La historia de la India parece un cuento de hadas pero no lo es tanto: se perfila como potencia emergente, sin embargo, el 44% de su consumo provienen del carbón y pese a sus esfuerzos a favor de las renovables, está armando una importante infraestructura para los combustibles fósiles.

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La dependencia india del carbón, OSCURECE A LA POTENCIA EMERGENTE

La historia de la India parece un cuento de hadas pero no lo es tanto: se perfila como potencia emergente, sin embargo, el 44% de su consumo provienen del carbón y pese a sus esfuerzos a favor de las renovables, está armando una importante infraestructura para los combustibles fósiles…

 

ENERGÍABolivia

 

La India del Taj Majal, es el segundo país más poblado de la tierra, después de China. Es también el cuarto consumidor de energía a nivel mundial y hasta el momento viene contribuyendo con un 3% a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), detrás de la gran potencia de Asia, Estados Unidos y la Unión Europea, a partir de una matriz energética dominada por el carbón, según informes recientes de la Agencia Internacional de Energía.

 

Hasta hace apenas dos décadas la India era uno de los países más pobres del mundo y luego de su viraje neoliberal, este país se presenta como una potencia mundial en ascenso bajo la atenta mirada del mundo observando su crecimiento aunque también sus asimetrías y paradojas.

 

Con un PIB de US$2.000 billones, su economía es cerca de cinco veces menor que la de China pero es un potencia que anuncia estar pisándole los talones al gigante asiático y se muestra como la nueva fuerza emergente de esta región en franco crecimiento.

 

Su historia parece un cuento de hadas pero no lo es tanto. Su potenciamiento, sustentado principalmente en sus servicios como líder mundial en sectores de punta como la informática, a partir de un acelerado desarrollo del software y de las actividades de “back-office” y “outsourcing”, hacen que su crecimiento esté bordeando el 8% sostenido en los últimos años, mientras un 75% de la población vive aún con menos de dos dólares diarios y la agricultura mantiene niveles de rezago importantes.

 

LA POTENCIA DE LOS SERVICIOS

 

Consecuentemente, la denominada “Silicon Valley india” tiene, en la prestación de servicios de punta, la prosperidad de su élite urbana pero no ha resuelto sus grandes problemas estructurales como la falta de acceso a la educación, vivienda y salud de la mayoría de sus habitantes. En la noche, en las villas miseria, la gente convive con el dureza de la indigencia, la falta de agua y el acecho permanente de las víboras, en oscuridad casi absoluta.

 

Esta nación emergente, integrante del BRICS junto a Brasil, Rusia, China y Sudáfrica, más allá de los “Indians Institutes of Technology” que ostentan un ejército de programadores ideando para empresas nacionales y extranjeras los códigos para el funcionan ciento de computadoras en todo el mundo; mantiene un desarrollo asimétrico.

 

JUEGO INTELIGENTE

 

Con todo, este país parecer estar jugando sus cartas de manera inteligente. Ha sabido transar con Estados Unidos para zanjar principalmente su transición energética pero no ha roto lanzas con Asia Central ni con países vecinos como Irán, para solventar su desarrollo en tecnología nuclear, abastecimiento de gas y petróleo; y revertir su déficit de infraestructuras en materia de transporte, abastecimiento energético y redes de distribución de agua.

 

Por el momento la India mantiene su carácter de nación emergente en función de la prestación de servicios principalmente informáticos, que no le ha demandado este tipo de infraestructura, y no pierde de vista la posibilidad de convertirse en la nueva potencia de Asia, superando la fase del carbón. Sin embargo, está claro que para lograr el crecimiento económico demandado de un 8% sostenible, requiere de energía a precios asequibles de manera permanente y segura a tiempo de resolver sus paradojas internas y su apego al carbón.

 

EL CARBÓN ES EL CARBÓN

 

En efecto, el 44% de su consumo y el 59% de la capacidad instalada de energía eléctrica de la India provienen de este combustible fósil. Le sigue el petróleo y la biomasa con un 22%, el gas con 7%, la hidroeléctrica con 3% y la nuclear y otras renovables con apenas 1% de su matriz energética, tal cual refiere la Gráfica 1.

