo y gas, ha puesto su mirada en un futuro sin emisiones netas de carbono para 2050.

Este ambicioso objetivo, anunciado recientemente, marca un giro radical para una empresa que durante décadas ha sido un actor clave en la industria de los combustibles fósiles.

La compañía energética estatal mexicana Pemex planea reducir sus emisiones y convertirse en una empresa neta cero para 2050, empezando con una reducción del 30% en los próximos seis años.

El objetivo forma parte de un nuevo informe de sostenibilidad que Pemex ha hecho público esta semana y que «establece el compromiso de la empresa hacia una producción ética y sostenible, y refuerza el papel de Pemex como agente de cambio en el sector energético del país en lo que se refiere a la acción climática», según su director ejecutivo, Octavio Romero, citado por Bloomberg.

El pasado 1º de marzo, fue autorizado el Plan de Sostenibilidad de Petróleos Mexicanos por su Consejo de Administración, el cual está alineado al objetivo estratégico del Plan de Negocios de la institución para «Consolidar la ruta hacia un desempeño sostenible».

En línea con la visión de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas y los compromisos asumidos por las autoridades de México, la administración de PEMEX desarrolló su Plan de Sostenibilidad estableciendo metas y ambiciones a mediano (2030) y largo plazo (2050), en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y de transición energética.

Las metas establecidas en dicho Plan fueron definidas en función de oportunidades y retos identificados en la cadena de valor de PEMEX y su modelo de negocio.

Pemex es actualmente la empresa petrolera más endeudada del mundo, sustituyendo a la brasileña Petrobras en el primer puesto.

A principios de este mes, la empresa informó de un aumento del 44% en la deuda sólo con proveedores y contratistas desde octubre, hasta alcanzar unos 8.200 millones de dólares. La deuda total supera los 100.000 millones de dólares.

También está tratando de revertir un descenso prolongado en la producción de petróleo, que como objetivo contrasta con el objetivo declarado de Pemex de reducir las emisiones a menos que invierta fuertemente en la captura de carbono y otras medidas de reducción de emisiones que es dudoso que la empresa pueda permitirse en este momento.

Al mismo tiempo, Pemex necesita ser más atractiva para los acreedores, sugiere el informe de Bloomberg, señalando que algunos inversores han estado rehuyendo los bonos de la compañía debido a la ausencia de un plan de cero emisiones netas.
La empresa también se ha visto obligada a preparar su plan de emisiones netas cero por los bancos que le han concedido facilidades crediticias, que ahora deben ampliarse.

El historial de emisiones de México tampoco es muy bueno. El año pasado, las emisiones de la industria energética del país aumentaron un 11%, hasta alcanzar la cifra más alta de los últimos cinco años.

Una de las razones imprevistas fue el bajo rendimiento de la capacidad hidroeléctrica de México a causa de la sequía, que provocó una caída vertiginosa de la producción del 40% en 2023.

La energía eólica también tuvo un rendimiento inferior, lo que provocó un aumento del consumo de hidrocarburos, que a su vez incrementó las emisiones.



Fuente: World Energy Trade



Pemex, el gigante petrolero mexicano, quiere ser cero emisiones en 2050