Paul Isbell y Federico Steinberg en su estudio “El Nuevo escenario energético en América Latina”, sostienen que uno de los fenómenos que ha influido de forma más significativa en la actual configuración de la región ha sido la percepción, casi universal, de la energía como un elemento clave en la geopolítica regional y global. ###


Venezuela, polémica exportadora de petróleo

¿ alterará el sistema energético mundial ?


La geopolítica energética está transformando de manera insospechada la situación de América Latina, al punto que ya tiene un nuevo nombre: “creciente menor”. En este escenario, Venezuela sobresale como uno de los actores clave en el contexto global, a partir de su perfil energético. Esto, sumado al reciente fallecimiento de Hugo Chavez Frías, hace necesaria una lectura particular sobre la situación de Venezuela, considerada el sexto exportador mundial de petróleo y uno de los suministradores principales de EEUU.

Vesna Marinkovic U.

Paul Isbell y Federico Steinberg en su estudio “El Nuevo escenario energético en América Latina”, sostienen que uno de los  fenómenos que ha influido de forma más significativa en la actual configuración de la región ha sido la percepción, casi universal, de la energía como un elemento clave en la geopolítica regional y global.

...este nuevo nacionalismo energético ha cambiado, entre otras cosas, el equilibrio de poder ...

Argumentan que la expresión más visible de esta tendencia, que se ha desarrollado dentro de un contexto de mayor independencia  política y mayor autonomía económica en la región, es una nueva versión del nacionalismo energético entre los  grandes  exportadores de hidrocarburos como es el caso precisamente de Venezuela.

Aseguran que este nuevo nacionalismo energético ha cambiado, entre otras cosas, el equilibrio de poder dentro del sector  energético mundial, entre el Estado y sus empresas nacionales, por un lado, y las empresas privadas internacionales, por otro.

“Esta percepción de la nueva centralidad de la energía en la geopolítica mundial ha provocado actitudes y políticas de nacionalismo energético también entre los grandes consumidores como EE UU, y las nuevas economías emergentes, como China e India, actores geopolíticos que ahora analizan la forma en la que regiones exportadoras netas de hidrocarburos —como es el caso de América Latina— encajan en sus estrategias de política exterior para garantizar el suministro energético”, señalan.



MATRIZ ENERGÉTICA

La matriz energética venezolana está dominada por el petróleo, aproximadamente en un 74% de la producción total de energía, seguido por el gas natural con un 15%, la hidroelectricidad con un 9%, y el carbón con un 2% aproximadamente.

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EL NOMBRE

El nombre completo del país es República Bolivariana de Venezuela, ubicada en Sudamérica. Limita al norte con el mar Caribe, al este con el océano Atlántico y Guaya, al sur con Brasil y al suroeste y oeste con Colombia y es un Estado Federal.

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RECURSOS HÍDRICOS

Venezuela cuenta con una enorme cantidad de recursos hídricos. Tienen una especial importancia las aguas fluviales, de las que un 74,5% pertenecen a la vertiente del océano Atlántico y un 20,7 a la del mar del Caribe. Existe una gran y variada cantidad de  recursos naturales, donde destacan el gas natural y minerales, que constituyen la base económica del país.

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FLORA Y FAUNA

Cuenta con árboles maderables y orquídeas como la catleya, flor nacional. La fauna es diversa y abundante con presencia de mamíferos característicos de la zona tropical. También tiene una gran variedad de aves y reptiles.

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EL CRECIENTE MENOR

Isbell y Steinberg apelan al término “creciente menor” para referirse concretamente a América Latina y aseguran que ésta región contiene el 18 por 100 de las reservas mundiales del petróleo convencional (comparado con el 14 por 100 en el hemisferio americano, el 10 por 100 en América Latina, el 8,5 por 100 en Sudamérica y el 6,6 por 100 en Venezuela, el productor dominante en todo el «creciente menor» en términos de geopolítica energética).

Esto significaría que, en términos de producción, los países del «creciente menor» producen el 31 por 100 de la producción mundial de petróleo convencional; comparado con el 25 por 100 del total mundial que viene del hemisferio americano, el 13,5 por 100 de América  Latina, el 8,4 por 100 de Sudamérica y el 3,7 por 100 de Venezuela.

