El nuevo presidente de la Asociación Española de Productores de Energías Renovables APPA, la institución de referencia de este sector en España, asegura que la dependencia energética del modelo español es el mayor problema y lamenta el veto legal del Gobierno de Rajoy a las renovables. ###

¿Cuál es la realidad

del modelo

energético español?

Vesna Marinkovic U.

¿Continúa el veto legal al desarrollo de las energías renovables en España, ¿cuál la razón fundamental para esta medida?
La moratoria a las energías renovables, establecida por el Real Decretoley 1/2012, de 27 de enero, no tiene una fecha definida de finalización por lo que, hasta una regulación en contrario se mantiene. Esta ley afecta a todos los incentivos económicos de lo que en España se conoce como Régimen Especial, aquellas tecnologías que resulta de interés desarrollar: cogeneración, energías renovables y tratamiento de residuos.

La razón fundamental es paralizar los nuevos proyectos que supongan un coste adicional al establecido por el mercado mientras se resuelve el problema del déficit tarifario. Lamentablemente, esta medida no resolverá este grave problema. Sólo si aprovechamos esta moratoria como una inflexión para eliminar de los costes del sistema eléctrico aquellos que no lo son y replantearnos el funcionamiento del mercado eléctrico tendrá sentido.

¿Esta decisión ha sido consultada con el sector?
La decisión no fue consultada con el sector. En su momento se entendió que la moratoria constituiría una medida temporal para reorganizar el mercado eléctrico nacional. Sin embargo, nueve meses después de la moratoria no se han abordado los grandes problemas del sector energético como la dependencia de las importaciones. Es necesario acabar con el déficit tarifario pero, en paralelo, España debe desarrollar y establecer un escenario a futuro de cuál queremos que sea nuestro modelo energético.

El presidente saliente de APPA señalaba que la paralización del sector, es un grave golpe a las posibilidades de recuperación económica de España, ¿coincide con este criterio?
Por supuesto. Las energías renovables constituyen una magnífica fuente de generación de empleos porque son las tecnologías que más puestos de trabajo generan por megavatio instalado, con mucha diferencia. Adicionalmente, tenemos que entender que la dependencia energética española de las importaciones, superior al 80%, es una pérdida de divisas para nuestro país. En los últimos seis años, España ha tenido un saldo comercial negativo de 211.373 millones de euros en el apartado energético.

Un reciente estudio de Ernst & Young concluye que los costes para producir un MWh con eólica generan 56 euros de Valor Añadido Bruto para el país y producirlo con gas solo genera 16. Sí, además tenemos en cuenta que la eólica genera alrededor del doble de puestos de trabajo, está claro que es un motor de crecimiento sostenible medioambiental y económicamente.

Desde la emisión del Real Decretoley 1/2012 que paraliza el sector de las renovables, cuando en el resto del mundo se declara su priorización, ¿qué gestiones ha realizado la APPA para revertir esta situación?
Como puede imaginarse las acciones de la Asociación han sido muy numerosas y a distintos niveles. Sin embargo, esta moratoria no es comparable a otras decisiones como las medidas retroactivas que se tomaron en 2010. Si un Gobierno determinado opta por no apostar por las energías renovables, se podrá denunciar que la ley evitará reducir la dependencia energética, ir en contra de las directivas europeas y cumplir los objetivos vinculantes comprometidos con Bruselas y argumentar que los beneficios de estas energías son muy superiores a los costes pero la responsabilidad última de la decisión corresponde al Gobierno. Si apuesta por un modelo energético en el que no se desarrollan las renovables y tenemos más de un 80% de importaciones energéticas, esa es una decisión que tendrá que explicar a sus ciudadanos. Mientras tanto, perdemos día a día en el terreno internacional una posición que habíamos conquistado tras más de tres décadas de trabajo.



¿Cómo graficaría los problemas centrales del actual modelo energético español?
El problema más importante es la dependencia energética de las importaciones de combustibles fósiles. No sólo por los costes actuales que ya hemos visto que son muy altos sino porque esta exposición a la importación de combustibles es una amenaza para toda la economía española. La energía es el principal input de cualquier modelo económico, si dependemos en más de un 80% de las importaciones estamos a merced de los cambios en los precios de los carburantes y costes energéticos de nuestras empresas. Si una subida en el precio del petróleo es preocupante para la Unión Europea, que necesita importar alrededor de la mitad de su energía, para España es una situación dramática. Existen otros problemas como una mayor competencia o la transición hacia una generación más distribuida y descentralizada, tanto de electricidad como de usos térmicos, pero el principal problema es la dependencia energética.

¿Las energías renovables participan de alguna manera del déficit tarifario en España?
Por supuesto. Las energías renovables constituyen un coste más del sistema eléctrico. Sin embargo, el déficit tarifario no está causado por estas energías. Como no está causado individualmente por la energía nuclear o por el transporte. El déficit se genera por la decisión política de no repercutir los costes reconocidos del sistema eléctrico al consumidor. En España todos asumimos que si sube el petróleo, subirá la gasolina, pero no entendemos que si lo que sube es el gas natural o si queremos invertir más en la red de transporte o desarrollar las renovables, subirá la electricidad.

Los costes de las primas a las energías renovables son una partida que ha ido aumentando por la incorporación de tecnologías con alta retribución y porque la contribución de las renovables al sistema eléctrico cada vez es mayor. Pero cuando en el año 2008 esta partida del sistema empieza a tomar importancia, el déficit tarifario ya era de 15.000 millones de euros. Ese año, las primas fueron 2.397 millones y el déficit tarifario que se generó superó los 5.800 millones. Y estamos comparando sólo las primas, que son el coste, sin tener en cuenta los beneficios. Aunque no existiera un solo beneficio, las energías renovables no servirían para explicar por si solas el déficit tarifario.

¿Está de acuerdo en que uno de los beneficios de las energías renovables es la reducción de la dependencia energética de España del exterior?
Indudablemente. Las inversiones a nivel mundial superaron los 257.000 millones de dólares anuales durante 2011 y esta apuesta global no es por los compromisos medioambientales. Las razones para la apuesta por las renovables son más pragmáticas y es que las naciones tienen que asegurar su suministro energético futuro y esto sólo se puede hacer con energías renovables, que son autóctonas. No es una cuestión de ser 100% autónomos sino de que tu dependencia como país esté dentro de unos parámetros razonables. España no tiene reservas energéticas más allá de carbón y renovables. Si queremos aumentar nuestra independencia energética y cumplir, en paralelo, los objetivos medioambientales en el desarrollo de las renovables es necesario.

En este escenario, ¿cómo ve las perspectivas de las renovables en España y en Europa en general?
En España, a medio plazo, se seguirán desarrollando las energías renovables. El problema es que, para entonces, podemos haber destruido nuestro tejido empresarial. No se puede pretender que las empresas esperen sin negocio y sin hacer nada. Aquellas empresas españolas que no puedan internacionalizarse, si la moratoria se prolonga en el tiempo, desaparecerán.

En Europa, es suficiente con ver los datos del pasado año. Más del 70% de la nueva potencia instalada en la Unión Europea durante 2011 fueron energías renovables. La primera tecnología fue la solar fotovoltaica, con 21.000 megavatios instalados, y la tercera la eólica, con 9.616 megavatios. Estas cifras nos dan una idea clara de hacia dónde va Europa que no sólo tiene objetivos vinculantes para 2020 en este sentido sino que está trabajando en una planificación para 2050 donde las energías renovables tendrán un peso aún mayor. Si una subida en el precio del petróleo es preocupante para la Unión Europea... para España es una situación dramática