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Carlos Pascual:
“TRATO DE DARLE SENTIDO A LO QUE SE DISCUTE en el sector de la energía”

 

EDICIÓN-48 | ABRIL 2017


Pascual transita varios foros con la seguridad de estar nadando en aguas tranquilas, y pone el punto sobre los temás que él considera estratégicos, para la industria de los hidrocarburos. Actuó como presidente de la Sesión Plenaria 2 del Panel de Presidentes y CEOS de América Latina y el Caribe, concentrados en abordar la visión geopolítica y económica global y regional y su impacto en el sector de la energía en ARPEL 2017.

 

Vesna Marinkovic U.

 

 

 

1 Lo veo como un actor estratégico dentro del sector energético

 

Lo que trato de hacer es darle sentido a lo que se está discutiendo en el sector de la energía…

 

2 ¿Podríamos ampliar ese punto?

 

Pues sí, el sector energético es fascinante, es complicado. Hay partes que obviamente están relacionadas con la tecnología; la innovación es un asunto comercial y no se puede hacer funcionar algo en el sector energético que no esté basado en una realidad técnica, en la calidad de los recursos y que no sea comercial. Sin embargo, del otro lado, se tiene que tener un ambiente político adecuado. En ese marco, uno de los grandes retos que estamos viendo ahora es entender qué tanto está aconteciendo, cambiando geopolíticamente la política de los Estados y la tecnología, la innovación, y poder entender cómo funcionan todas esas partes para traducirse en proyectos e inversiones que puedan ser productivas; es uno de los retos más grande que tenemos en el sector.

 

Y, pese a todo ello, y pese a la crisis de los precios del petróleo el sector está fuerte…

 

El sector está fuerte en este sentido. De un lado la innovación, la capacidad empresarial de las compañías ha sido impresionante y ha resultado en la capacidad de producir a niveles que no habríamos podido entender anteriormente. En Estados Unidos, por ejemplo, campos que se habían pensado maduros y que habían pasado su tiempo, se han rehecho a base de una revolución de la producción de shale oil. Entonces, el sector está fuerte desde la perspectiva de que la capacidad de producir existe; esa capacidad se tiene que ver dentro de una demanda global y, lo que tuvimos por un periodo de varios años es que estamos produciendo 1.5 millones de barriles de petróleo por día más de lo que el mundo podría consumir y por eso fue que se cayeron los precios a un nivel tan bajo.

 

¿Sólo por eso?

 

Bueno, alrededor de eso había muchas otras razones, pero, al final, fue una diferencia entre la oferta y la demanda lo contundente, incluso cuando estábamos mirando los impactos geopolíticos. Piense, por ejemplo, que el periodo de noviembre de 2015, los ataques en París, Bélgica, Egipto, en Estambul; en un período de solamente dos meses no lograron mover el precio del crudo. Normalmente, si eso hubiera acontecido en el 2011 hubiéramos visto un aumento del precio del barril en por lo menos 30 dólares y, sin embargo, el precio bajó en esas circunstancias. Esto nos indica que había una sobreproducción tan profunda que el mercado decidió no prestar atención a la geopolítica. Eventualmente el precio bajó tanto que se tuvo que restringir la inversión y con esa reducción de la inversión finalmente vimos que la oferta en el mercado bajó lo suficiente para empezar a entrar en balance con la demanda. El otro acontecimiento que hemos tenido, que empezó en noviembre, fue un cambio completo total en la política de OPEP que anteriormente habían decidido que no iban a controlar la oferta. Recuerde que en noviembre del 2014 dijeron que no iban a controlar la oferta, finalmente dijeron que iban a restringir la producción y facilitar un aumento del precio, hasta que finalmente el precio brincó de una banda que se sostenía entre 40 y 50 dólares por barril a 50, 60 dólares por barril.

 

En ese marco, la debacle de los precios del petróleo habría sido un tema generado por la sobre oferta pero de ninguna manera algo planificado dentro de la industria del petróleo…

 

Mire, la cosa fascinante es que en los países del OPEP se tiene una producción que es controlada esencialmente por el Estado, pueden ajustar cuánto están produciendo, pero, el aumento principal, lo que realmente cambió este mercado vino de miles y miles de productores privados independientes en Estados Unidos.

