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La geotermia, considerada como un recurso totalmente autóctono, que en términos generales causa impactos ambientales moderados y mitigables

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PARA LA CEPAL: la geotermia en América del Sur tiene resultados “GLOBALMENTE MODESTOS e INTANGIBLES”

La geotermia, considerada como un recurso totalmente autóctono, que en términos generales causa impactos ambientales moderados y mitigables; no prospera en América del Sur, pese a que la región posee condiciones favorables para su desarrollo. Una situación complejizada por el derrumbe de los precios del petróleo.

 

ENERGÍABolivia

 

Pese a que América Latina es uno de los territorios que posee condiciones geológicas favorables para la exploración y avance de la geotermia, su desarrollo en la región corresponde apenas al 13% de la capacidad instalada mundial, según un estudio reciente de la CEPAL precisando que este porcentaje expresa solamente la situación de la subregión mesoamericana y no así de América del Sur donde no existe ni una planta geotérmica en operación.

 

El estudio denominado Valoración y gobernanza de los proyectos geotérmicos en América del Sur (2016), señala que a pesar de que en América del Sur todos los países que abarcan a la Cordillera Andina (Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Chile y Argentina) presentan un significativo potencial geotérmico, los esfuerzos no lograron concretizarse con la instalación de estas plantas.

 

Observa que incluso a partir de finales de los años ‘90 cuando los nuevos desafíos del sector energético, asociados con el alza de precios de combustibles fósiles y la surgente problemática del cambio climático, generaron un nuevo y más determinado impulso hacia las energías renovables a nivel global, la situación de la geotermia no se modificó en América del Sur.

 

Con todo, la región no está excenta de proyectos “prometedores” como Copahue (Argentina), Laguna Colorada (Bolivia) y El Tatio (Chile), establecidos a partir de investigaciones y perforaciones realizadas ya en las décadas de los ’70 y ‘80 que destacaron la importante cantidad de recursos geotérmicos en la región.

 

PAÍSES ANDINOS

 

La CEPAL señala que en el marco de los últimos 15 años, los gobiernos de los países andinos han retomado la atención hacia la geotermia, con iniciativas del sector público (Bolivia, Ecuador), mixtas público-privado (Argentina, Colombia) o creando marcos legales específicos para incentivar la inversión totalmente privada (Perú, Chile), generando nuevas expectativas y avances como es el caso de Chile que lleva la delantera en el desarrollo de la geotermia en América del Sur.

 

El estudio indica que en Chile, a partir del 2001, se otorgaron más de 80 concesiones de exploración geotérmica y unas 50 más estarían soliticitadas (Santana, 2014); mientras que en Perú se concedieron 32 autorizaciones de exploración y 70 seguirían en trámite de autorización (Claro 2014).

 

En relación a Bolivia señala que el Gobierno gestionó financiamientos con instituciones internacionales para concretar el desarrollo comercial en Laguna Colorada, el proyecto estrella en materia de geotermia que continúa a cargo de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), y que hasta el momento el país no ha modificado las perspectivas de desarrollo geotérmico señaladas en el cuadro 1.

 

 

Agrega que aunque no se conocen planes concretos para la implementación de otros proyectos geotérmicos en Bolivia, es interesante hacer notar que en el 2014, a instancias gubernamentales, se promovió la investigación del área geotérmica del Volcán Sajama, y que el 2015 Bolivia y Costa Rica firmaron un memorándum de entendimiento en el campo de la energía geotérmica, con el objetivo de que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) proporcione asistencia técnica a ENDE en la formación de recursos humanos y para la identificación del potencial geotérmico del país.

 

Sin embargo y tomando en cuenta los esfuerzos en Argentina, Ecuador y Colombia, donde empresas públicas y público-privadas han iniciado proyectos de investigación de áreas geotérmicas con la asesoría de empresas consultoras extranjeras, la CEPAL afirma que los resultados han sido hasta ahora “globalmente modestos e intangibles”, ya que a finales de 2015, casi un siglo después de los primeros intentos de desarrollo geotérmico en El Tatio (Tocchi, 1923), América del Sur ha mejorado el conocimiento de sus recursos, confirmando ulteriormente la existencia de un gran potencial geotermo-eléctrico, pero, no tiene ninguna planta geotérmica en operación.

 

¿POR QUÉ 0 MW GEOTÉRMICOS EN AMÉRICA DEL SUR?