Agregan que por el lado de la demanda, el 36 por 100  del consumo mundial del petróleo actualmente viene del «creciente menor», mientras que el 35 por 100 procedería del hemisferio  americano, el 8,3 por 100 de América Latina, el 4,6 por 100 de Sudamérica, y sólo un 0,7 por 100 de Venezuela.

Analizando la misma situación en términos de gas, señalan que el «creciente menor» contiene sólo el 11 por 100 de las reservas  mundiales, comparado con un 8,2 por 100 en el hemisferio americano, un 4 por 100 en América Latina, el 3,5 por 100 en Sudamérica  y el 2,4 por 100 en este país del Caribe.

Precisan que, en cualquier caso, el mismo sistema es responsable del 33 por 100 de la producción mundial de gas, esto sería casi todo el 31,5 por 100, del hemisferio americano y gran parte de Canadá y EE UU, mientras que sólo el 6,5 por 100 de la producción mundial  de gas vendría del conjunto de América Latina, el 3,6 por 100 de Sudamérica, y sólo el 1 por 100 de Venezuela.

Asimismo, refieren que por el lado de la demanda, el «creciente menor» genera el 32 por 100 del consumo mundial de gas, explicando  que casi todo se genera en el hemisferio americano, el 6,5 por 100 en América Latina, el 4 por 100 en Sudamérica y sólo  un 1 por 100 en Venezuela.

CÍRCULOS CONCÉNTRICOS

Añaden que dentro de estos círculos concéntricos de sistemas energéticos que engloban varias partes de América Latina, se pueden  identificar varias subregiones de producción y de oferta excedente, al mismo tiempo que se pueden definir también zonas de déficit y  de importación neta. Entre las zonas de oferta excedente se encuentran Alaska y Canadá, el Golfo de México, la zona Andina y el Golfo de Guinea.

Indican que las zonas de déficit y de importación neta incluyen EE.UU, América Central y el Cono Sur. Con la excepción obvia- precisan- de Alaska y Canadá, las zonas de producción y de excedente de oferta corresponden a las zonas relativamente más pobres, particularmente la zona andina.

“Como veremos, este hecho tendrá importantes implicaciones para la geopolítica energética de la región”, dicen y agregan que  aunque no resiste la comparación con el «gran creciente » de Eurasia (donde se encuentran casi el 75 por 100 de las reservas convencionales del mundo), el «creciente menor» de las Américas y África Occidental contiene aproximadamente el 15 por 100 de las  reservas mundiales de los hidrocarburos convencionales.

Consideran que, además, podría poseer más de la mitad de los hidrocarburos del mundo si se incluyeran en los cálculos los  hidrocarburos no-convencionales, como las arenas asfálticas de Canadá o los petróleos ultrapesados de la Faja del Orinoco de  Venezuela.


EL ACTOR MÁS IMPORTANTE

Ambos autores ratifican que Venezuela es el actor más importante en el sector energético latinoamericano. En este marco, lo  osicionan como el sexto exportador mundial de petróleo (con algo más de 2 mbd de exportaciones), un miembro fundador de la OPEP (y además uno de los países más activos y radicales), y uno de los suministradores principales de EE UU, agregando que sus petróleos ultrapesados representan algunas de las reservas de hidrocarburos más grandes del mundo, mientras aseguran que sus  reservas de gas son las mayores de América Latina, y las segundas más grandes del hemisferio, sólo detrás de las de EE UU.

“Entre todos los productores energéticos de América Latina, Venezuela es el que está mejor posicionado para beneficiarse de los  cambios en el mercado de los hidrocarburos”, dicen.
POBLACIÓN

La población venezolana actual es producto de un fuerte mestizaje, iniciado en los tiempos de la Colonia entre la población indígena y la española. A final del siglo XVI, se observó un importante aporte de la población esclava procedente del continente africano. A finales de la década de 1940, con el comienzo del proceso de industrialización, se inició una importante inmigración de origen español, italiano y portugués.

