África sigue siendo un continente tentador para la inversión extranjera dirigida a la extracción de recursos energéticos y mineros, y pese a intentos remozados por posicionar las energías renovables para diversificar su matriz energética, no ha logrado cambios considerables al respecto.

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África y LA TENTACIÓN DE LOS RECURSOS energéticos

África sigue siendo un continente tentador para la inversión extranjera dirigida a la extracción de recursos energéticos y mineros, y pese a intentos remozados por posicionar las energías renovables para diversificar su matriz energética, no ha logrado cambios considerables al respecto.

 

ENERGÍABolivia

 

África se presenta como el nuevo continente del futuro, en pleno siglo XXI. Gran parte de las razones, sin embargo, siguen siendo viejas: están atadas a las ventajas que representan, para continentes “adultos”, sus inmensos recursos energéticos, su pobrísima infraestructura en carreteras, gasoductos y oleoductos y, entre otras, a la mano de obra barata que surge de un regimiento de desempleados en un continente que ha comenzado a ser nombrado en los foros internacionales.

 

El informe África 2030: roadmap for a renewable energy future, elaborado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por su sigla en inglés), recoge parte de los resultados obtenidos durante el taller “Africa Renewable Energy Roadmap”, realizado en Abu Dhabi el 2015 remarcando que debido a que este continente ha registrado en los últimos años una alta demanda de energía esta es, actualmente, una prioridad de la agenda política mundial.

 

Según IRENA el interés está dirigido a fomentar el crecimiento económico y ampliar el acceso a la energía, de la que carecen, en total, 600 millones de personas, mientras que otros 730 millones dependen de la biomasa, y enfrentan apagones constantes, siendo el continente que alberga el 30% de los recursos energéticos del planeta.

 

LAS RENOVABLES EN LA MIRA

 

Entre los puntos que destaca el informe IRENA se destaca que la clave de las tecnologías renovables en África incluyen las soluciones de biomasa más innovadoras, con aplicaciones en hidroeléctrica, eólica y para cocinar. Mientras que las instalaciones solares también podrían tener un papel fundamental para proveer de electricidad.

 

Agrega que actualmente la mitad de la energía total utilizada en África implica un consumo tradicional de biomasa, el cual conlleva problemas tanto de salud (debido al humo que desprende), como sociales, referentes a la recolección de madera. Por tanto, considera que modernizar la biomasa trae consigo, además de beneficios económicos, una mejora en la salud de las personas y beneficios sociales y ambientales.

 

De acuerdo a IRENA, el porcentaje de la población que depende de cocinas tradicionales podría disminuir más de 60 por ciento a 2030, gracias al uso de cocinas modernas, lo que significaría ahorros de hasta 20 mil millones de dólares anuales en prestaciones de salud, gracias al mejoramiento de la calidad del aire interior y remarca que la demanda de energía se triplicará para 2030, aspecto que favorece a las energías renovables.

 

 

“Es importante decir que, en promedio, el sector energético requiere inversiones por 70 mil millones de dólares al año hasta 2030: 45 mil millones de dólares al año para la capacidad de generación y 25 mil millones de dólares para transmisión y distribución. Así, las energías renovables podrían significar 32 millones de dólares anuales, con lo que habría una importante oportunidad para la actividad empresarial”, sostiene dicho informe al visibilizar el interés que concita esta parte del globo terráqueo para inversiones en energía.

 

Desde esta perspectiva, en el sector eléctrico, la utilización de energías renovables en África podría aumentar a 50 por ciento a 2030, dando lugar a una reducción de aproximadamente 310 megatoneladas de emisiones de CO2. Tanto la hidroeléctrica como la eólica podrían alcanzar 100 gigawatts y la solar 70 mil millones de dólares al año hasta 2030.

 

LA DIVERSIFICACIÓN ENERGÉTICA, ¿COMO ILUSIÓN?

 

En esta dirección, el análisis REmap 2030 hace mención al gran potencial con que cuenta África para diversificar sus fuentes de energía y satisfacer su demanda con apoyo de las tecnologías para el aprovechamiento de las renovables, mostrando a este continente como un importante nicho de mercado para la introducción de tecnología vinculada a este tipo de energías mientras continúa fuertemente dependiente de su producción hidrocarburífera y minera.

