Ejecutivos de YPFB sostienen que se ha desplazado casi totalmente la importación de urea granulada para el fortalecimiento del agro en...###

BOLIVIA ES AUTOSUFICIENTE en la provisión de urea al mercado local


Ejecutivos de YPFB sostienen que se ha desplazado casi totalmente la importación de urea granulada para el fortalecimiento del agro en el país, y se muestran optimistas en las proyecciones de este fertilizante, pese a la reducción de reservas de gas…

 

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EDICIÓN 123 | 2023

Vesna Marinkovic U.

 

Gabriela Delgadillo, gerente de productos derivados e industrializados de YPFB Corporación,  sostuvo que “somos autosuficientes en la provisión de este fertilizante nitrogenado como es la urea granulada y vemos también que en estos 6 años este crecimiento nos ha permitido desplazar casi en su totalidad las importaciones de urea”.

 

Aseguró que este es el resultado de un trabajo sistemático de YPFB junto a un equipo de Ingenieros Agrónomos, incluso antes de la puesta en marcha de la planta de urea, ubicada en Bulo Bulo, localidad del trópico cochabambino.

 

Destacó el crecimiento exponencial de la demanda de urea en el país, señalando que de acuerdo a datos estadísticos disponibles, antes de 2017 se tenía una importación de 20,000 toneladas y acotó que durante la gestión 2022 la planta cerró con 66,000 toneladas para el mercado interno.

 

José Luis Domínguez, funcionario de YPFB, donde establece estrategias de comercialización, investigación y desarrollo del mercado interno de la urea, precisó que antes del funcionamiento de la planta en 2016, toda la urea que se utilizaba en Bolivia era de importación, proveniente principalmente de Rusia y agregó que actualmente el 99% de esa urea es provista por la planta de amoniaco y urea del Chapare.

 

EXPORTADOR NETO DE UREA

 

De ese prácticamente 100% de producción de urea, Delgadillo dijo que entre el 10 y el 15% abastece la demanda del mercado interno y el saldo, entre el 85 y 90% de la producción, se destina a mercados de exportación; principalmente a Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina y Perú, lo cual convierte a Bolivia en un “exportador neto” de este fertilizante.

 

 

Asimismo, Domínguez destacó la presencia de “buenos socios” como la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), que habría incrementado significativamente su consumo de urea, junto a socios empresariales y estatales indicando que en este último año se ha realizado contratos con empresas públicas que proveen este fertilizante directamente a los pequeños agricultores, proyectando llegar a las 100,000 toneladas los próximos años. “Esto incrementa los rendimientos y aumenta la disponibilidad de alimentos tanto para el mercado interno como externo”, dijo Domínguez.

 

MERCADO INTERNO, LA PRIORIDAD

 

Tanto Delgadillo como Domínguez remarcaron que la prioridad es el abastecimiento de la demanda interna de urea, aunque destacaron la potencialidad del mercado brasilero en materia de consumo de urea agregando que las zonas productivas mayores de Brasil, están cerca de la frontera boliviana, precisamente.

 

El presidente del Directorio de Anapo, Fernando Romero, destacó las bondades de la urea para potenciar la fertilidad de los suelos dentro de lo que son las políticas fundamentales de sostenibilidad de la producción de soya principalmente, indicando que como institución tienen un programa de comercialización directa con sus asociados a través de YPFB, proyectando para este año la venta directa de 9,000 toneladas de urea a sus asociados, avizorando una demanda de 100 mil toneladas/año. 

 

PLAN NACIONAL DE FERTILIZACIÓN

 

 En esta línea, Romero enfatizó la importancia de consolidar un plan nacional de fertilización y nutrición vegetal que incida en la investigación, la capacitación técnica, la recuperación y manejo de suelos así como la disponibilidad, oferta y la comercialización también de la urea, en el marco de lo que debería ser una agenda público-privada , entre Anapo y el sector gubernamental.

 

 “Una agenda nacional no sólo hacia el uso de soya o maíz, que son los cultivos que producimos en esta región”, planteó Romero a tiempo de sugerir la importancia de combinar esta iniciativa con herramientas como la biotecnología en los diferentes cultivos que son parte de la actividad agrícola en el país.

 

En relación al factor precio, Romero dijo que este lo fija YPFB y que el mismo ha ido variando. “En algún momento el precio más bajo que tuvimos estaba alrededor de 300 dólares la tonelada subiendo hasta de 640 y, actualmente, está alrededor de los 420 dólares”, subrayó a tiempo de hacer notar que la urea de exportación tiene precios preferenciales, afirmando que este es un tema que debe ser trabajado en conjunto, toda vez que la urea se ha convertido en una herramienta “fantástica” para potenciar la actividad del agro. 

 

En algún momento el precio más bajo que tuvimos estaba alrededor de 300 dólares la tonelada subiendo hasta de 640 y, actualmente, está alrededor de los 420 dólares”

 

 

Delgadillo aclaró que si bien los precios de la urea son muy fluctuantes a nivel internacional, aclaró que YPFB utiliza la plataforma ARGUS, utilizada por los principales productores de urea del mundo, para la fijación de sus precios a nivel del mercado interno como externo, subrayando que si el precio de la urea a mercados de exportación es inferior al que se vende en Bolivia, esto se debe a la necesidad de tener precios competitivos.

 

“Pero nosotros fijamos nuestro precio de urea al mercado interno bajo la premisa de que siendo Brasil nuestro principal mercado de exportación, el agricultor boliviano siempre va a tener mejores condiciones que el agricultor brasileño”, dijo remarcando que al precio de exportación se le tiene que ir sumando costos logísticos, aduaneros y otros para que sea un producto más competitivo frente a la urea proveniente de Rusia o China, cuyos precios inciden significativamente en el mercado global. 

 

En esta línea, Delgadillo remarcó que “fertilizar no es un costo es una inversión” y que Bolivia podía convertirse en un centro importante de venta de urea en la región, con Brasil como mercado cautivo.

 

Los tres participantes del coloquio de ENERGÍABolivia, coincidieron en que tanto el incremento de la demanda de fertilizantes a nivel global como el crecimiento del agro, inciden significativamente en el potenciamiento del consumo de urea, sin embargo, hubo alguna divergencia al ser consultados sobre la disponibilidad de materia prima, sobre todo ahora que en Bolivia el propio Gobierno ha reconocido que se “ha tocado fondo en materia de reservas de gas”.

 

Mientras Delgadillo y Domínguez dijeron que la disponibilidad de gas para la producción de urea estaba garantizada en el país, en función de los planes de exploración y explotación diseñados por el Gobierno, que incluye incluso el funcionamiento de las plantas de separación de líquidos de Río Grande y Gran Chaco, Romero fue más cauto señalando que reportes de prensa no son muy optimistas al respecto. Desde afuera de YPFB se afirma que la producción de urea en Bolivia se ha vuelto al menos un tema “polémico”, principalmente debido a la declinación de la producción de gas.

 

“…la disponibilidad de gas para la producción de urea estaba garantizada en el país, en función de los planes de exploración y explotación diseñados por el Gobierno…”