¿Resulta fácil para la industria de los hidrocarburos ser eficiente, creativa y ahorrativa, en tiempos de crisis?, le preguntamos a Christoph Frei, Secretario General del Consejo Mundial de Energía (WEC, por su sigla en inglés), y la respuesta llegó asegurando que se trata de un sector con una gran capacidad de adaptación.

Frei dijo que si bien el momento es disruptivo para la industria como consecuencia del derrumbe de los precios del crudo y la emergencia de los combustibles no convencionales estadounidenses, esta sigue caminando. Acotó que la situación forzó a bajar costos, a ser altamente eficientes y ahorrativos.

Sin embargo, aludió a la reciente irrupción del escenario denominado Hard rock, caracterizado por poner barreras al comercio, a la integración regional y a las acciones en contra del cambio climático, asegurando que si bien no estamos en ese escenario a nivel global, hay señales que advierten que nos estamos moviendo en esa dirección.

Este escenario, que compite con los otros dos ámbitos graficados por el WEC, como son el de Jazz moderno y el de Sinfonía inacabada, estaría hablando de una correlación de fuerzas que, desde el punto de vista del Consejo Mundial de Energía, no logra ampliar los mercados para desarrollar tecnología y acuerdos de comercio, con impactos enormes en resiliencia y en la seguridad energética, en la medida que limita el acceso y desarrollo tecnológico.

Si bien el escenario del Jazz está enmarcado a la lógica de mercado y el escenario de Sinfonía comulga con un mayor posicionamiento del Estado; Frei asegura que el del Hard rock complejiza la realización del denominado Trilema Energético, a partir del cual el WEC acompaña el debate contemporáneo a nivel global.

Asegura que bajo el paraguas de este escenario emergente, los países no hacen parte de las discusiones climáticas lo que dificulta el desarrollo de las estrategias para poder afrontar los desafíos climáticos. 

“Nosotros, como Consejo Mundial de la Energía, observamos estos escenarios a través de los ojos del Trilema Energético que implica seguridad energética, asequibilidad y sostenibilidad medio ambiental”, dice al precisar que cuando se observa el escenario del Hard rock, lo que se puede apreciar es un contexto más complejo para la realización de estos objetivos. 

Lo señalado por Frei cobra mayor vigencia a días de haber enfrentado precisamente una serie de percances climáticos casi apocalípticos, pues es en el ámbito energético donde deben anclar prioritariamente las exigencias para reducir las emisiones generadas durante el proceso de producción de energía, a partir de combustibles principalmente fósiles. Todo parece decir que los escenarios energéticos que se construyan, de ahora en adelante, deberán ser “mandatoriamente” amigables con el medio ambiente.

Los océanos afectados por un crecimiento de la temperatura, como efecto del calentamiento global, han dado fe de que esto conlleva precipitaciones extremas y tormentas de magnitud como las que hemos debido testimoniar en medio de una cobertura mediática con poca incidencia en una plataforma científica. 

Por tanto, corresponde decir que cubrir melodramáticamente y/o solamente por los bordes, eventos climáticos de magnitud como el de Harvey e Irma, principalmente, poco ayuda a entender las causas estructurales de estos fenómenos naturales que deben estar en el centro de una cobertura informativa responsable, y en un debate energético que vincule energía, desarrollo y cambio climático, necesariamente.

FUENTE: EL DÍA 

AUTORA: VESNA MARINKOVIC