 

Según REmap 2030 aprovechar los recursos energéticos renovables de África, no sólo aceleraría el crecimiento económico, sino que garantizaría el acceso equitativo a servicios modernos de energía de manera sostenible, siempre y cuando se recurra a las alternativas que propone esta lectura de la realidad africana. Una lectura centrada en movilizar las inversiones con apoyo de los gobiernos y de otras partes interesadas en el cuidado del medioambiente, así como en trabajar en una política propicia y un marco regulatorio que maximice los beneficios socioeconómicos.

 

Estos beneficios incluiría el establecimiento de planes nacionales de energía y de objetivos de energías renovables traducidos en políticas de apoyo e inversión; fomentar el desarrollo, a largo plazo, de un mercado estable, mientras se adapta a los cambios tecnológicos y a la condiciones de mercado; y entre otros, ejecutar políticas de implementación, tomando en cuenta las condiciones de cada país y cada sector, dirigidas a fortalecer la capacidad de las empresas y la construcción de una industria nacional que promueva la educación e investigación, con el propósito de facilitar la inversión y la transferencia de tecnología.

 

REmap 2030 considera que este uso de las energías renovables resulta imprescindible para la modernización y en la reducción de la pobreza en África fundamentalmente en base al establecimiento de un marco institucional que mejore el diálogo y la coordinación entre los involucrados, con el objetivo de definir responsabilidades en lo referente a la electrificación.

 

LAS PRINCIPALES ECONOMÍAS DE ÁFRICA

 

Los países con mayor desempeño económico de África son Angola, Camerún, Gabon, Ghana, Guinea Ecuatorial, Senegal y Nigeria y no deja de llamar la atención que su economía hubiera tenido un crecimiento medio del 11% entre el 2002 y 2011, considerado uno de los más elevados a nivel global, sustentado en la exportación permanente de petróleo. Al 2016 el declive de los precios de este hidrocarburo ha terminado afectando seriamente a la zona norte de este continente, de manera particular, y sus incertidumbres son parte de las que afectan a la comunidad global.

 

Estos países han logrado niveles de crecimiento expectables alrededor de la minería y la extracción y comercialización de petróleo y gas pero se han vuelto dependientes de la inversión extranjera así como de la tecnología y la inversión para la exploración y obras de infraestructura para la construcción de gasoductos y oleoductos. La minería se sustenta en la extracción de bauxita, cobalto, uranio, oro y también ha ocasionado una red de tráfico ilegal de minerales como los diamantes, causa de situaciones de mucho peligro y violencia.

 

Todos estos países no han logrado hasta el momento crear una economía diversificada; lejos de la minería y los hidrocarburos que en muchos de los países de África representan aproximadamente el 60% de sus ingresos. Mantienen, además, niveles extremos de violencia también de género. Infinidad de mujeres son violadas cuando salen a buscar leña y agua y hay campamentos que tienen precarios hospitales para victimas de violaciones y ataques sexuales, propiciados por ONGs extranjeras.

 

LOS DESAFÍOS

 

En este marco, probablemente uno de los más importantes desafíos para África en su conjunto, pese a que aun no logra una idea de integración regional, es clarificar si sus recursos serán una alternativa para el desarrollo del continente africano o solamente una válvula de escape para el desarrollo de las empresas interesadas en sus recursos y necesidades de infraestructura básica.

 

Por el momento, este continente de 54 estados africanos sigue siendo complejo, diverso, complicado y muy vulnerable en función a sus índices de pobreza, hambre, desigualdad y subdesarrollo que ya lo colocaban como el más distante de los objetivos del Milenio para el desarrollo en 2015.

 

Los sectores mas importantes de crecimiento están relacionados con los recursos naturales vinculados a la minería y los hidrocarburos que, como el petróleo, representan una de sus principales atracciones para la inversión extranjera. La agricultura contribuye con aproximadamente un 49% de la fuerza laboral de este continente más conocido por la figura legendaria de Nelson Mandela, un defensor infatigables de África del Sur.

 

Los sectores mas importantes de crecimiento están relacionados con los recursos naturales vinculados a la minería y los hidrocarburos...”