La contaminación del agua ha comenzado a ocupar parcialmente la agenda de algunos gobiernos. Recientemente la prensa ha informado que técnicos de Petroecuador recogieron muestras de agua de ríos de Perú, Colombia y Brasil para comprobar el grado de contaminación tras un derrame de 11.480 barriles de crudo en la Amazonia norte de este país pero que por los afluentes fluviales viajó a esas dos naciones.

La agencia de noticias AP señala que la estatal petrolera del Ecuador indicó que a partir de los resultados, la empresa Oil Spill Response (Estados Unidos) definirá los procedimientos y los equipos que traerá para remediar los efectos de la contaminación

“Un comunicado de la empresa destacó que una comitiva con técnicos del Ministerio de Ambiente, Petroecuador, la fiscalía y un experto estadounidense en derrames de petróleo, cumplió un sobrevuelo de 900 millas en cuatro días en los que recogió muestras de agua en la zona de Iquitos, Perú; Leticia, Colombia; y Tabatinga, en Brasil”, refiere esta fuente de información.

Agrega que el agua será “analizada en el Centro de Servicios Técnicos y Transferencia Tecnológica Ambiental, de la Escuela Superior Politécnica del Chimborazo y en el Laboratorio Ambiental de Petroecuador”.

Según esta agencia noticiosa, “a partir del informe que presente la comisión, la empresa Oil Spill Response (Estados Unidos), contratada por Petroecuador para la remediación de las zonas afectadas, definirá los procedimientos y equipos que traerá al país para continuar con estas tareas en las riberas y vegetación de los ríos que recibieron el impacto del derrame de petróleo”.

Explica, en este marco, que el 31 de mayo, a causa de las intensas lluvias, se produjo un deslave de tierra y piedras en el kilómetro 82 del tubo, en la zona del volcán Reventador, que rompió un tramo de 100 metros del principal oleoducto del país andino indicando que en la zona se vertieron 11.480 barriles de petróleo y que el petróleo derramado viajó hacia el sur, a Perú y Brasil, por los cauces de los ríos Coca y Napo, este último uno de los principales afluentes del río Amazonas.

Al momento se sabe que la contaminación por petróleo, ocurre ya sea por su liberación accidental o intencionada en el ambiente, lo cual afecta a los seres humanos, al medio circundante (agua, aire, fauna y flora) de manera directa o indirecta, razón por la cual los gobiernos se están viendo obligados a considerar, al menos, medidas de remediación.

Expertos señalan que los efectos de los vertidos de petróleo sobre el agua produce disminución del contenido de oxígeno, y en el caso de las aguas subterráneas, el mayor deterioro se manifestaría en un aumento de la salinidad, por contaminación de las napas con el agua de producción de petróleo de alto contenido salino.

Asimismo, consideran que si la zona de explotación es costera o mar adentro, el derrame de hidrocarburos produce daños irreversibles sobre la fauna marina.

Por el momento, se sabe que los efectos del transporte de hidrocarburos es el que ha producido los mayores accidentes con graves consecuencias ecológicas y que los gobiernos han comenzado a implementar programas que permitan una revisión cuando no la sustitución paulatina y controlada de los riesgos en la cadena de producción de los hidrocarburos y a encarar medidas menos contaminantes, sin un manifiesto claro -empero- sobre las recientes y sofisticadas tecnologías que han adquirido popularidad a partir de nuevas formas de explotar el shale gas. Un mundo con muchas contradicciones energéticas en agenda, sin lugar a dudas.

Vesna Marinkovic U.


FUENTE
http://www.eldia.com.bo/index.php?c=Opini%F3n&articulo=Gobiernos-y-contaminacion-del-agua&cat=162&pla=3&id_articulo=120117