 

 

En 1998 la India realizó cinco ensayos nucleares que le permitieron el estatus de “potencia nuclear responsable” y al momento realiza esfuerzos importantes en materia de energías renovables para abastecer su demanda energética, pero aun así un 20% del territorio nacional carece de red de suministro eléctrico y el resto se ve afectado por las irregularidades y la baja calidad del servicio que en un 70% proviene del carbón, de lejos la fuente más barata y contaminante de energía.

 

Como se espera que la demanda energética de la India continué en aumento, debido al crecimiento de su población, industrialización, crecimiento económico y urbanización, sus gobernantes se han comprometido a reducir la intensidad de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) por unidad de PIB entre un 20% y un 25% en 2020 en relación con 2005, excluyendo las emisiones del sector agrícola, según el Newseletter del portal transicion energética y cambio climático

 

En este marco, el Plan de Acción Nacional para el Cambio Climático, establecido en base a su duodesimo Plan Quinquenal de 2013, refiere algunas iniciativas como el Código de Conservación Energética en Edificios; la Misión Solar Nacional que aspira a disponer de 20GW de energía solar fotovoltaica en 2022; la Misión Nacional sobre Eficiencia Energética Mejorada; y, entre otras, la Misión Nacional sobre Energía Eólica que aspira tener 22.000MW de potencia eólica instalada entre 50.000MW y 60.000MW en 2022.

 

ELIMINACIÓN DE SUBSIDIOS

 

Asimismo, el gobierno indio ha recibido recomendaciones de organismos internacionales dirigidos a eliminar los subsidios a los combustibles fósiles, aprovechando el derrumbe de los precios del petróleo, “diseñando medidas para proteger a las personas más pobres y vulnerables a unos precios altos de la energía”.

 

El caso de estudio de la India publicado por The Global Commission on the Economy and Climate, también sugiere llevar a cabo medidas de reforma estructural en el sector eléctrico, encaminadas a profesionalizar los consejos de las compañías eléctricas, desarrollar instituciones reguladoras independientes y reformar los subsidios a la energía eléctrica, entre otros; así como implementar estándares de eficiencia energética en los sectores de los electrodomésticos, los vehículos y los edificios.

 

Usar los impuestos a los hidrocarburos para fomentar un mix energético más eficiente y desarrollar políticas para reducir el coste de la financiación de las energías renovables, en línea con el acuerdo de cooperación entre la India y EE.UU., es otra de las recomendaciones de este estudio que también considera indispensable reorientar el gasto público dedicado a la agricultura que supondría reducir los subsidios a los fertilizantes, la electricidad o el riego de cultivos para aumentarlos en infraestructura, entre otros.

 

LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA

 

En este marco, dicho estudio considera que la transición energética de la India, cuarto emisor de GEI en la actualidad, es esencial para un futuro bajo en carbono a nivel global y que sus niveles de pobreza, la falta de acceso a la electricidad de 300 millones de personas y sus contribuciones exiguas hasta la fecha al problema del cambio climático, hacen necesario aunar el desarrollo económico con cualquier política de mitigación y adaptación al cambio climático.

 

Sin embargo, el panorama no es del todo auspicioso: las previsiones en materia de energías renovables para los próximos 25 años alcanzarían apenas un 20% mientras la energía nuclear que al momento está en 3,5% podría llegar a un máximo de 6%, mostrando que en todos estos escenarios el carbón mantiene su tendencia a la alta, representando el 50% de la matriz energética de la India.

 

Más aún, la tendencia es de todas formas hacia los combustibles fósiles pues según el documento gubernamental de la India, Visión 2025, este país tiene previsto llevar a cabo una reforma de las infraestructuras energéticas que permita la construcción de gasoductos, oleoductos y terminales de gas, para lograr un 90% de autosuficiencia en el consumo doméstico de hidrocarburos. Dentro de este escenario, la explotación del carbón y del petróleo se presentan como dos pilares inconfundibles en el abastecimiento energético de la India.

 

...la explotación del carbón y del petróleo se presentan como dos pilares inconfundibles en el abastecimiento energético de la India”