Frente a la declinación de campos gasíferos, menores ingresos por exportación de gas, una poco saludable...###

Los negocios basados en la extracción de recursos naturales SON COYUNTURALES


Frente a la declinación de campos gasíferos, menores ingresos por exportación de gas, una poco saludable importación de diésel y gasolina, junto a la baja actividad exploratoria y una actividad de prospección solamente a cargo de YPFB, recomiendan realizar ajustes.

 

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EDICIÓN 119 | 2023

Vesna Marinkovic U.

 

Preocupa la situación del sector hidrocarburífero en Bolivia, todos los megacampos de gas natural como San Alberto, Margarita e Incahuasi, están en declinación. Las proyecciones de inversión son negativas y la posibilidad de terminar como país de tránsito para la venta de gas entre Brasil y Argentina, es cada vez más recurrente, según expertos invitados al coloquio mensual de la revista ENERGÍABolivia.

 

Para Iver Von Borries, del estudio jurídico Wayar & Von Borries, la situación del país es compleja especialmente a partir de la normativa vigente que tiene, en la Constitución Política del Estado, la Ley 3058 y especialmente el Decreto Supremo 28701 de mayo de 2006, de Nacionalización de los Hidrocarburos, una regulación que impide compatibilizar los intereses económicos entre el sector público y privado, lo cual habría conseguido desbaratar la economía nacional.

 

“La nacionalización de los hidrocarburos le está pasando factura a Bolivia, al extremo que en cosa de algunos años más podríamos estar importando gas de nuestros antiguos mercados como eran Brasil y Argentina”, dijo Von Borries al reconocer que más allá del rédito polí- tico que tuvo la nacionalización, ésta ha tenido efectos negativos en la economía nacional a mediano plazo, remarcando la incompatibilidad de medidas “asistencialistas”.

 

ECONOMÍA POLITIZADA

 

Para Jorge Gumucio, de Fundación Milenio, el mayor problema habría sido politizar en extremo la economía boliviana asegurando que la salida va por tomar medidas económicas como eliminar la subvención a los combustibles, y crear las condiciones para atraer inversión extrajera en la línea de encauzar el sector y la situación general del país.

 

En su criterio, la situación de fondo radica en que los mercados importantes de exportación de gas natural (Brasil y Argentina), son cada vez menores y el mercado interno, que consume gas a precio subsidiado, crece año a año. Una receta que nos llevaría a importar gas en el mediano plazo.

 

Por el momento, considera que el riesgo país es muy alto. “Estamos avanzando a un camino sin retorno y posiblemente en 2024, ya no vamos a exportar gas a la Argentina en firme y vamos a exportar una fracción de lo que hemos venido exportado a Brasil”, advirtió Gumucio coincidiendo con Von Borries en los bajos niveles de Inversión Extranjera Directa (IED), que existiría en Bolivia repercutiendo en una reducción significativa de la capacidad productiva del gas natural.

 

Haciendo números, Von Borries recordó que, según datos de la CEPAL, la IED en Bolivia no llega ni siquiera a 600 millones de dólares, frente a los altos niveles de Inversión extranjera en otros países de la Región como Brasil donde la cifra supera los 40,000 millones de dólares, entre 2021 y 2022.

 

Para ambos, la solución habría sido contar con una normativa legal que estableciera relaciones compatibles y garantistas con los inversionistas, y mantener la estabilidad exploratoria de gas para evitar, lo que en este momento sería una importación creciente de gasolina y diésel en tanto la demanda de carburantes ha crecido y la producción de gas y líquido asociado ha bajado. Según datos de Fundación Jubileo, la producción de gas cayó en -32% a 2023.

 

¿LOS BIOCOMBUSTILES, UNA OPCIÓN?

 

Consultados sobre si, en estas circunstancias, la opción de los biocombustibles podría ser una tabla de salvación para el abastecimiento interno de carburantes, señalaron que si se tratara de un negocio factible desde una perspectiva económica, habría que hacerlo, aunque manifestaron sus dudas al respecto, recomendando no cometer los mismos errores que con el negocio del gas.

 

…realizar una gestión adecuada de los mercados de gas natural, con el objetivo de recuperar la cualidad de país exportador neto de gas natural”

 

 

Tanto Von Borries como Gumucio coincidieron en afirmar que la inclusión de los biocombustibles en la matriz energética no va a solucionar el tema de fondo que es la necesidad de importar cada vez mayores volúmenes de gasolina y diésel.

 

En relación a la recuperación de campos maduros, como una forma de enfrentar la ausencia de gas y líquidos en Bolivia, coincidieron en señalar que se trata de una medida “parche”, más allá de si el Gobierno está o no trabajando en esta dirección.

 

SON NEGOCIOS COYUNTURALES

 

¿Si no hay gas qué otro recurso natural podría sustentar ahora la economía nacional?, se les consultó a ambos. Von Borries dijo que lo fundamental era comprender que los negocios basados en la extracción de recursos naturales son coyunturales. “Sin una adecuada política extractivista, los recursos no duran para siempre”, dijo en clara alusión a la escasa planificación con la que se habría encarado la bonanza proveniente de la explotación de este hidrocarburo en Bolivia.

 

Recomendó no cometer los mismos errores en alusión a la futura explotación del litio que, al momento, sería el recurso natural más apetecible para los inversionistas extranjeros en función a sus bondades con la electromovilidad y las nuevas tecnologías. En su criterio, no sería importante la procedencia de la inversión, pero, sí sería estratégico contar con una normativa que permita una exploración más planificada de este recurso, junto a una normativa “más amable” para la atracción de capitales.

 

Para Gumucio, la lectura “industrializadora” del actual Gobierno probablemente se extenderá de manera similar hacia la explotación y producción de litio, sugiriendo tomar “medidas estrictamente económicas”, a la hora de encarar este negocio para evitar consecuencias funestas, sustentadas en un discurso innecesariamente politizado alrededor de la gestión de los recursos naturales en Bolivia.

 

En este marco, frente a la declinación de campos gasíferos, menores ingresos por exportaciones de gas, una poco saludable importación de diésel y gasolina, junto a la baja actividad exploratoria y una actividad de prospección solamente a cargo de YPFB, los analistas recomendaron la urgencia de realizar ajustes económicos, y una nueva política energética que suponga cambios en el sector de los hidrocarburos y eléctrico.

 

Asimismo, consideraron vital disminuir la subvención a los hidrocarburos, y comenzar a desarrollar políticas coherentes con la realidad de Bolivia que ya no es un exportador neto de gas y necesita inversiones para reactivar su capacidad productiva y evitar la importación de gas en el mediano plazo.

 

…la solución habría sido contar con una normativa legal que estableciera relaciones compatibles y garantistas con los inversionistas…