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Etanol Celulósico, biocombustible pensado para Ingenios Azucareros



Iván Carvajal Duarte (*)

¿Qué cree usted que dirían los dueños e inversionistas de un ingenio azucarero si se les planteara que usando los “desechos” del  proceso productivo de la caña de azúcar, se puede crear un combustible de buen rendimiento y con un factor bajo de contaminación?  La respuesta es muy obvia: al menos dirían que les interesa saber un poco más sobre dicha temática, sobre todo porque en el país ya existen algunas experiencias importantes en esta dirección.



El Etanol Celulósico es un biocombustible obtenido  gracias a la destilación de azúcares de variedad de elementos orgánicos, además de ser una alternativa a los combustibles fósiles,  presenta una serie de ventajas: Por ejemplo, si se usara Bio-etanol como  combustible puro de un automóvil, se reduciría en un 88% las emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo, el punto negativo en  este caso sería que se necesitaría también un cambio en los componentes internos del motor de dicho automóvil. Un segundo caso  aún más interesante es que en muchos países a nivel mundial, se usa el Bio-etanol como aditivo a cualquier combustible automotor, dando como resultado una reducción muy significativa en la tasa de contaminación que además, no exige ningún tipo demodificación  en el motor del automóvil.

Analizando estos beneficios, surge la siguiente duda. ¿Por qué la utilización de este combustible no está masificada a nivel mundial? La respuesta es muy simple. Para unaproducción masiva de Bio-etanol se utiliza una proporción de masa orgánica demasiado alta, es decir, que se necesitarían usar demasiados árboles o plantas, lo cual generaría un impacto negativo medioambiental proporcionalmente mayor al beneficio generado por la no- contaminación del combustible. Además, es necesario tomar en cuenta que el procesamiento del material orgánico para lograr convertir el mismo en Bio-etanol, implica un alto costo y complejos procesos  industriales.

Un escenario muy distinto se presenta en el caso de un ingenio azucarero, gracias a dos elementos en particular: el bagazo de caña  de azúcar y la paja de caña de azúcar. Estos elementos son considerados “desechos” dentro del proceso productivo que se realiza  en un ingenio. Sin embargo, ambos son biomasa celulósica, materia prima de la más alta calidad para la producción del Etanol Celulósico.

Se puede considerar biomasa celulósica a cualquier elemento orgánico, pero los más estudiados para su concepción como materia prima de etanol celulósico son la madera, papel reciclado, residuos forestales, residuos de industrias agrícolas y residuos urbanos.  Cada uno requiere un proceso específico para llegar a destilar el Bío-etanol, llamado así porque es destilado de biomasa.

Como materia prima para la producción de Bio-etanol los residuos de la industria azucarera ofrecen una tremenda ventaja sobre otro  tipo de residuos, como ser los residuos de cereales, residuos forestales o  residuos urbanos ya que no necesitan procesos  intermedios como ser licuefacción, cocción, sacarificación o hidrólisis ácida, sino que se puede proceder directamente a la  fermentación y destilación del Bio-etanol. El escenario es claramente favorable, se tiene materia prima que permite producir sin  mucha complicación combustible útil no sólo para maquinaria, sino también para automotores o generadores de luz eléctrica. El mayor  beneficio es que se obtendría energía limpia de un recurso renovable.

Uno de los ingenios más grandes de Brasil ubicado en  Alagoa, es el gran pionero. Decidió confiar en el potencial de este proyecto para, con una inversión de 150 millones de dólares y  alianzas estratégicas con dos firmas europeas, construir la primera planta de producción de Etanol Celulósico a gran escala de  Sudamérica. Se prevé que en esta planta se produzcan hasta 82 millones de litros  de Etanol Celulósico por año, cantidad que no sólo será orientada a dotar de combustible al ingenio, sino que también será donada a  poblaciones agrícolas cercanas.

Dentro del medio energético mundial, este proyecto está bajo la celosa vigilancia de los expertos. Si resultara exitoso, el biocombustible como fuente de energía tomará un nuevo empuje a nivel mundial; más aún en países donde  existen grandes empresas que industrializan la caña de azúcar.

Muy aparte de que en Bolivia es inviable pensar en un proyecto de  las magnitudes como el del ingenio en Alagoa, es factible pensar que con iniciativa privada, o tal vez buscando cooperación por parte  del Gobierno, se pueda implementar pequeñas plantas procesadoras de Etanol Celúlosico en los muchos ingenios que existen en Bolivia. Poco a poco, se podría dejar de depender al 100%  de combustibles fósiles. Asimismo, dentro de los mismo ingenios se aprovecharía mucho mejor cada uno de los elementos de la caña  de azúcar, optimizando los recursos naturales y económicos. De esta manera, se podrá obtener una potencial mejora en los  márgenes de ganancia del producto final, pues se reducirían los costos de operación, es una ecuación simple.

Personalmente  considero que lo más importante de todo este proyecto es que se podría hacer un aporte muy importante al medioambiente, convirtiendo a los ingenios en industrias menos contaminadoras y a la vez presentando en Bolivia un tipo de combustible limpio, que  ayude a disminuir la contaminación y preservar la salud del medioambiente ya que, es uno de los más grandes tesoros de Bolivia y el  mundo.  

(*)Ingeniero en Telecomunicaciones, Diplomado en Implementación de Sistemas de Gestión de Calidad, Experto en Proyectos  Corporativos



"¿Por qué la utilización de este combustible no está masificada a nivel mundial? ”