El costo de los equipos, su distribución, operación y mantenimiento, son las principales dificultades para la efectividad de la tecnología renovable en el área rural de América Latina, donde más de 30 millones de personas vive sin electricidad.

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EL ÁREA RURAL, nuevo desafío energético

El costo de los equipos, su distribución, operación y mantenimiento, son las principales dificultades para la efectividad de la tecnología renovable en el área rural de América Latina, donde más de 30 millones de personas vive sin electricidad.

 

ENERGÍABolivia

 

Las áreas rurales, donde vive aproximadamente el 70% de la población mundial pobre, se ha convertido en un desafío energético. Parafraseando a Ban Ki Moon, se busca que la energía sea el hilo de oro que conecte el crecimiento económico, genere mayor equidad social y un entorno que permita que el mundo prospere.

 

En este marco y bajo la lógica de las Ciudades Inteligentes, ha surgido el concepto de Smart Villages con la idea de ofrecer un “marco unificador” que sea lo suficientemente flexible como para permitir vías de desarrollo diferentes, mejorar la vida de los pobladores rurales y contribuir a un crecimiento nacional e internacional equilibrado. Por el momento, el concepto está en fase de evaluación y afinación a través de una serie de talleres mundiales.

 

LECCIONES EN AMÉRICA DEL SUR

 

El Informe No 11 de la iniciativa Aldeas Inteligentes conocida como Smart Villages, refiere que los países de América del Sur han hecho avances significativos en el acceso a la energía, pero, precisa que más de 30 millones de personas (alrededor de 7% de la población) continúan viviendo sin electricidad.

 

Puede verse que aunque los niveles de acceso a la energía son mucho más altos que en el sur de Asia y en el África subsahariana, las comunidades que aún no tienen electricidad tienden a vivir en lugares particularmente remotos, en las montañas o en los bosques amazónicos y que su lejanía se vincula a niveles altos de pobreza, haciendo que la electricidad sea menos asequible.

 

Consiguientemente y según este Informe, llevar electricidad y tecnologías de cocción más limpias y sostenibles a estas comunidades representa un reto importante si es que se ha de lograr el acceso universal a la energía en 2030, como es requerido por los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

 

SISTEMAS SOLARES DOMÉSTICOS

 

En base a un estudio de caso en el Perú, este documento refiere que los sistemas solares domésticos, que proporcionan un nivel básico de electricidad a hogares individuales, pueden ser un aporte valioso. Sin embargo, reconoce que como en otras regiones, el costo inicial de los equipos, la distribución efectiva, la operación y el mantenimiento en poblaciones dispersas que viven en un terreno difícil, es la principal dificultad para la efectividad de esta tecnología renovable.

 

Indica que los modelos “Pay-as- you-go” (pago sobre la marcha), habilitados por la conectividad móvil, están emergiendo como un enfoque alternativo, pero no estarían tan bien desarrollados como en el este de África, donde las empresas privadas desempeñan un rol mucho más importante en la implementación de sistemas domiciliarios. Con todo, indica que los avances sustanciales en los sistemas solares domésticos durante los últimos años han llevado al desarrollo de sistemas de tercera generación, que están empezando a estar disponibles también en América del Sur. Según Smart Villages, estos sistemas están basados en un diseño “plug and play” (enchufar y usar), haciendo que sean más fáciles de instalar y mantener, reduciendo el costo de proporcionar un determinado nivel de servicios en 30-50%.

 

“La reducción de los costos, combinada con modelos de negocio innovadores desarrollados en otro lugar para superar las barreras de los costos iniciales, significan que los sistemas solares domésticos deberían convertirse en una propuesta más asequible para los hogares rurales pobres y que el sector privado desempeñaría un rol más importante para su implementación en América del Sur en el futuro, siempre que los gobiernos establezcan políticas y marcos normativos que apoyen esta estrategia”, precisa el Informe.

 

Al igual que en otras regiones, señala que los productos falsificados y de mala calidad son un problema que debilita la confianza de los hogares para hacer lo que es para ellos una inversión importante en un sistema solar doméstico por lo que considera que los gobiernos deben establecer sistemas eficaces para la certificación de los productos.

 

BENEFICIOS DEL DESARROLLO

 

Smart Villages considera que el acceso a la energía no conduce necesariamente a los beneficios del desarrollo en forma de servicios comunitarios mejorados (salud, educación, agua potable y sanea- miento, etc.) y al aumento de los ingresos a través de empresas productivas y precisa que en muchos casos lograr esto requiere un cambio de paradigma y una nueva manera de pensar.

 

A partir de varias experiencias señala que lograr los beneficios del desarrollo debería ser el motor principal de las iniciativas para el acceso a la energía.

