Los combustibles no convencionales tienen posibilidades de abrirse paso en América Latina y el Caribe, pero, tienen problemas de inversión e infraestructura, en un escenario de precios bajos que augura no superar el rango de los US$ 60 por lo menos en tres años de aquí en más.

Con todo, han incrementado notoriamente sus potencialidades como consecuencia del derrumbe de los precios del petróleo y están marcando senda en la poderosa industria de los hidrocarburos. Así pudimos corroborarlo en la quinta versión de la Conferencia de Petróleo y Gas ARPEL 2017, realizada en abril de este año en Punta del Este, Uruguay.

En la jornada de apertura de las deliberaciones sobre Latinoamérica y sus oportunidades de inversión, en dicho evento, José Gabriel López, subsecretario de Energía, Minería e Hidrocarburos de Neuquen, Argentina, dijo, además, que los resultados en esta área han tenido resultados satisfactorios en su país que ostenta Vaca Muerta, uno de los yacimientos de no convencionales más codiciados de este último tiempo en la región.

Vaca Muerta cuenta con aproximadamente 800 Tcfs de reservas en shale gas, y 27.000 millones de barriles de shale oil y, según datos de la Agencia de Información de Energía (EIA, por su sigla en inglés), está en cuarto lugar entre los países con recursos no convencionales más grandes del mundo, lo que ha generado una especie de “éxtasis” evidente en los escenarios petroleros de Argentina.

De hecho, la revista Petroquímica de Argentina señala que este yacimiento “ha revolucionado Añelo”, un pueblo al sur de Neuquen que habría duplicado su población en tres años, a partir de las expectativas que plantea este yacimiento. Refiere que para acompañar el desarrollo de Vaca Muerta, se ha lanzado un parque industrial de 250 hectáreas y que también se avanza con la construcción de un hospital, una escuela técnica y un proyecto urbano por $ 1.000 millones.

En este escenario, derivado de las potencialidades de los shales, las críticas sobre las consecuencias medioambientales de su impacto han ido desapareciendo notoriamente a medida que su posicionamiento ha comenzado a mover el tablero del poder mundial, sustentado por el petróleo convencional.

Sin embargo, la lectura sobre los shales en América Latina y el Caribe todavía se muestra circunspecta, debido principalmente a los actuales escenarios de precios y, también,  por el inobjetable liderazgo de Estados Unidos en materia de no convencionales, que lleva la delantera en exploración, inversiones e infraestructura, requisitos indispensables para su desarrollo.

Como corolario, el vicepresidente Senior de IHS Markit, Carlos Pascual, considera que la sobreoferta actual de hidrocarburos a nivel mundial-también vinculada a la producción norteamericana de shales-, y su incidencia en la cotización internacional del crudo y el gas, hará que los precios del crudo no superen los US$ 60 por lo menos en los próximos años y que, por lo tanto, producir será todo un desafío: “Hasta 2020 vamos a tener precios bastante bajos. Si eres consumidor, es una buena noticia. Si eres un productor, es un desafío”, remarcó.

AUTORA: VESNA MARINKOVIC 
FUENTE: EL DÍA