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EDICIÓN-47 | MARZO 2017

Como “cautelosa” fue calificada la actitud de los gestores privados de la industria de los hidrocarburos en el escenario actual. Iver von Borries sostiene que es urgente que el sector se dinamice o reactive, mientras observa una tendencia dirigida a medir gastos e invertir lo estrictamente necesario…

1 En un contexto marcado por los bajos precios de las materias primas, que ha afectado especialmente a la industria de los hidrocarburos, ¿cómo observa la situación del sector en Bolivia?

Es una situación delicada, toda vez que en épocas de “vacas flacas” las empresas que se encuentran en la parte superior de la cadena se ven obligadas a reducir costos y esto afecta al resto de los eslabones (contratistas y subcontratistas). Esto, por un efecto multiplicador, termina teniendo incidencia en la economía en su conjunto.

En el caso particular de Bolivia, urge que el sector de la exploración se dinamice o reactive. Sin embargo, habida cuenta que la exploración es una actividad costosa y aleatoria, la coyuntura de precios mundiales del petróleo (que tiene una consecuencia directa en los países cuya economía es dependiente de la renta gasífera, como el nuestro) no ayuda con este cometido y por lo tanto, la exploración no despega aun, lo cual impide que nuestras reservas probadas se incrementen.

2 En base a estas dificultades y transformaciones que soporta el panorama energético mundial, ¿se podría decir que hay un repliegue de las inversiones en la industria hidrocarburífera?

Considero que hay mucha cautela por parte de los privados, lo cual resulta bastante lógico desde la perspectiva comercial. En este tipo de situaciones y en tanto no mejore considerablemente el precio del barril de crudo, lo cual los expertos internacionales estiman que suceda el primer semestre del 2018, la situación actual –salvo casos excepcionales- de medir los gastos e invertir lo estrictamente necesario, proseguirá.

3  ¿Esta es una tendencia a nivel global?

Sin lugar a dudas lo es y esto se debe a que el proceso de globalización es una realidad incuestionable. Aun cuando Bolivia no tiene conexiones fuertes, esto es, no ha generado una dependencia corporativa transnacional (como sucede en otros países de la región), no resulta ajena a la desaceleración que ha ocasionado el bajón en el precio del petróleo a nivel mundial. Hoy en día tenemos los primeros síntomas de ello: decremento en las exportaciones, balanza comercial deficitaria y menores ingresos por la afectación del precio de venta de nuestro gas natural.

El Gobierno debe emitir normas que contengan incentivos efectivos y reales que reactiven el sector de la exploración…”

4  Desde una lectura jurídica, ¿ hay una buena regulación para las inversiones en el país?

Bolivia cuenta con normas actualizadas en materia de inversión y arbitraje, lo cual no significa que no sean perfectibles o que puedan ser enmendadas para dinamizar la inversión extranjera directa. Sin embargo, queda claro que la Asamblea Constituyente –en 2008 y 2009- y posteriormente la Asamblea Legislativa, redactaron normas con una visión ideológica determinada y que los inversionistas deben someterse a estas en caso que decidan invertir en el país. Huelga decir que aquellos actores privados que consideren que las condiciones normativas no les son garantistas, terminan por invertir en otras jurisdicciones, distintas a la Boliviana

5 En este marco, ¿se podría hablar de estabilidad y seguridad jurídica en el sector?

Lo que es incuestionable y juega a favor de la inversión en Bolivia, es que desde el año 2006 existe estabilidad política. La seguridad jurídica, sin embargo, al margen que se la pueda incluir como concepto deontológico en la normativa vigente (lo cual es recomendable hacerlo) se genera mediante acciones o señales que un Gobierno pueda dar a lo largo de su permanencia en el poder. Dichas señales se traducen en estabilidad impositiva, no incurrir en medidas confiscatorias y contar con mecanismos eficientes y transparentes de solución de controversias, en caso que dichas controversias se den en la relación Estado-Inversionista. En la medida que se cumplan estos tres postulados, se puede decir que un país tiene un clima propicio para la inversión.

6Considera que el armazón jurídico en Bolivia es el adecuado para la estabilidad de la industria de los hidrocarburos?

Urge una nueva ley de hidrocarburos en Bolivia. Si consideramos que la actual Ley 3058 de Hidrocarburos ha sido promulgada 4 años antes que la Constitución Política del Estado, es muy probable que la Ley de Hidrocarburos pueda contener –y de hecho contiene- elementos normativos inconstitucionales. Lo anterior, obedece al principio de prelación normativa, establecido en el artículo 410 de la misma Constitución Política del Estado, el cual señala la primacía de la norma constitucional sobre cualquier otra norma de menor jerarquía normativa. Un ejemplo claro son los Contratos de Producción Compartida que crea la actual Ley de Hidrocarburos, los mismos que se tornan de imposible ejecución a la luz de la prohibición de comercialización por parte de privados que señala la CPE.

7Las empresas dedicadas al negocio del gas y el petróleo cuentan con un adecuado conocimiento de su propio sector?

Para efectos de responder esta pregunta, debo dividir a dichas empresas en nacionales e internacionales. Considero que las empresas internacionales en su gran mayoría cuentan con departamentos legales o asesores externos de buen nivel, sin embargo existe una gran mayoría de empresas nacionales, principalmente de servicios, que desconocen el marco legal y carecen de un adecuado asesoramiento jurídico. Hoy en día vemos cómo varias empresas de servicios se encuentran atravesando una difícil situación económica, la cual pudo haberse atenuado e inclusive evitado si éstas hubieran acordado o pactado de mejor forma sus contratos antes de suscribirlos, o tomado otro tipo de precauciones o salvaguardas durante la ejecución de los mismos.

8En este escenario, ¿cómo observa las perspectivas del sector en Bolivia?

El Gobierno debe emitir normas que contengan incentivos efectivos y reales que reactiven el sector de la exploración en Bolivia. Si bien se está ingresando en una fase de industrialización, debe tenerse en cuenta que si no se cuenta con la materia prima esencial (gas natural) en las cantidades adecuadas, dichos proyectos no podrán terminar de despegar. Por otra parte, se encuentran vigentes compromisos internacionales cuyos ingresos se constituyen en esenciales para la economía Boliviana, aspecto que no puede descuidarse a momento de rediseñar políticas de reactivación del sector.

…varias empresas de servicios se encuentran atravesando una difícil situación económica…”