 

PERFIL

Carlos Pascual, ex diplomático estadounidense y ex funcionario superior del Departamento de Estado de Energía, se unió a IHS Markit como vicepresidente senior para centrarse en asuntos energéticos mundiales y asuntos internacionales. Como enviado y coordinador de energía de los Estados Unidos para asuntos energéticos internacionales, Pascual estableció y dirigió la nueva Oficina de Recursos Energéticos en el Departamento de Estado y fue asesor principal de la Secretaría de Estado en temas energéticos. Anteriormente fue Embajador de los Estados Unidos en México y Ucrania y fue asistente especial del Presidente para Rusia, Ucrania y Eurasia en el Consejo de Seguridad Nacional. En la Brookings Institution, Pascual fue vicepresidente y director de estudios de política exterior y lanzó la Iniciativa de Seguridad Energética de Brookings. Enseñó y escribió sobre geopolítica energética en la Universidad de Columbia. También fue coordinador del Departamento de Estado para la asistencia de Estados Unidos a Europa y Eurasia. Pascual recibió su Maestría en Políticas Públicas de la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard y su Licenciatura en Artes de la Universidad de Stanford. Su libro, Power and Responsibility, ganó un premio 2009 al mejor libro de ciencia política publicado por un editor independiente.

 

6¿En mucho tiempo?

 

En muy poco tiempo y esa fue la parte sorprendente. La producción de shale oil realmente empezó a aumentar del 2012 al 2014, en esos tres años la producción aumentó 1 millón de barriles por día. De manera que en 3 años había llegado la producción de shale oil a 3 millones de barriles por día, lo equivalente de los Emiratos Árabes, lo equivalente de Kuwait, más que México, más que Brasil. Como para compensar el nivel del impacto, toda esa producción entró sin ninguna planificación en el mercado, sin ninguna decisión de parte de Estados Unidos, y se dio porque los inversionistas lo pudieron hacer. Es decir, tenían la tecnología para hacerlo, tenían la base de la infraestructura y, algo más, se asociaron con el sector financiero de los Estados Unidos que tomó la decisión de hacer inversiones obteniendo un retorno muy alto. Lo que aquí aconteció fue que la estructura de producción cambió; en lugar de durar 3 a 5 años para una producción en aguas someras- que era lo más rápido anteriormente ó 10 años en aguas profundas, en 9 meses estaban produciendo y en aproximadamente tres años podían vender esa inversión y duplicar las ganancias que tenían.

 

7 ¿Considera que ahora la aparición de los no convencionales puede generar una sobre oferta?

 

Actualmente hay una dinámica que está captando el mercado global. De un lado, existe una decisión por parte de OPEP, Rusia y otros países de reducir la producción; eso aumentó el precio, creó más incentivos para la producción de los Estados Unidos, ha producido incentivos para la producción en Canadá, Inglaterra, Noruega y vamos a ver lo que pueda acontecer eventualmente en Brasil, Kazajistán y, entonces, aquí tenemos una tensión porque, de un lado, a los países de OPEP les hace falta un precio más alto para poder financiar el presupuesto. Arabia Saudita está en una situación donde le hace falta un precio que el 2018 esté lo más cerca posible a los 60 dólares el barril. Por tanto, lo que estamos viendo en el mercado actualmente es una tendencia a controlar la producción para mantener un precio que sea un poco más alto. Cuando sube el precio, se empiezan a crear incentivos para producir más y ahí es donde se genera la incertidumbre. Considero que durante 2017 y 2018, probablemente, vamos a estar en la misma banda de precios. Es decir, entre los 55 y 60 dólares el barril de petróleo porque pienso que esa tendencia, entre el control de producción e incentivos para producir, se va mantener en un cierto balance hasta que lleguemos a un punto en donde la falta de inversión en el periodo de precios muy bajos empiece a tener un impacto en la oferta en el mercado. Ahí es cuando vamos a ver una reducción entre la demanda y la oferta que empezará a aumentar el precio probablemente en 2019 y 2010

 

8 ¿Observa que a partir de estos escenarios, hay un incentivo grande hacia los no convencionales?

 

Hay un incentivo grande para los no convencionales, pero, tienen que existir las condiciones adecuadas para poder producir de una manera que sea competitiva.

 

9 ¿Ahí vendría la vinculación Estado y empresas privadas que usted ha señalado en sus intervenciones?

 

La vinculación entre el Estado, empresas privadas, infraestructura, las reglas, cuidar toda la parte medioambiental, agua, sísmica, metano, etcetera es clave; todo se tiene que juntar para poder hacerlo bien. Si no lo haces bien, lo que hemos visto en todas las partes del mundo, empezando por EEUU, es que la sociedad civil se va quejar porque quieren la producción, nadie quiere pagar más por concepto de gasolina y diésel, en general para todos los productos que salen del petróleo. Al mismo tiempo, quieren asegurar un medioambiente óptimo donde puedan vivir. Por tanto, todo esto se tiene que pensar de manera integral para hacerlo viable.

 

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Hay un incentivo grande para los no convencionales, pero, tienen que existir las condiciones adecuadas para poder producir este incentivo…”