Una serie de despliegues y repliegues del Estado están marcando este siglo XXI.
En varios países de América Latina, por ejemplo, hay un despliegue importante de participación del Estado en empresas consideradas estratégicas como es el caso de YPFB en Bolivia y hasta en empresas vinculadas a la producción como es Papelbol.

En otros escenarios, como el europeo, acaba de llamar la atención un anunciado repliegue del Estado ruso de los activos de empresas incluso consideradas estratégicas.

Según un reporte de la agencia de noticias Reuters, el gobierno ruso “planea una nueva tanda de privatizaciones” del patrimonio federal calculado para un periodo de tres años.

Señala que, actualmente, el Estado ruso posee acciones en 2.337 empresas: 1.256 de ellas están controladas completamente por la administración estatal (posee el 100% de las acciones).

Acota que, “además, posee entre el 50% y el 100% de las acciones de 100 de estas empresas, entre el 25% y el 50% de las acciones de 227 empresas, y menos del 25% de las acciones de 754 empresas”, refiriendo una significativa participación del Estado en el manejo económico de ese país.

Acota que el programa aprobado propone privatizar 436 empresas y 514 empresas unitarias entre 2014 y 2016. Las empresas que abandonaría el Estado ruso estarían vinculadas, principalmente, al sector agrícola (225), al de la construcción (145), al comercio mayorista (123) y al sector editorial (116).

Aclara que “el gobierno prevé que, para 2016, el Estado habrá completado su proceso de salida del capital de aquellas empresas ajenas al sector petrolero y que no están relacionadas con los monopolios naturales ni con la industria de la defensa”.

Esto aclara que dicho plan privatizador no involucra a las empresas del sector energético por considerarlas estratégicas.

Sin embargo, la nota de Reuters también indica que:”En cuanto a RusHydro y el banco VTB, está previsto que el Estado reduzca su participación a un 50% de las acciones más 1.

También se pretende disminuir la participación de Rosneftegaz en Rosneft hasta un 50% de las acciones más 1. Hasta un 75% de las acciones más 1 es la reducción prevista para la participación del Estado en el capital de Transneft y RZhD (ferrocarriles rusos)”.

Es decir, Reuters advierte que pese a la insistencia de mantener un monopolio sobre las empresas consideradas estratégicas, como en efecto lo son las del sector energético, el Estado asume un claro repliegue al punto que Rosneft y RusHydro, serían parte de la nueva lista elaborada por el gobierno para la privatización prevista a partir de 2014-2016.

Según esta misma fuente, este repliegue del Estado en la economía rusa habría comenzado en 2008, cuando el entonces recién elegido presidente Dmitri Medvédev anunció, en una entrevista concedida a Financial Times la víspera de su sesión de investidura, que la privatización seguiría su curso bajo su mandato.

Remarca que durante todos los años que ejerció la presidencia, se habló de la necesidad de disminuir la participación del Estado en la economía, pero que esta no hizo otra cosa que aumentar.

Con todo, el mensaje claro es que pese a una actitud “antiprivatizadora” de Putin, la dinámica por traspasar el dominio de las empresas al sector privado, no ha sido neutralizada pese a que, como dice Reuters,” la mayor barrera en el camino de la privatización ha sido la prohibición de colocar las acciones en las bolsas de valores extranjeras”.



AUTOR
VESNA MARINKOVIC







FUENTE
EL DIA