Los pronósticos sobre Perú a inicios de 2017 lo muestran como el país que podría tomar las riendas del liderazgo regional, mientras México y Brasil enfrentan a una de sus peores crisis de este último tiempo. Si Brasil y México están tan mal ¿quién lidera en América Latina?, preguntó  Lourdes Casanova, directora del Instituto de Mercados Emergentes de la Cornell University, al hacer una evaluación sobre la región durante el Foro de Davos, en enero de este año.

En esta línea, destacó los niveles de crecimiento de Perú que según BBVA proyecta un 4,1% de crecimiento para este año mientras la tendencia de la moneda peruana se depreciaría entre 3,50 y 3,55 durante esta gestión cuando la inflación tendería a disminuir. El sorpresivo comportamiento de Perú en el contexto latinoamericano, le hace pensar, a Casanovas, que este país podría liderar procesos de crecimiento a nivel regional, sobre todo atendiendo las dificultades de México y Brasil. Otros analistas consideran que el crecimiento económico de Perú sigue siendo promovido por la industria minera e hidrocarburífera, aunque la primera habría mostrado una tendencia a la “moderación”. Con todo, el criterio es que durante este año las exportaciones tradicionales peruanas también pueden resultar beneficiadas. Desde el enfoque de los más optimistas, el sector de los hidrocarburos en este país presenta mejores perspectivas en función a lo que podría ser un incremento importante en el precio del petróleo.

El escenario peruano para este año se sustentaría fundamentalmente en un incremento de la construcción de infraestructura, como la modernización de la refinería en Talara; el Gasoducto Surperuano; la Línea 2 del metro de Lima; y el aeropuerto de Chinchero, que este año aportarían con algo menos de un punto porcentual y medio al crecimiento del PIB. Aseguran también que la confianza del sector empresarial permitirá favorecer la inversión no minera y la creación de empleo formal.

Sin embargo, lo que parece beneficiar más a Perú es la crisis de los dos países más fuertes de la región como lo siguen siendo, en efecto, México y Brasil. Un informe de la agencia Reuters refiere que este último país, en su esfuerzo por aliviar restricciones a las inversiones, ha determinado que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), deje de asegurar la competencia local en contratos para la explotación de petróleo y gas.

“La decisión-parte de un esfuerzo oficial para aliviar restricciones que los críticos dicen que hicieron la exploración y producción de hidrocarburos muy costosa en Brasil-se da en momentos en que el Gobierno del presidente Michel Temer busca atraer más inversiones al sector, especialmente entre empresas extranjeras”, precisa Reuters calificando a BNDES como el responsable de buena parte del financiamiento a largo plazo disponible en Brasil para grandes proyectos de infraestructura y energía.

En lo que respecta a México, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado que su economía “entra en un terreno difícil por los planes del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump.”  Reuters informa que en una actualización de las perspectivas económicas de América Latina, el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, planteó un panorama “cauto”, dentro de lo que para muchos es un panorama global complicado y frágil.

FUENTE: EL DIA

AUTORA: VESNA MARINKOVIC