Consolidar el negocio del H2V en Bolivia, pasa por la reducción del subsidio de gas natural para generación de electricidad. Esta variable sería fundamental …###

“Modelo para el Desarrollo Estratégico del HIDRÓGENO VERDE EN BOLIVIA”


Consolidar el negocio del H2V en Bolivia, pasa por la reducción del subsidio de gas natural para generación de electricidad. Esta variable sería fundamental ya que, de otra manera, el vector energético competirá en condiciones poco favorables…

 

EDICIÓN 120 | 2023

Oscar Siles, DAEN, CCP, PMP (*)

 

En la feria FINERGY se presentó el Modelo para el Desarrollo Estratégico del Hidrógeno Verde en Bolivia. Habida cuenta que este es un tema muy complejo y de alto impacto en el desarrollo nacional de un país, hemos abordado primeramente desde lo macro hasta puntualizar lo que Bolivia requiere para arrancar con el desarrollo del hidrógeno verde como vector energético.

 

Primeramente, es importante entender hoy que el hidrógeno se considera como un vector energético, ya que si bien su uso y aplicación data de más de cien años atrás en industrias principalmente de petróleo, gas, siderurgia, industria, etc., actualmente se lo concibe y desarrolla como un eslabón clave en la cadena de valor energético rumbo a la descarbonización del planeta. Es así que se denominan varios tipos de colores de hidrógeno según su forma de producción, tales como hidrógeno verde (a través de electrólisis), azul (gas natural con captura de CO2), turquesa (pirólisis del metano), rosa (energía nuclear), gris (en base a fósil).

 

DE LA PRODUCCIÓN MUNDIAL DEL HIDRÓGENO

 

La producción mundial actual de hidrógeno, en base a recursos fósiles, es de alrededor del 80% (IEA, 2021), lo que significa que las emisiones de CO2 son muy significativas en este proceso. Su aplicación es muy amplia, lo que hoy se denomina el “Power to X” que comprende aplicaciones en la industria pesada (refinerías, acero, e-fuels), industria ligera (vidrio, aceites, calor industrial), “Power to gas” (mezcla del H2 con gas natural, metanación), integración de redes eléctricas (almacenamiento de energía, turbinas, combustión combinada con diésel o gas), movilidad (livianos, pesados, trenes, buses, marítimo, montacargas).

 

En el contexto internacional, Bolivia es país firmante para coadyuvar con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y, ocho de estos tienen relación directa y estructurada con el tema energético (agua limpia y saneamiento, energía asequible y no contaminante, industria innovación e infraestructura, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsables, acción por el agua, vida submarina, vida de ecosistemas terrestres).

 

Según Our World in Data (2020) del total de emisiones de CO2, más del 73% provienen del consumo energético mundial, dentro del cual, la generación de electricidad y transporte son los más relevantes.

 

Si damos una mirada rápida a la transición energética mundial, podemos ver que el balance energético global (IEA, 2022) tiene predominancia con el petróleo, carbón y gas como fuente primaria en un 70%, lo cual es preocupante desde el punto de vista de alcanzar el Net-Zero. Por otra parte, según OLADE, 2022, el balance energético de América Latina y el caribe (LAC) muestra misma relación que a nivel global, pero, con un 65% de predominancia de los fósiles ya mencionados, mientras que Bolivia se acerca alrededor del 80% de dependencia de los recursos fósiles (principalmente gas).

 

DEPENDENCIA DE LOS FÓSILES

 

En este punto se puede concluir que hay una relación lineal a nivel global, LAC y Bolivia en relación a la dependencia de recursos fósiles. Respecto de las emisiones de CO2 y según OLADE, el año 2021 a nivel global se tenía un total de aproximadamente 34 Giga toneladas de CO2, mientras que Bolivia aporta con sólo 22 Millones de toneladas, lo que significa un 0,065% del global y 1,45% de LAC, valores por cierto demasiado bajos en relación al total, sin embargo, los efectos y consecuencias del cambio climático son significativos para el país.

 

El ecosistema de hidrógeno verde (H2V) a nivel global muestra que hay mayor madurez en términos de políticas públicas de apoyo al desarrollo del vector energético en países como U.S.A., Canadá, Unión Europea, Rusia y algunos países asiáticos. Esta situación tiene relación directa con el avance tecnológico e implantación de proyectos de H2V. Sin embargo, aun existe un punto crítico por resolver para hacer que el H2V sea competitivo en comparación con otros energéticos tradicionales, y este es el costo de producción, un tema de mucha actualidad que está concentrando bastantes esfuerzos para alcanzar el costo económico más bajo y su posterior producción a gran escala. En este análisis se evidencia que el costo de la electricidad incide entre un 65-75% del costo total de producción de H2V, dependiendo de la tecnología del electrolizador que se utilice. Varios organismos internacionales reconocidos en el área energética como IRENA, IEA, H2LAC, OLADE, DELOITTE, entre otros, están realizando estudios profundos bajo diferentes escenarios tecnológicos de producción, electricidad, operabilidad, etc., obteniendo insumos de I+D+i de centros de investigación de hidrogeno verde a nivel global.

