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El Estado argentino tiene hambre de más gas boliviano, así lo dio a entender el embajador del vecino país en Bolivia, Normando Álvarez, previo a una reunión con autoridades nacionales realizada en Santa Cruz. En el encuentro se debatieron temas sobre economía y seguridad. Pero el gas fue uno de los principales puntos. De hecho, el  representante argentino dijo que su nación pidió subir los envíos de 20 millones de metros cúbicos a 25 MMmcd por el invierno, temporada en la que se dispara la demanda del carburante.


Contrato
El diplomático argentino señaló que según el contrato firmado entre Enarsa S.A. y YPFB,  los requerimientos de gas por la época invernal llegan a casi 21MMmcd. 

“Argentina está dispuesta a comprar más gas viendo cómo se puede renegociar el  contrato, es decir, para cambiar las modalidades”, dijo Álvarez.

La autoridad del vecino país afirmó que un volumen ideal en invierno sería de 25 MMmcd, pero dijo que su país pedirá “lo más que se pueda”.

Aseguró que entienden que cuando Brasil (otro comprador) solicita más gas a Bolivia, “se da el tema de la sábana corta: tapamos la cabeza, pero dejamos los pies descubiertos”. 

Para el exsuperintendente de Hidrocarburos, Hugo de la Fuente, existen dos problemas para el incremento de gas a Argentina. El primero es la caída en la producción de los hidrocarburos y el segundo, la poca capacidad del ducto usado del lado argentino para redistribuir el gas que llega a través del Gasoducto de Integración Juana Azurduy de Padilla (GIJA). 

El acuerdo original firmado en 2006 contempla un envío de 27,7 MMmcd pero las condiciones logísticas hicieron que el volumen se mantenga en 20 MMmcd.

El exministro de Hidrocarburos   Guillermo Tórrez señaló que Argentina incumplió con la construcción del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA) que se conectaría con  el GIJA. Para paliar esta falla hizo conexiones con ductos del norte argentino, “sabiendo que Bolivia no podía llegar a la cantidad acordada”. 

“No están dispuestos a invertir sabiendo que había problemas de producción y de reservas de gas”, aseguró la exautoridad.

Sin embargo, en agosto de 2017 la  estatal argentina, Enarsa, indicó que licitó la construcción del tramo  final del GNEA, y se espera que esté listo para el próximo invierno. De esta forma, el ducto será clave para que el país deje de importar gas más caro de otros proveedores y exija más a Bolivia.

El exministro Tórrez criticó duramente que no exista un plan de producción y que a la fecha no existan  nuevas reservas.

“Argentina puede pedir más gas, pero el problema es si hay las  reservas, para atender este mercado y el de Brasil”, cuestionó.
Para atender la demanda interna y las exportaciones en sus picos más altos “el país necesita hasta 70 MMmcd, que es una cifra muy alta”, aseguró.  

El experto Hugo del Granado también cuestionó la caída de producción de gas natural.

En contrapartida, en el Ministerio de Hidrocarburos  y  en YPFB indicaron en varias ocasiones que el país está en la capacidad de atender la demanda externa y la demanda interna en sus máximos niveles.

Agenda con argentina

Zona franca con Rosario
Bolivia plantea reactivar esta zona en desuso desde los años 90. Es una extensión de 17.000 metros cuadrados.

Centros nucleares
El Gobierno argentino ha manifestado su interés de construir estos centros en Bolivia, aprovechando su experiencia en el área.

Encuentro Macri-Morales
Se prevé que el encuentro se realice en febrero, pero no hay fecha fija. El gas será el punto principal de la agenda.

Cifras

27
Millones de metros cúbicos

de gas es lo que debería exportar Bolivia a Argentina, pero no lo hace por falta de logística y producción, dicen los expertos

13,7
Millones de metros cúbicos

Es uno de los envíos más bajos que hizo Bolivia a Argentina. El país vecino importó GNL desde Chile para cubrir la demanda de su población.

FUENTE: EL DEBER