Cataluña, al igual que el resto de España, carece de recursos hidrocarburíferos.

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Cataluña tiene en la nuclear su PRINCIPAL FUENTE ENERGÉTICA

EDICIÓN-53 | SEPTIEMBRE 2017

 

Cataluña, al igual que el resto de España, carece de recursos hidrocarburíferos. En este marco, la generación energética ha estado sustentada fuertemente en la energía nuclear, que hasta 2012 representaba el 52% de la producción total.

 

Vesna Marinkovic U.

 

Lo que vaya a ocurrir en Cataluña el primero de octubre nos hará ver cuán viable o inviable resulta la opción independentista de etnias o sectores que por siglos han permanecido inmutables a toda idea de integración. Más allá de ello y justo al cierre de esta edición, resulta importante saber cómo es que hasta antes de esta fecha ha transcurrido la vida de los catalanes en materia energética que, en buena parte, es lo que define sus usos y costumbres.

 

La producción bruta de energía eléctrica en Cataluña hasta finales de este año ha sido de alrededor 45.719,8 GWh y hasta 2012 la energía nuclear ha sido la principal fuente energética para la producción de energía eléctrica, representando un 52,5% de la producción total, como puede observarse en el gráfico 1. La presencia de los ciclos combinados y la cogeneración en la producción de energía eléctrica, está por el orden del 15,7% y el 13,0%, respectivamente, de la producción total, según fuentes del gobierno español. En este marco, la producción de energía eléctrica con fuentes energéticas no renovables en Catalunya ha sido de alrededor el 84,3% hasta el año 2016.

 

La energía hidroeléctrica y la energía eólica se presentan como las principales fuentes energéticas renovables para la producción de energía eléctrica, representando apenas un 8,0% y un 5,9%. La utilización de fuentes renovables para la generación de energía eléctrica ha sido del 15,7% en el año 2012.

 

NO CUENTA CON HIDROCARBUROS

 

A partir de estos datos es fácil colegir que Cataluña, al igual que el resto de España, no cuenta con recursos hidrocarburíferos lo que lo hace parte del conjunto de países europeos que debe exportarlos para satisfacer su demanda energética que, hasta ahora, se ha beneficiado de las exportaciones de gas y petróleo proveniente de Argelia, Nigeria y Catar.

 

Para el grueso de España la ausencia de recursos hidrocarburíferos ha sido un factor recurrentemente negativo para el desarrollo económico de este país que hasta el momento funciona como una monarquía parlamentaria en el contexto de la Unión, bajo el gobierno de Mariano Rajoy, y tiene un elevado nivel de consumo de gas y petróleo para la generación de electricidad.

 

De acuerdo al Balance del Club Español de Energía, la demanda de productos provenientes del petróleo han crecido en 2016 un 1,8%, respecto a 2015 y la tendencia este 2017 sería de mayor crecimiento, lo que sin duda habla de una dependencia energética no superada en España que, además, tiene la factura por electricidad más cara de la Unión y, según Asociación de Productores de Energías Renovables-APPA, mantiene estancado al sector de las energías renovables.

 

 

¿MONARQUÍA O REPÚBLICA?

 

La necesidad de contar con un nuevo régimen que no sea el monárquico ha provocado varias movilizaciones en Cataluña para alcanzar la República y constituir su independencia de España.

 

Se reclama que la Constitución de 1978 no representa a las grandes mayorías del país y se la muestra como la madre de las inequidades actuales.

 

Miguel Salas sostiene en Sin Permiso que si la actual Constitución ya estaba invalidada desde el punto de vista de los derechos sociales, hace tiempo que ya nadie cree que esta pueda dar respuesta a lo que ella misma dice sobre el derecho a un salario digno, a una vivienda digna, a una sanidad y educación dignas.

 

“Si la hirieron de gravedad cuando Zapatero y Rajoy la modificaron para pagar antes a los bancos que atender a las personas, la crisis catalana, la práctica suspensión de la autonomía, la partidaria utilización de la justicia y las fuerzas policiales, la han dejado moribunda”, anota en su gráfica de lo que el considera la “Rebelión catalana” que está en contra de un régimen calificado de centralista y que estaría gobernando sin ningún debate parlamentario.

 

 

Lo cierto es que la crisis de la monarquía parlamentaria española también ha dado argumentos para señalar que los que están del lado de la secesión catalana son, en realidad, los más adinerados y que la mayoría estaría en contra de esta medida por razones principalmente económicas, toda vez que muchos catalanes tienen sus fuentes de empleo a todo lo largo y ancho de España. En este caso, la crisis económica les parece un argumento más contundente que el famoso “Estatut” para la independencia catalana.

 

Los contrarios a la independencia de Cataluña sostienen que los partidos independentistas pueden esgrimir razones del tipo que sea, pero desde luego no históricas, porque no habría base histórica para una independencia catalana puesto que nunca ha existido Cataluña como Estado ni los “Países Catalanes”.