 

¿Por qué, siendo la región muy rica en recursos geotérmicos, y después de tantos años de investigaciones, no existe ni una planta geotérmica en operación?, se preguntan los expertos de la CEPAL a tiempo de remarcar que la energía geotérmica es la fuente renovable “casi perfecta” para la generación de electricidad.

 

Según esta óptica, se trata de un recurso totalmente autóctono, que no implica corte de forestas o extracción y transporte de sustancias minerales con los impactos secundarios asociados, no depende de factores climáticos, como vientos, insolación, regímenes de precipitaciones, tiene emisiones mínimas o nulas de dióxido de carbono y otros gases, no genera desechos contaminantes o radioactivos, no ocupa mucho espacio, no afecta sustancialmente al paisaje, no representa peligros para la fauna, las aves en particular, y en general causa impactos ambientales modestos y mitigables.

 

Para este estudio la generación de electricidad geotérmica es una tecnología madura, que produce energía de carga base con factor de planta superior al 90% y, en ciertas condiciones, se presta también a modular la carga para acomodarse a variaciones de demanda (GEA, 2015). Asegura, al mismo tiempo, que la geotermia es también una de las energías actualmente disponibles con los costos de generación más bajos, acompañados por costos de operación mínimos, previsibles y estables (IRENA, 2015; EIA, 2015) y que, en consecuencia, ninguna otra fuente de energía actualmente disponible reúne tantas ventajas como la geotermia.

 

 

“A pesar de esto la geotermia juega un papel marginal en el sector energético inclusive entre las energías renovables”, dice señalando que las razones para esta situación pueden resumirse en tres factores principales: la falta de recursos geotérmicos aptos para generar electricidad; la complejidad del desarrollo de los campos, desde el punto de vista técnico y financiero agregándole el factor tiempo que demanda entre 5 a 7 años de ejecución; y, pocos desarrolladores con la capacidad técnica y financiera adecuada para operar en el sector geotérmico.

 

LA BATUTA DEL ESTADO

 

Refiere que dado el tamaño limitado del mercado, los pocos desarrolladores existentes tienden también a concentrar sus operaciones en regiones seleccionadas, y a interesarse en los proyectos más avanzados y de menor riesgo, lo cual dificulta el crecimiento del sector mediante la exploración de nuevas áreas, donde los riesgos son más altos y los retornos económicos más inciertos.

 

“De hecho, muchos de los proyectos geotermo-eléctricos actualmente en operación en todo el mundo han sido desarrollados, o por lo menos iniciados, por instituciones públicas, o mediante una importante participación estatal (ESMAP, 2012)”, sostiene. Agrega que en América Latina, gran parte del desarrollo geotérmico actualmente alcanzado, y especialmente sus etapas iniciales de más alto riesgo, ha sido llevado a cabo por empresas estatales.

 

…ninguna otra fuente de energía actualmente disponible reúne tantas ventajas como la geotermia”

 


En conclusión, el estudio refiere que el conjunto de factores y situaciones anteriormente expuesto ha determinado la situación actual de 0 MWe geotérmicos en América del Sur y que esfuerzos significativos son todavía necesarios para la consolidación de entornos adecuados al desarrollo geotérmico en el contexto específico de cada país, considerando también las características que se detallan en el cuadro 2.

 

Afirma que por ahora existen dos proyectos geotérmicos que tienen perspectivas concretas para volverse realidad en el corto plazo: Cerro Pabellón, en Chile, donde el inicio de operaciones de construcción de una planta de 48 MWe ha sido anunciado en Julio del 2015 por la empresa Geotérmica del Norte11; y Laguna Colorada, para el cual el Gobierno de Estado Plurinacional de Bolivia ha firmado en Julio de 2014 un acuerdo de financiamiento con la Agencia de Cooperación Internacional Japonesa (JICA) para la construcción de una primera unidad de generación de 50 MW12.

 

La CEPAL no deja de advertir que, por encima de todas las dificultades, el derrumbe de los precios del petróleo, complejiza aun más la situación actual de la geotermia en América del Sur, afirmando que “los impactos de este fenómeno no se pueden todavía apreciar en su totalidad, pero definitivamente implican ulteriores retos para la viabilidad económica de las iniciativas geotérmicas y una mayor necesidad de políticas de fomento para sostener el ya difícil desarrollo del sector”.

 

...la geotermia juega un papel marginal en el sector energético...”