 

Otro de los puntos críticos en la definición comercial de la cadena de negocio del H2V es el transporte y almacenamiento, problema muy significativo por resolver tanto desde el punto de vista técnico-tecnológico, costos asociados, materiales, condiciones de manipulación, etc. Estos puntos críticos, una vez sean superados, serán la base fundamental para certificar el grado de calidad “verde” del hidrógeno que se comercialice, para eso, ya hay organismos (IEA, INT. PTX HUB) que están abordando posibles configuraciones para certificar el producto H2V desde su origen de producción a través de trazabilidad.

 

NUEVOS MODELOS

 

El negocio emergente del H2V traerá consigo la configuración de nuevos modelos dentro la cadena de valor, estos podrán incidir en sus diferentes eslabones como el desarrollo del proyecto, suministro de tecnología y componentes críticos, fase EPC, O&M, gestión de activos. Los “players” tradicionales tendrán que dinamizar su visión de negocio y sus estructuras operativas para encajar en este nuevo negocio.

 

Por su parte, en LAC la situación es muy similar a lo que ocurre a nivel global solamente en menor intensidad a excepción de Chile que está considerado entre los 5 países a nivel global con mayor avance en el desarrollo del H2V. Según el organismo H2LAC, 2022, da cuenta que los países que tienen un avance legislativo más avanzado en la región son Chile y Colombia, seguidos por Brasil y Argentina; y en lo que respecta a las Hojas de Ruta para el H2V, muestra que Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay, ya han publicado sus estrategias, mientras que Brasil y Costa Rica están concluyendo el desarrollo de las mismas. El resto de países, entre los cuales está Bolivia, tienen planificado lanzar su Hoja de Ruta esta gestión o el 2024.

 

EN BOLIVIA, UN LARGO CAMINO

 

Habiendo contextualizado la situación actual en relación al desarrollo del H2V a nivel global y LAC, podemos evidenciar que en Bolivia hay un camino muy largo por recorrer para ingresar en la carrera de descarbonización hacia el H2V. Según el MHE (Balance Energético Nacional 2006-2021), lanzado el 2022, la producción de energía primaria en Bolivia, en base a gas natural, es alrededor del 81%, lo que nos hace esencialmente dependientes de este recurso fósil. En otro eje energético nacional, se vienen desarrollando e implantando proyectos renovables como plantas fotovoltaicas, eólicas y centrales hidroeléctricas de significativa capacidad para el sistema eléctrico nacional, además de geotermia, que si bien están sumando una capacidad instalada de potencia para ofrecer en un cien por ciento prácticamente por encima de la demanda actual de Bolivia, habría que analizar si estos proyectos están bajo el paraguas de una “gran estrategia energética de Estado” y cuál será su aporte en el desarrollo del H2V.

 

Con todo el bagaje de datos e información enunciados, se ha visto la necesidad de plantear un “Modelo de Desarrollo Estratégico del H2V para Bolivia”. Este modelo es el resultado de varios meses de investigación en temas energéticos globales, regionales y nacionales, orientados hacia la transición energética, descarbonización de la economía y desarrollo del hidrógeno. Importante destacar que estos temas energéticos tienen impactos significativos, sino decisorios, en las economías, desarrollo de países, etc., por lo que deben ser encarados no solamente desde el punto de vista técnico ingenieril, más al contrario, por áreas como economía, finanzas, medio ambiente, regulación, jurídica, social, gremial, académico, es decir, involucrar a todos los actores clave del Estado que impactan o se ven impactados por el desarrollo energético.

 

EL MODELO PLANTEADO

 

El modelo planteado se apoya en cuatro ejes estructurales holísticamente integrados: energía, economía, sociedad y planeta. Ha sido establecido en 3 fases: Fase1 Analítica y de Definición, Fase 2 Estructuración e Integración del Ecosistema H2V, Fase 3 Ecosistema H2V integrado y operando. Para dar inicio a la Fase 1, partimos de 3 elementos que sustentan el mismo: compromisos internacionales (ODS) asumidos por Bolivia, aspiraciones nacionales energéticas, transición energética justa-equitativa-oportuna. Estos elementos subyacen al Desarrollo Nacional, Seguridad Nacional y Seguridad Energética del país.

 

El desarrollo de la Fase 1 contiene variables que tienen alta complejidad en su análisis, discusión, debate, propuesta, consenso y decisión, por lo que, una vez más se evidencia la urgente necesidad de participación organizada y planificada de diferentes entes estatales y privados multisectoriales, para que aporten según su especialidad y rol que juegan en el ecosistema energético nacional.

 

Hablemos de algunas de estas variables críticas. El Sistema Eléctrico Nacional Boliviano debe ser modelado con una visión de integración en el tiempo de energías renovables e hidrógeno verde como mecanismo de almacenamiento de energía eléctrica, así como también, realizar una actualización oficial del balance energético nacional.

