Como emergencia de gobiernos casi impredecibles y contrarios a introducir gestiones a favor del cambio climáticos ###

La emergencia de un nuevo ESCENARIO ENERGÉTICO “DURO”

 

EDICIÓN-52 | AGOSTO 2017

 

Como emergencia de gobiernos casi impredecibles y contrarios a introducir gestiones a favor del cambio climáticos, expertos hablan de un escenario energético “duro” y exhortan a la integración regional…

 

  Vesna Marinkovic U.

 

 

E n tiempos de alta incertidumbre derivada de los riesgos políticos globales y principalmente del derrumbe de los precios del crudo; ahorrar, ser mas eficientes y apuntar a la innovación tecnológica, parece ser la tendencia preferida por las empresas de la industria de los hidrocarburos en dirección a obtener energía de forma segura, asequible y respetuosa con el medio ambiente.

 

El X Congreso de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), realizado en agosto de este año, en Santa Cruz de la Sierra, fue el escenario que permitió ratificar esta y otras tendencias alrededor del sector, considerado transversal al desarrollo de las agendas económicas globales.

 

En realidad, los riesgos políticos globales referidos, tienen que ver con el desarrollo de gobiernos casi impredecibles y contrarios a introducir gestiones a favor del cambio climáticos como el de Donald Trump, en criterio de Christoph Frei, Secretario General del Consejo Mundial de Energía (WEC, por su sigla en inglés).

 

Desde esta visión, esto habría contribuido a la emergencia de un nuevo escenario energético denominado Hard rock, en la medida que se muestra como un espacio poco asequible y respetuoso con el medio ambiente, fundamentalmente.

 

Para Christhop Frei, presente en dicho congreso, la emergencia de este nuevo escenario confabula en contra de marcos políticos estables y predecibles, exhortando a la reducción de estos riesgos mediante una mayor integración regional que apuntale la financiación de proyectos energéticos, la eficiencia y la innovación.

 

GESTIÓN EFICAZ

 

Gran parte de los asistentes al evento mostraron que continua siendo vital una gestión eficaz del suministro energético primario proveniente de fuentes en lo posible cada vez menos contaminantes como el gas y las renovables, coincidiendo en necesidad de la integración de la infraestructura energética y la capacidad de satisfacer la demanda actual y futura por parte de los proveedores energéticos.

 

Alfredo Rodríguez, subdirector del programa de costo y eficiencia de Repsol remarcó, durante su participación en este congreso, la importancia de realizar ahorros a nivel de costos (opex) y operaciones (capex), con la idea de construir una cultura del ahorro durante los próximos tres años en todos los ámbitos de su negocio a nivel mundial.

 

…la situación de enclaustramiento marítimo determina solamente dos grandes mercados para la exportación de gas…”

 


Carlos Sarmiento, vicepresidente de Nuevo Negocios para Latinoamérica de Schulumberger, centró su participación en comunicar la transformación de la compañía, a partir también de una mayor eficiencia energética en todos los procesos, una mayor selección de los recursos humanos y, por supuesto, una importante dosis de innovación tecnológica, como sustento de todos estos pilares de cambio en la empresa.

 

MERCADO BRASILERO

 

El tema mercados ocupó un lugar importante entre los conferencistas, por su vinculación a la seguridad energé- tica. Destacaron nuevamente Brasil y Argentina, como socios principales de Bolivia, en materia de aprovisionamiento de gas natural y la dependencia de ambos países respecto a Bolivia. Sin embargo, fue notoria la nueva configuración del mercado brasilero del gas donde el Estado se desliga del 50% de la compra de este combustible a favor de compradores privados.

 

Este escenario dejó claro que Bolivia tiene, en puertas, un nuevo contrato de compra y venta de gas con Brasil para los próximos 20 años donde deberá especificar nuevos precios y volúmenes, mientras aguarda una nueva certificación de reservas de gas anunciada para este año con la idea de garantizar la demanda del mercado interno y externo, en un escenario de precios bajos del crudo y la emergencia del Gas Natural Licuado (GNL), proveniente principalmente de Estados Unidos.

 

MERCADO ARGENTINO

 

El contrato firmado con Argentina en 2006, por 21 años, estipula que Bolivia debe enviar a este país un mínimo de 19,9 millones de metros cúbicos diarios de gas en los meses cálidos y un máximo de 23,9 millones de metros cúbicos diarios de gas en los meses fríos. En mayo de este año el todavía presidente de YPFB, Guillermo Achá, señalaba que desde la segunda quincena de junio de 2017, la venta de gas a la Argentina estará “en el orden de los compromisos asumidos en el marco del contrato con el país vecino”.

 

En julio reciente el ministro de Energía y Minería de Argentina, Juan José Aranguren, confirmó que su país incrementara la compra de volúmenes de gas boliviano asegurando que resulta más competitivo frente al Gas Natural Licuado (GNL) y seguramente también respecto al shell gas.

 

En este marco y, sorpresivamente, la autoridad dejó ver que las relaciones entre Argentina y Bolivia tienen menor conflictividad que con Brasil. El ministro Aranguren llegó a sostener que las relaciones con Bolivia son “excelentes”, dejando atrás recientes roces diplomáticos en función a una compra de gas a Chile.

 

ENCLAUSTRAMIENTO

 

Si bien la situación de enclaustramiento marítimo determina solamente dos grandes mercados para la exportación de gas boliviano como en efecto son Argentina y Brasil; Chile no deja de tener, para Bolivia, un perfil de mercado mediano de importante crecimiento junto al mercado de Paraguay y Uruguay que, según algunos analistas, tampoco habría que perder de vista.

 

Matices más, maticesm menos, la tendencia iría por no eliminar la posibilidad de consolidar un mercado que incluya contratos en firme compartiendo con las plantas de regasificación de gas natural licuado, contratos interrumpibles y la aparición de precios spot en la región, lo cual no deja de hablar de transformaciones importantes en el mercado del gas.

 

Por el momento, algunos expertos recomiendan un mayor análisis alrededor de la dinámica monoexportadora del gas, que incluye largo plazo, grandes volúmenes y contratos take or pay, como la mejor alternativa.

 

Entre tanto, Brasil y Argentina no han dejado de depender de Bolivia para su suministro energético y hay quienes insisten en que a mayor diversificación de mercados, habrá mejores condiciones para mejorar los precios de nuevos contratos del gas boliviano.

 

A modo de cierre de este importante evento, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que Bolivia sigue siendo un país confiable, con enormes reservas gasíferas, un país que cumple sus compromisos con mucha estabilidad social y política y un buen lugar para seguir invirtiendo, trabajando y desarrollando la actividad hidrocarburífera.