La que fuera considerada la capital petrolera de Bolivia luce como un campamento abandonado; el peso estratégico del petróleo en su economía no ha sido aprovechado, y los actuales emprendimientos gasíferos en la zona parecen dejar a Camiri indiferente…

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Camiri: DESDE EL PETRÓLEO a la esperanza por el gas

La que fuera considerada la capital petrolera de Bolivia luce como un campamento abandonado; el peso estratégico del petróleo en su economía no ha sido aprovechado, y los actuales emprendimientos gasíferos en la zona parecen dejar a Camiri indiferente…

 

Rafael Veliz

 

La etimología de la palabra Camiri, proviene de “kaami”, del idioma guaraní, que significa selva o monte bajo y de pequeña extensión. Desde un inicio su historia está ligada a la industria petrolera. Sus orígenes se remontan al campamento Camiri, instalado en 1924 por técnicos de la petrolera Standard Oil Company, y su creación se relaciona a la defensa de su territorio y riqueza, una vez finalizada la Guerra del Chaco.

 

La “época dorada” de Camiri en el negocio petrolero, comienza con la consolidación de Yacimiento Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que traslada personal técnico y administrativo a mediados de la década del 50’. En agosto de 1953 se descubre la Arenisca Sararenda, principal reservorio del Campo Camiri.

 

Según Enrique Mariaca, en tres oportunidades presidente de YPFB y ex ministro de Minas y Petróleo, durante el gobierno de Juan José Torres, la inversión de 23 millones de dólares para fortalecer al sector petrolero produjo un crecimiento sorprendente de la producción de petróleo en Camiri, llegando a cerca del 28 por ciento/año, en el período 1948-1956.

 

“Mientras el crecimiento del consumo interno fue de 9 por ciento/año, lo que dio lugar a que en 1954 YPFB lograra el abastecimiento total de las necesidades en carburantes del país que ya eran del orden de 5.900 BPD, mientras la producción remontaba los 8.760 BPD”, refería Mariaca.

 

Tras periodos irregulares, el peso estratégico del petróleo de Camiri en la economía nacional, se termina en 1994, con la declinación de los campos petroleros, y por el cambio de modelo estatal de YPFB, al de empresa “capitalizada” en 1997, durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.

 

“A partir de ese momento, la región enfrentó una severa crisis económica, pues al agotarse la fuente que determinaba su impulso económico, sufrió una fuerte contracción, la pérdida de generar ahorro, inversión, consumo, y la fuga de capital”, reflejaba por aquel entonces el estudio “Desarrollo Económico Productivo Camiri”, publicado en 1999 por la Cooperación Técnica Alemana, y el Viceministerio de Planificación Estratégica y Participación Popular.

 

LA CAPITAL DEL PETRÓLEO

 

Pese a que tradicionalmente Bolivia ha sido un productor de petróleo liviano; lo que se traduce en una desventaja para la obtención de diésel y otros derivados hidrocarburíferos, Camiri nace como campamento petrolero de la Standar Oil Company, en 1924, a partir de un arrendamiento de propiedad de Carmen viuda de Vanucci, en el actual barrio Ex Campamento, según consta en un documento histórico presentado por el Comité de Desarrollo Autonómico de Camiri, como parte de la elaboración de las cartas orgánicas.

 

Desde este punto inician sus trabajos los técnicos norteamericanos en el Chaco boliviano. Encontrando petróleo en Sanandita, Tarija (1926), Los Monos, Santa Cruz (1927), y Camatindi, Chuquisaca (1931).

 

El 17 de abril de 1935, durante las conflagraciones de la Guerra del Chaco, el ejército paraguayo invade Charagua. Su caída pone en peligro la riqueza petrolera de Camiri y del Chaco boliviano en su conjunto. La actuación de las fuerzas armadas bolivianas, hicieron posible el repliegue paraguayo.

 

“Víctima especial de la Guerra del Chaco fue el pueblo Guaraní. La provincia Cordillera se acabó de despoblar. Se fueron tres mil familias a la Argentina. (…) Cuando se retiró el ejército paraguayo muchos guaraníes se fueron ilusamente con ellos”, señala el historiador Rafael Puente.

 

Después del cese de hostilidades, el 12 de julio de 1935, el gobierno de José Luis Tejada Sorzano, expide un Decreto Supremo que oficializa la creación de Camiri. El reconocimiento como “Capital Petrolera de Bolivia”, llega bajo la presidencia del General Alfredo Ovando Candía, el 12 de julio de 1970, por el aporte a la economía del país, y del combustible en tiempos de guerra.