 

Una segunda variable de entrada al modelo es el modelamiento y configuración actual del sistema de generación con energías renovables para entender claramente su impacto en el desarrollo del H2V. la tercera variable, no menos importante, es la estructura normativa y regulatoria en relación al ecosistema renovables-H2V, entender qué se necesita para su diseño e implantación nacional, limitaciones, riesgos, oportunidades, etc.

 

La cuarta variable es la Hoja de Ruta de H2V, documento muy importante que debe contener la línea estratégica que proyecta alcanzar el país en un horizonte de tiempo y que sirve de base para la planificación energética hacia el H2V. La quinta variable es muy importante por tratar de un centro de investigación en hidrógeno, vale decir, visualizar un ente que represente el brazo de investigación científica en temas de producción, materiales, transporte, almacenamiento de hidrógeno para completar la cadena de valor.

 

La sexta variable está referida a la eficiencia energética, descifrando de manera apropiada cuál es el avance actual, intensidad y grado de aplicación en los diferentes niveles del país. La séptima variable de análisis está relacionada con la migración de la matriz energética de fósil hacia electricidad, esto implica visualizar, la electro-movilidad en diferentes ámbitos, electrificación de los sistemas energéticos domiciliarios e industriales para mencionar algunos. La octava variable, de entrada al modelo, está referida a un tema muy controversial y de impacto, pero al mismo tiempo altamente necesario poner en la mesa de discusión; y es el análisis a la reducción del subsidio de gas natural para generación de electricidad. Esta variable es determinante para pensar en consolidar el negocio del H2V en Bolivia, ya que, de otra manera, el vector energético competirá en condiciones poco favorables si la electricidad proveniente del gas natural está subsidiada.

 

La novena variable del modelo tiene relación con las emisiones de CO2 por parte de las empresas generadoras de electricidad, industria grande y mediana principalmente. A diferencia de los bonos de carbono que se vienen practicando desde hace algunas décadas a nivel global, analizar la alternativa de imponer un arancel a las emisiones de CO2, es decir, una especie de impuesto según el nivel de emisiones generadas por parte de los actores ya mencionados.

 

…debe concretarse alianzas, consensos y pactos para que todos los actores compartan la visión de Estado en relación al desarrollo energético…”

 

 

La décima variable también tiene un grado de complejidad elevado ya que involucra las componentes sociales y económicas del país, está referida a la alineación del Estado con la industria, academia y sociedad civil (organizada, gremial, sectorial, etc.), es decir, debe concretarse alianzas, consensos y pactos para que todos los actores compartan la visión de Estado en relación al desarrollo energético hacia el H2V. La última variable del modelo planteado quizás es la mayor debilidad en Bolivia y Latinoamérica en general, la educación y concientización energética, que debiera ser transversal en la formación desde el nivel escolar en primaria, universidades, barrios, empresas, gremios, comunidades, colegios de profesionales, entre otros.

 

Las variables mencionadas arriba deber ser procesadas en la Fase 1 a nivel de análisis, evaluación, modelamiento y propuestas para definir una estructura integrada que apunte al desarrollo y consolidación de la transición energética hacia el H2V. La Fase 1 se caracteriza por comprender una sub fase analítica de lo ya existente y otra de definición y/o creación. Las variables que se tratan en esta fase deben ser cuidadosamente interconectadas, complementadas y definidas con sinergia, aprovechando los recursos disponibles y optimizando su uso efectivo.

 

 

La Fase 2 del modelo involucra acciones de estructurar, desarrollar, financiar, implantar e integrar cada una de las soluciones del ecosistema H2V que se ha definido en la Fase 1. Cada una de las variables ya mencionadas contienen una serie de programas de proyectos que deben ser operativizados en esta fase. Una vez más, para lograr el éxito en el modelo, estas variables traducidas en proyectos deben trabajar de manera armonizada y conectada entre sí.

 

La Fase 3 muestra un ecosistema de H2V integrado y operativo, en donde las variables analizadas y definidas, que han sido traducidas en proyectos estratégicos hacia el H2V, se cristalizan en proyectos concluidos y en proceso de conclusión para dar forma al ecosistema H2V. En esta fase de identifican dos sub fases, una de ellas, la captura de resultados y lecciones aprendidas; y la otra, mejora continua del ecosistema H2V.

 

Podemos decir que el modelo como tal muestra una conceptualización coherente, secuencial y de visión integral, sin embargo, en la realidad depende de factores muy sensibles como la visión estratégica y la voluntad política de los actores circunstanciales en el país, lo que complejiza más las aspiraciones energéticas nacionales para hacer realidad el desarrollo del hidrógeno verde en Bolivia. Este modelo es mejorable, complementable, debatible y requiere el concurso y participación de equipos profesionales multidisciplinarios para su profundización.

 

…la educación y concientización energética, que debiera ser transversal en la formación desde el nivel escolar en primaria, universidades, barrios, empresas, gremios, comunidades, colegios de profesionales, entre otros”

 

(*) Ingeniero Eléctrico, actual Presidente de la AEE Capitulo Bolivia (Asociación de Ingenieros de Energía con sede en USA).