Bolivia no utiliza oleoductos para el transporte de carburantes y no existiría materia prima para activar las plantas de biodiésel en...###

“CARTEL DE TRANSPORTISTAS” estaría anulando el uso de los oleoductos con capacidad ociosa en Bolivia y no existiría materia prima para el BIODIÉSEL”


Bolivia no utiliza oleoductos para el transporte de carburantes y no existiría materia prima para activar las plantas de biodiésel en construcción, dirigidas a sustituir aproximadamente el 22% de la demanda de 2030, por lo que se estaría previendo la importación de aceite vegetal crudo del Brasil…

 

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EDICIÓN 124 | 2023

Vesna Marinkovic U.

 

Bolivia gasta 1 millón 200 mil dólares por día en fletes para distribuirlos entre aproximadamente 3.500 cisternas que realizan el transporte de diésel y gasolina principalmente desde Paraguay y Argentina, sin utilizar la infraestructura de oleoductos existente en el país. Consecuentemente, en este tema hay un sector que se está haciendo más rico y hay otro sector que se está haciendo más pobre, sostuvo Carlos Alberto Poveda, ex gerente de Ingeniería en Petrobras-Bolivia.

 

“¿Cómo se puede explicar que estén importando alrededor de 1.200 barriles al día, por cisterna, desde la Argentina y lo entreguen en la estación de bombeo de Tigüipa o en la estación Pocitos cuando tienen el oleoducto?”, cuestionó.

 

“UN CARTEL DE CISTERNEROS”

 

Asegura que esta situación ocurre porque en Bolivia opera “un cartel de cisterneros” que está a cargo del transporte de estos hidrocarburos para el consumo interno mientras hay oleoductos, sin operación, como el de Carrasco-Cochabamba que le costó al país como 45 millones de dólares. “Los oleoductos de Carrasco hasta Santa Cruz están por el orden del 30% de ocupación, los oleoductos que vienen del Sur y que se ampliaron para transportar hasta 59,000 barriles por día, ahora están transportando lo poco que produce San Alberto”, acotó Poveda.

 

 

Asimismo, dijo que por el momento Bolivia importa diésel y gasolina de donde puede. “Incluso YPFB ha creado una empresa subsidiaria, base Paraguay, que se llama Boltrans que le compra a Pan American Energy a 60 dólares el barril y Boltrans le vende a YPFB en 80”. En este marco, precisó que “hay un poder superior frente al Gobierno que le ha torcido el brazo”, agregando que “se trata de una oligarquía que al final es un cártel, igual que el sistema de micros en la ciudad de Santa Cruz”.

 

Recordó que Bolivia tiene una capacidad para manejar la importación de 22,000 barriles por día por oleoducto solamente desde la terminal de Pocitos en la frontera con la Argentina y que bien podría eliminar el monopolio de los “cisterneros”, en materia de transporte de diésel para el mercado interno.

 

“Hay esa capacidad, hay esos ductos”, dijo al remarcar que se tiene un escenario de oleoductos y además de refinerías con muy baja utilización, recomendando tomar iniciativas para hacer que esas capacidades dejen de ser “chatarra” y utilizarlas positivamente en lo que significa el abastecimiento de carburantes en Bolivia. Aseguró que estos son escenarios pocas veces conversados en el país.

 

¿CAMBIAR LA MATRIZ HACIA LA IMPORTACIÓN?

 

Juan Fernando Subirana, consultor empresarial en áreas estratégicas, financieras y de análisis de datos, coincidió con Poveda y dijo que este es un tema crítico y que se debería aceptar el cambio de la matriz hacia lo que es la importación. Es decir, asumir que Bolivia ya no es exportador de hidrocarburos, sino importador, y readecuar los sistemas logísticos para tener una producción medianamente constante sin dejar de ver las oportunidades todavía existentes en Bolivia, dentro del sector.

 

Sin embargo, reiteró que la presión fiscal, dentro de la propia Ley de Hidrocarburos, es bastante dura y no incentiva la captación de capitales internacionales. “Hoy por hoy estamos en una situación en la que necesitamos replantear cuál es el rol que vamos a jugar geopolíticamente hablando, tenemos que aceptar que nos vamos a convertir en un país importador, esperemos que sea de forma transitoria, y tenemos que trabajar para que ese tránsito sea lo más pronto posible, adecuando la norma para atraer inversiones que puedan revitalizar el sector de los hidrocarburos”, acotó Subirana.

 

“De lo contrario, estaremos condenados a tener una mayor capacidad ociosa, a tener menos utilización tanto en sistema de transporte como en sistema de proceso y obviamente a confrontar situaciones cada vez más complejas en torno al abastecimiento de los hidrocarburos en el país”, anotó.

 

¿SALTAR A LAS RENOVABLES O MANTENER EL PERFIL HIDROCARBURÍFERO?

 

 Consultado sobre si la solución a esta situación de crisis en el sector pasaba por “saltar” hacia las renovables o insistir en mantener un perfil hidrocarburífero para Bolivia, Subirana dijo que las energías renovables son, en efecto, una tendencia mundial pero que el problema es su poca eficiencia. Es decir, remarcó el alto costo que representa su generación reconociendo, empero, que la crisis del sector orilla a pensar prácticamente en todas las alternativas posibles.

 

“Ya no somos el productor-exportador sino que somos un consumidor-importador puesto que la caída brutal del sector hidrocarburos en 2014 nos obliga a pensar cuál es el rol al que ahora jugamos como economía, como país”, acotó remarcando que se debería empezar a trazar las líneas para una nueva arquitectura en el sector, a partir de normas que atraigan inversiones que, en su criterio, es la verdadera génesis del problema.

