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El Gobierno aseguró  ayer que confía en que  Brasil continuará con la compra de gas natural, aunque  las autoridades de turno demuestren lo contrario, debido a que   Bolivia ofrece  un buen precio  de venta y  un gasoducto.
 
"Brasil es un mercado que va a necesitar del gas boliviano, así políticamente las autoridades de turno no quisieran comprarlo, la economía brasileña requiere de nuestro gas”, afirmó ayer el ministro de Economía, Luis Arce.
 
El jueves, en Brasil, se informó que el gobierno del presidente Michel Temer afina una estrategia para relegar la participación de Petrobras en el mercado brasileño y perfila un nuevo contrato por la mitad del volumen de gas natural que actualmente importa de Bolivia, según una nota publicada en la página web  Hidrocarburos Bolivia.
 
De acuerdo  con los informes anticipados y publicados por Folha de Sao Paulo, "la expectativa es que la compañía reduzca a la mitad el volumen contratado con Bolivia, actualmente de 30 millones de metros cúbicos por día (MMmcd), equivalentes al 37,5% del consumo diario de Brasil”.
 
La página web de Valor Económico precisa que  la idea de Petrobras es no responsabilizarse  más de los riesgos de importación de Bolivia, pues en la actualidad  compra y entrega gas a los distribuidores brasileños. Además, asume   la tarea de asegurar el abastecimiento del mercado interno y  también los riesgos asociados con la cláusula "take or pay” del contrato, que establece volúmenes mínimos de compra de gas de 24 MMmcd.
 
 Según Arce,  hace años que en Bolivia ya se habían anticipado estas posibles variaciones en el  contrato y precio.
 
  La respuesta fue apuntar a una diversificación   de la economía, con los   proyectos  del litio o la industrialización del gas mediante la Planta de Urea y Amoniaco. "El Gobierno diseñó planes no sólo para esos momentos que nos dicen que no nos van a comprar gas, Bolivia ya tomó  los recaudos”, enfatizó.
 
Argumentó que otro de los factores para que Brasil no se libere rápida y fácilmente del gas boliviano son el  precio y la facilidad de traslado, mediante el gasoducto que conecta a ambas naciones.
 
Esto hace q   ue Bolivia no tenga  competencia ya sea con el Gas Natural Licuado (GNL) u otros descubrimientos que se puedan dar en el vecino país.
 
El embajador de Bolivia en Brasil, José Kinn,  aclaró que la información procedente de Brasil  no es "correcta” y que ese país  continuará con la compra de  gas en función a sus necesidades y el crecimiento de su economía.
 
  "No creo que reduzca a la mitad,  lo veo muy difícil. Además, en el contrato se fijó un piso y un techo máximo y no pueden pedir menos de lo acordado,  de lo contrario significaría hacer una modificación al contrato”, dijo.
 
 
Los  envíos
  • Entrega El país exporta un promedio de 31 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) de gas natural a Brasil.  El contrato establece un volumen mínimo de compra de 24 MMmcd y un máximo de 30,08 MMmcd.
  •  Costo Según  la publicación en la página de HidrocarburosBolivia.com, desde julio hasta este mes   el mercado de Brasil pagará  2,9 dólares por millón de BTU (Unidad Térmica Británica).
  • Ajuste Los precios se ajustan cada tres meses en función de las fórmulas negociadas en los contratos,  que tienen como referencia la cotización del petróleo. Éste  cerró ayer en 43,91 dólares el barril.
  Desde Jubileo sugieren una  negociación estratégica  
 
La Fundación Jubileo sugiere el acceso a información transparente sobre la negociación del nuevo contrato de compraventa de gas natural. El actual vence   en  julio de 2019 luego de  dos décadas. 
 
Para el país el  sector de hidrocarburos es estratégico por su impacto en los ingresos públicos, señala el   análisis de Jubileo.
 
 En los últimos 15 años, Bolivia incrementó notablemente su producción de gas; el    56% de este volumen   tiene por destino Brasil, en el marco del contrato de compraventa de gas, que fue  suscrito en 1996.
 
Desde hace diez años, el energético   fue el principal producto de exportación nacional, ya que representa el 47% del total de las ventas  del país.
 
Por lo tanto, los ingresos percibidos por la explotación de hidrocarburos se constituyen  en una de las principales fuentes de ingresos públicos. Éstos luego  son distribuidos a la población a través de  los niveles subnacionales, universidades y otros.
 
El año pasado, Bolivia y Brasil anunciaron el inicio de negociaciones para un nuevo contrato. 
Según Jubileo, en medio de este proceso son releventes las últimas noticias en el país vecino, en sentido  de que el nuevo Gobierno de Michel Temer    pretendería reducir a la mitad los volúmenes  que compraría a Bolivia. 
 
"Desde  hace varios años, la Fundación Jubileo insiste en la necesidad de mayor transparencia y acceso a la información sobre la gestión de este recurso  estratégico, que permita generar propuestas con visión nacional, incorporando a diferentes actores”, precisa.

FUENTE: PAGINA SIETE