La complejidad y el coste de la geotermia están siendo relegadas en Chile ante la urgencia de contar con fuentes de generación eléctrica para el consumo de su mercado interno. Recientemente el Ministerio de Energía de este país ha creado una mesa de trabajo para conversar sobre el potencial y las oportunidades de la geotermia, destacando que sus atributos, tanto en materia de sustentabilidad como de calidad del suministro, están a la vista y deben ser valorados.

La idea es promocionarla como una opción relevante para el país, utilizando el diálogo, destaca la Asociación Chilena de Energías Renovables (ACERA); una de las tres asociaciones encargadas de impulsar su desarrollo, junto a la Asociación Chilena de Energía Geotérmica (ACHEGEO) y el Consejo Geotérmico, que busca reforzar el potencial geotérmico de Chile estimado en  2.440 a 3500 MW, aunque al momento tiene 0 MW en operación.

Chile no se exime de un contexto donde la demanda energética es imparable pero que dado sus escasos recursos energéticos, debe ser más imaginativo que el resto de sus vecinos para responder a sus necesidades de generación. En esta línea, la opción geotérmica se presenta como una alternativa interesante más allá de que se trata de un recurso totalmente autóctono, y con impactos ambientales “moderados” y “mitigables.”

Según ACERA, Fernando Allendes, presidente de ACHEGEO, considera que “las instancias de diálogo entre los principales actores del sector son la base para el desarrollo de la industria geotérmica de nuestro país”, agregando que “la geotermia contribuirá al país no solo con precios competitivos, seguridad de suministro, protección del medio ambiente y generación de empleo permanente, sino por sobre todo con un recurso energético nacional”.

En este marco surgió la conformación de una Mesa Geotérmica para evaluar los beneficios de esta tecnología en la matriz eléctrica chilena, definir políticas públicas en torno a ella y sugerir posibles incentivos para estimular su desarrollo. Esta iniciativa de diálogo y concertación alrededor de decisiones en materia energética ha suscitado expectativas y la confianza de que pueda generar buenos resultados.

Según ACERA, Cerro Pabellón, de la empresa Enel Green Power junto con ENAP, es el proyecto geotérmico más avanzado en Chile. El proyecto está ubicado en el desierto de Atacama, a una altura de 4.500 metros sobre el nivel del mar, a 120 km de Calama y su inicio de producción estaría programado para marzo de 2017 con la primera unidad de 24 MW. El otro proyecto geotérmico en perspectiva es Mariposa, de la empresa Energy Development Corporation (EDC), que ya habría invertido USD 50 MM en su desarrollo y su próxima fase de desarrollo es de pozos de exploración/producción.

Por el momento, Chile ha demostrado los mayores esfuerzos dentro de la región en el desarrollo de la energía geotérmica. Sin embargo, la Cepal considera que el avance de la geotermia en América Latina todavía tiene resultados “globalmente modestos e intangibles”, pese a que es uno de los territorios que posee condiciones geológicas favorables para su exploración y avance, remarcando que su desarrollo corresponde apenas al 13% de la capacidad instalada mundial.

FUENTE: EL DIA

AUTORA: VESNA MARINKOVIC