 

LA DESOLACIÓN DE CAMIRI

 

Tal como refleja el estudio “Desarrollo Económico Productivo Camiri”, publicado en 1999, la declinación de la producción petrolera, dejó en crisis la economía camireña, que no supo aprovechar la bonanza económica.

 

En la época del auge, Camiri tenía alrededor de 25.000 habitantes. De 1987 a 1994, generó $us 54,2 millones al departamento de Santa Cruz, y $us 493 millones al Estado boliviano. En 88 años de actividad, el campo petrolero Huairuy de Camiri, aportó $us 3.300 millones de renta petrolera, según datos del Ministerio de Hidrocarburos.

 

En recursos humanos, YPFB contaba con 1.300 personas, que vivían junto a sus familias, en un número promedio estimado en cinco personas por familia, lo que elevaba el número de personas dependientes de manera directa a 6.500 personas aproximadamente.

 

Un estudio de la Cooperación Alemana al Desarrollo, publicado en 2003, narra este momento: “Los habitantes (empleados productores, comercializadores etc.) se acostumbraron a funcionar en un esquema de economía cerrada, donde los aspectos referentes a la formación de precios, la oferta y la demanda de factores, bienes y servicios, eran resueltos en gran parte por la bondad del recurso natural que sustentaba todo el modelo”. La economía local sigue vulnerable debido a su falta de diversificación. Depende básicamente de dos productos que generan excedentes por su comercialización: la cría de ganado bovino y el cultivo de maíz.

 

En la actualidad, Camiri busca recobrar está dinámica económica aprovechando su potencial turístico, productivo, comercial y el movimiento económico que genera la Facultad Integral del Chaco, dependiente de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM), que ofrece más de 11 carreras a 5.000 estudiantes registrados.

 

En 88 años de actividad, el campo petrolero Huairuy de Camiri, aportó $us 3.300 millones de renta petrolera…”

 


En más de una ocasión, los cívicos camireños han tenido que hacer marchas y otras medidas de presión, para reclamarle al Gobierno inversión hidrocarburífera en su municipio. “Si da, pueden venir $us 500 millones de inversión hasta 2020. Si no da, estamos fritos”, dijo en 2010, el entonces alcalde de Camiri Gonzalo Moreno.

 

POTENCIAL GASÍFERO

 

El pozo Incahuasi-Aquio, ubicado en el Campo Incahuasi, a 50 kilómetros de Camiri, que requirió una inversión de más de $us 1.000 millones en tres años, por parte de la empresa francesa Total E&P Bolivie, representa una nueva esperanza para Camiri y la región del Chaco.Sin embargo, los ánimos no parecen ser totalmente optimistas, luego de que el poblado perdiera su cualidad petrolera.

 

Desde mediados de octubre, Incahuasi produce 6,9 MMmcd, aunque se proyecta una segunda fase de 10 MMmcd, y en una tercera fase de 17Mmcd. La reactivación de Camiri, es solo el inicio de una serie de proyectos de exploración y explotación que tiene la estatal petrolera en la zona.

 

En septiembre, el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, reveló a través de Página Siete, que se proyecta que entre 2018 y 2019, “la región (cruceña) abastecerá a todo el país con el 40% de la producción de gas”. Actualmente lo hace con el 19% aproximadamente.

 

Aseguró que se calcula que Santa Cruz tiene un potencial de 11 TCF, en zonas como Río Grande, Patujú, Boquerón, Boyuibe y El Dorado Centro, entre otras.

 

Sin embargo, el investigador de la Fundación Milenio, Mauricio Medinaceli alerta que la política hidrocarburífera de los últimos 10 años se caracterizó por la maximización de ingresos para el Estado y muy pocos incentivos para la exploración de hidrocarburos.

 

El ex ministro de hidrocarburos, Álvaro Ríos adelantó que la inversión en exploración dependerá de la demanda de los mercados externos.

 

“En Bolivia, en el sur, la exploración es para empresas grandes, debido a la complejidad geológica del Subandino, donde un pozo exploratorio puede llegar a costar 80 millones dólares y puede resultar seco”, dijo en lo que parece ser una sentencia en contra de la esperanza de reconstruir la capacidad productiva de Camiri, bajo el paraguas estatal.