"Todos estos proyectos suman una generación de 444 MW con una inversión total de más de US$831 millones", señaló Sánchez.
Los proyectos hidroeléctricos en estudio a diseño final son el de Rositas con 400 MW, con una inversión de 1.000 millones de dólares e ingreso en operaciones en 2024, y el de Ivirizu, que garantiza 253 MW con una inversión de US$632 millones y funcionará en 2020.
En esta etapa también está el proyecto de Banda Azul con 93 MW, una inversión de US$232 millones e ingreso en operaciones en 2021.
Otros de los proyectos son Huacata con 6 MW, inversión de US$6 millones e ingreso en 2018; Carrizal con 347 MW, inversión de US$867 millones e ingreso en 2021, y Molineros con 132 MW, una inversión de US$330 millones y entrada en operación en 2022.
"Estos seis proyectos suman una generación de 1.231 MW y una inversión de más de 3.000 millones", precisó el ministro de Energía.
Sánchez señaló que los proyectos hidroeléctricos en estudios básicos son Icona, Ambrosía, El Pescado, Aguas Calientes II, El Bala, el Complejo hidroeléctrico Río Grande y el Binacional con Brasil Río Madera, para generar 1.500 megavatios.
El ministro también se refirió a la serie de proyectos que conforman las pequeñas centrales hidroeléctricas que generarían 200 MW con una inversión de US$700 millones.
Sánchez dijo que el potencial hidroeléctrico en Bolivia, según estudios preliminares, es de 40.000 megavatios, lo que permitirá el cambio de matriz energética y dejar de manera paulatina la energía fósil para dar paso a la alternativa renovable.
Fuente: Amèrica Economica