 

En este marco, Subirana fue enfático en la necesidad de cambiar la Ley de Hidrocarburos puesto que, en su criterio, “es muy difícil pedir nueva siembra con una ley que fue diseñada para quitar cosecha, entonces, necesitamos un marco normativo más actual, una normativa adecuada a la situación en la que nos encontramos”, aunque considera que, en términos de tiempo, hay bastante retraso y afirmó que debido al año preelectoral, la situación tiende a agudizarse.

 

“…se debe investigar a fondo las inversiones realizadas en la gestión de Evo Morales en el tema litio, pues se trata de plantas que nunca habrían llegado a funcionar a cabalidad…”

 

 

¿SE PUEDE AUN APALANCAR EL SECTOR HIDROCARBURÍFERO?

 

Según Carlos Poveda, la inversión destinada por YPFB para exploración y explotación, es mayor que los ingresos brutos que tiene YPFB, por lo tanto, asegura que la estatal petrolera no tiene la espalda para ni siquiera afrontar el reto de los 400 millones de dólares que piensa ejecutar en proyectos exploratorios.

 

“Necesita inversiones de riesgo. Por otro lado, la Ley de Hidrocarburos evidentemente fue una ley tranca que lo único que hizo fue medrar, monetizar rápidamente lo que ya se había descubierto años antes, y todavía había que hacer inversiones de desarrollo, pero, en 2009 el MAS nos viene con la nueva Constitución Política del Estado al punto que si queremos un cambio radical, tenemos que modificar todo el marco legal pues YPFB no puede seguir a cargo de toda la cadena de los hidrocarburos”, precisó como una recomendación dirigida a potenciar el sector en Bolivia.

 

NO HAY MATERIA PRIMA PARA BIOCOMBUSTIBLES

 

Requerido sobre la viabilidad de los biocombustibles en la matriz energética boliviana, dijo que el problema fundamental es que no hay la materia prima para activar las tres plantas que el actual Gobierno tiene en agenda, como alternativa para la sustitución en la importación de diésel y la gasolina.

 

Dijo que en el marco de una investigación se ha establecido que tanto la CAO como ANAPO, tienen comprometido todo su aceite vegetal crudo para la exportación a no ser que el Gobierno decida utilizar el mismo bajo medidas de presión poniendo en riesgo a la industria aceitera del país, en la lógica de activar otro sector, como una estrategia estrictamente electoral.

 

En opinión de Poveda, para ninguna de las factorías de biodiésel en El Alto, Buena Ventura y Santa Cruz, hay materia prima para sustituir aproximadamente el 22% de la demanda en 2030 y que el funcionamiento de las tres significarían una erogación de 700 millones de dólares que tampoco existirían, además del desastre ecológico que están provocando a partir de la ampliación de la frontera agrícola con el objetivo de aumentar la producción de “materia verde”, dirigida a la producción de biodiésel.

 

En esta lógica, sostiene que los incendios estan siendo provocados principalmente para apuntalar el biodiésel en Bolivia mientras que la producción de etanol, para complementar el 12% a la gasolina, está en problemas debido a que el Gobierno adeuda 40 millones de dólares del suministro de alcohol anhí- drido para este fin sabiendo que, además, hay la idea gubernamental de no sólo mezclar el 12% sino incrementar al 15% cuando ninguno de los motores de los 3 millones y más de vehículos que hay en el país son motores flexibles y sólo aceptan el 10 por ciento. Poveda asegura que ni el alcohol ni el biodiésel van a ingresar adecuadamente a la matriz energética del país y peor aún la energía eléctrica.

 

CRITERIO TÉCNICO

 

En esta parte de la conversación, Juan Fernando Subirana dijo que en la medida de lo posible, cuando se vaya a considerar el cambio de la arquitectura del sector energético en Bolivia, será necesario escuchar criterios técnicos para evitar las “impericias” cometidas en el marco de lo que viene siendo la gestión del sector de los hidrocarburos, poniendo como ejemplo algunos desajustes en temas medio ambientales y de seguridad industrial.

 

…los incendios están siendo provocados principalmente para apuntalar el biodiésel en Bolivia…

 

 

“Hay varios factores que necesitamos ajustar dentro del sector si lo que se quiere obviamente es revitalizarlo y volver a tener una producción activa. Lastimosamente, con toda la arquitectura legal que hoy se tiene es muy complejo porque no existe una posibilidad real de inversiones fuera de las áreas que hoy se tiene en agenda”, dijo Subirana, acotando que probablemente todavía se esté a tiempo de planificar el siguiente ciclo en tanto es urgente cambiar la matriz, concretando proyectos en favor del país.

 

TRANSPARENTAR LA GESTIÓN DEL LITIO

 

En relación a si se reeditarían errores en el tema litio, ambos coincidieron en que no existe información cabal sobre lo que efectivamente se está haciendo al respecto, demandando transparentar aspectos como la cuota tributaria, el nivel de inversiones y las características de los acuerdos con las empresas adjudicadas para, por ejemplo, la Extracción Directa de Carbonato de Litio, requerido solamente como materia prima para el gran mercado de la China, destino preferente de esta exportación.

 

“No hay un dato real, hay demasiado hermetismo, por lo cual, más que proponer un cambio, me gustaría que se transparente la información para ver qué oportunidades y qué lecciones aprendidas de otros rubros estratégicos existen y evitar errores de impericia, al menos”, subrayó Subirana mientras otros analistas consideran que se debe investigar a fondo las inversiones realizadas en la gestión de Evo Morales en el tema litio, pues se trata de plantas que nunca habrían llegado a funcionar a cabalidad y al momento, según el propio ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, habrían cumplido su ciclo, con una inversión de más de 900 millones de dólares.