Si averiguamos sobre el estado de la transformación digital a nivel global y en América Latina, los expertos nos dicen que esta se encuentra en una fase de transformación acelerada, excepto en la región donde la misma ostenta una fase inicial. En efecto, Gabriel Lelek, Gerente de las Divisiones Industriales Process Industries and Drives y Digital Factory de Siemens para los países de Perú, Ecuador y Bolivia; dice que, además, esta transformación en países desarrollados como la Unión Europea y EEUU es promovida y soportada por entidades estatales.

Asegura que los Estados están desarrollando nuevas herramientas tecnológicas e integrando sistemas automatizados a prácticas basadas en la nube, mientras en América Latina las empresas no cuentan con un plan de transformación digital y las entidades gubernamentales no han impulsado reformas y/o leyes que alienten al sector privado hacia dicha transformación. Con todo, afirma que empresas como Siemens están comprometidas con el apoyo a la industria en esta nueva revolución industrial poniendo a su disposición su tecnología.

Una disposición de tecnología que sin duda implica costos de inversión y nuevos desafíos aunque Lelek considera que el tiempo de retorno de inversión en tecnologías de transformación digital, cada vez se vuelve menor. Esto sería porque las nuevas tendencias tecnológicas permiten ahorrar costos de diseño, de producción, operación y así obtener productos y servicios cada vez más eficientes, con bajos costos de riesgo. Él considera que esto, conjugado con la globalización de internet, permite que  las soluciones tecnológicas estén  al alcance de todas las industrias incluso para las de América Latina, aunque sepamos que las cosas en la región no transcurren de manera tan idílica, por varias razones.

Los desafíos para la región, por tanto, son reales. Lelek dice que los requerimientos del consumidor actual que regulan los nuevos modelos de negocio cada vez están presionando más a la industria. Esto debido a que las empresas del sector privado deben concientizar el riesgo que representa no tomar parte de esta revolución digital y mentalizar que esta innovación permitirá recuperar el valor agregado en su cadena de producción, sea esta desde la utilización eficiente de materias primas hasta productos flexibles y de calidad que el mercado solicita. 

Sin embargo, es consciente de que pese a ello, es decir, pese a lo mucho que se habla actualmente de los beneficios que trae la digitalización, aun existe un lento desarrollo digital en nuestra región. Por lo que él considera necesaria una estrategia conjunta entre el sector público-privado, que aliente inversiones en tecnologías de digitalización,  promoviendo el uso de nuevas tendencias tecnológicas aplicadas a la cadena de valor de las empresas y que permitan una oferta especializada en infraestructura digital.

Esta lectura sobre la situación de la transformación digital también exige observar los riesgos implícitos de involucrarnos en nuevas formas de hacer las cosas como, por ejemplo, tener todos los archivos digitalizados. Al respecto Lelek opina que en los últimos meses se han dado ciber-ataques en compañías eléctricas y en los sistemas bancarios, dañando  activos y robando datos respectivamente; confirmando que tener datos digitalizados viajando por la red tiene un riesgo evidente. 

Con todo, asegura que empresas como Siemens ofrecen un amplio portafolio de softwares y equipos que permiten eliminar cualquier vulnerabilidad de los sistemas digitales y de esta manera asegurar un flujo de información totalmente protegido. Nos habla, por ejemplo, de los Siwtches Ruggedcom que permiten la protección de la data a través de firewares que eliminan los riesgos de ataques internos y externos. Al mismo tiempo, afirma que la digitalización supone un ahorro de energía objetivo.

“El incluir soluciones digitales en la cadena de valor de las empresas les brinda la posibilidad de tener un sistema de producción eficiente minimizando mermas y gestionando el correcto uso de los recursos. Con lo cual se obtiene un ahorro energético eficiente”, dice Lelek de manera concluyente invitando a tener una lectura integral sobre lo que supone, actualmente, el ingreso a la innovación tecnológica que, como todo, debe responder a la medida de desarrollo que cada país se imagina posible para su propia visión de las cosas; sin dejar de pertenecer a la dinámica de cambios que, en este momento, son parte de la denominada “modernidad”.

Una modernidad que por otro lado y hasta ahora solamente ha sido capaz de llegar de manera heterogénea dentro de cada uno de los países; especialmente en América Latina y el Caribe, región caracterizada por procesos desiguales, desordenados en el tiempo y en el espacio; lo cual implica comprenderla de manera peculiar y abre la posibilidad de pensar en una “otra modernidad” para la región; enfrentando sus carencias aunque sin olvidar sus ingentes recursos naturales que, sin duda, solventan la propia transformación digital.

FUENTE: EL DÍA
AUTORA: VESNA MARINKOVIC 

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