Agregan que su posición privilegiada se sustenta en que, de todas las grandes potencias del “creciente menor” (con la posible  excepción de Nigeria y Guinea Ecuatorial), es el productor que tiene menor producción en relación con sus reservas (3,7 por 100 de  la producción mundial frente al 6,6 por 100 de las reservas de petróleo; 1 por 100 frente a 2,4 por 100 en gas) y menor consumo en relación a su producción, establecida en 0,7 por 100 del consumo mundial, frente a 3,7 por 100 de la producción mundial del  petróleo; y 1 por 100 frente a 1 por 100 en gas.

Aseguran que estas ratios ponen de manifiesto que este país tiene un gran potencial exportador, así como un amplio margen tanto  para el crecimiento económico como para la acumulación de poder geopolítico, siempre que gestione “eficazmente” esta posición de  privilegio.



ARMA GEOPOLÍTICA


Consideran, que aun así, Venezuela sufre de numerosas vulnerabilidades y se enfrenta a varias limitaciones, que podrían minar su  capacidad para influir en la geopolítica del petróleo y del gas, e incluso para mantener su producción en los niveles actuales.

...la pesada herencia de un país centenariamente monoexportador de petróleo, no pudo ser modificada completamente por Chávez


En este marco, indican que aunque Venezuela posee las reservas más importantes de gas de la región, actualmente no exporta  nada. Afirman que toda su producción se dedica al consumo interno, más del 70 por 100 de lo cual se utiliza para la reinyección con el  fin de mantener el nivel de producción en sus campos petrolíferos más maduros.

“De hecho,-dicen-debido a un desfase entre  oferta y demanda en las zonas distantes, Venezuela importa gas de Colombia para abastecer a sus provincias occidentales.”

Destacan que la gran mayoría (el 85 por 100) de su gas está asociado con la extracción y la producción de petróleo, haciéndolo más  apto para ser utilizado en la producción petrolífera que en la exportación. El gran esfuerzo necesario para desarrollar sus extensas  reservas de gas, particularmente las del offshore, apenas ha empezado.

Según estos autores, en el terreno del petróleo, la futura producción está amenazada por la posible escasez de inversión a raíz de la  inseguridad jurídica y el endurecimiento de condiciones fiscales y de acceso.

En tercer lugar, consideran que existen limitaciones estructurales al uso de la energía como arma geopolítica por parte de Venezuela  y, antes del deceso de Chávez; sostenían que respecto a un cambio en el patrón de las exportaciones venezolanas de petróleo hacia  China (y en detrimento de EE UU), era difícil que Venezuela pueda ejercer una influencia geopolítica real sobre EE UU.

“Venezuela nunca podría «castigar» específicamente a uno de sus compradores, ni a EE UU ni a ningún otro”, dicen en alusión a la  situación de dependencia de Venezuela de los elevados precios internacionales y de los ingresos que estos generan.

“No olvidemos que el petróleo es responsable del 75 por 100 de las exportaciones totales de Venezuela, de más del 50 por 100 de  sus ingresos públicos y de alrededor del 30 por  100 de su PIB”, subrayan asegurando que es difícil que este país contemple una  política que ponga en peligro su renta petrolera.

MONOEXPORTADOR DE PETRÓLEO

Un artículo de Manuel Aguilar Mora sostiene, a su turno, que la pesada herencia de un país centenariamentemonoexportador de  etróleo, no pudo ser modificada completamente por Chávez, y afirma que la renta petrolera sigue siendo vital para la población de  Venezuela.
...el «creciente menor» contiene sóloel 11 por 100 de las reservas mundiales...

“Chávez inició una estrategia de diversificación de los compradores pues hasta su llegada prácticamente todo el petróleo venezolano  se dirigía a Estados Unidos”, anota.

Agrega, en este marco, que su política de abrir relaciones con países como Irán, China y otros no sólo implicaba una nueva  diplomacia sino un esfuerzo por liberarse de la dependencia de un sólo cliente y afirma que en Venezuela la situación, en pleno  cambio político y social, de ninguna manera es “idílica”.