 

Adelanta, en esta línea, que la sostenibilidad financiera a largo plazo de los programas energéticos bien puede depender del aumento de los ingresos de los habitantes locales por medio de un aumento de la productividad de las empresas existentes y la introducción de otras nuevas.

 

Dado que la agricultura es la base de las economías locales de la mayoría de las aldeas rurales, recomienda prestar atención especial a captar una mayor parte de la cadena de valor agrícola a nivel local a través de la elaboración de productos, la reducción de desperdicios y el logro de mejores precios de mercado.

 

Considera, asimismo, que con el fin de justificar la necesidad de recibir apoyo financiero para futuras intervenciones de acceso a la energía, se necesita más evidencia sobre los mecanismos y factores facilitadores a través de los cuales se puede diseñar iniciativas de acceso a la energía que aumenten los ingresos y brinden apoyo a servicios sociales mejorados.

 

El interés de Smart Villages sería garantizar que el acceso a la energía resulte en el desarrollo y la creación de ‘Aldeas Inteligentes’ en las que muchos de los beneficios de la vida en sociedades modernas, estén a disposición de las comunidades rurales además de contribuir a incrementar mano de obra barata.

 

“Nuestro interés es garantizar que el acceso a la energía resulte en el desarrollo y la creación de ‘Aldeas Inteligentes’ en las que muchos de los beneficios de la vida en sociedades modernas, estén a disposición de las comunidades rurales”, remarca el Informe.

 

GOBIERNOS

 

El proyecto remarca el criterio de que los gobiernos desempeñan un rol crucial en el acceso a la energía. Considera que por lo menos deben proporcionar un impulso político fuerte y una visión integral para poder lograr el acceso universal a la energía en América del Sur para el año 2030 y no deja de remarcar que “el tiempo es corto, y la experiencia previa indica que lograr el acceso a la energía toma más tiempo y recursos de lo previsto”. En esta línea destaca que la participación del sector privado requerirá de políticas y marcos normativos estables que apoyen los programas, brindando la confianza necesaria para que las empresas y los financiadores inviertan.

 

Asegura que la prestación de servicios de energía requiere un entorno en el que las burocracias y los regímenes fiscales no impongan retrasos y costos inapropiados, y desvíen la atención del obtener y satisfacer las necesidades de los clientes. Para Smart Villages una consideración clave es que las empresas y los hogares deben tener acceso a financiamiento asequible.

 

CONDICIONES DE MERCADO

 

Esta iniciativa señala que los gobiernos pueden poner a disposición información útil sobre las condiciones del mercado en las comunidades rurales desatendidas y la disponibilidad potencial de recursos energéticos renovables, y tomar iniciativas en el desarrollo de capacidades, la concienciación y la garantía de la calidad de los productos.

 

En este marco refiere que en la medida en que los gobiernos intervienen directamente proporcionando acceso a la energía, las iniciativas “de arriba a abajo”, de “talla única” deben evitarse. Asegura que, por el contrario, las intervenciones deben ser sensibles a las necesidades locales.

 

…la prestación de servicios de energía requiere un entorno en el que las burocracias y los regímenes fiscales no impongan retrasos…”

 


Deben tomarse decisiones sobre cuál es el nivel de gobierno más adecuado para liderarlas - nacional, estatal o local -tomando en cuenta las capacidades y la familiaridad con, y conectividad a, las comunidades locales.

 

LOS SUBSIDIOS

 

En relación al espinoso tema de los subsidios el Informe señala que han desempeñado un papel importante en el progreso realizado hasta la fecha en el suministro de servicios energéticos a las comunidades rurales de América Latina.

 

Precisa que mientras que los sistemas solares domésticos han alcanzado un punto de inflexión a partir del cual su implementación futura podría basarse cada vez más en modelos totalmente comerciales, las mini-redes que proporcionan un mayor nivel de servicios energéticos probablemente seguirán requiriendo subsidios.

 

Sin embargo, recomienda que estos subsidios deben estar bien enfocados y ser de tiempo limitado, además de calculados de manera que los ingresos lleguen a un nivel que permita que los proyectos sean viables.

 

…más de 30 millones de personas continúan viviendo sin electricidad en América Latina”

 



Smart Villages expresa la preocupación sobre la falta de una visión común en relación al acceso a la energía, por parte de los gobiernos de América del Sur y asegura que por lo tanto no han hablado con una sola voz, reduciendo su influencia en las iniciativas internacionales más importantes tales como las negociaciones climáticas COP21.

 

CASO: BOLIVIA

 

El reporte del Banco Mundial (BM), a partir del proyecto IDTR II en Bolivia señala que ha estado intentando incrementar el acceso a la electricidad en zonas desprovistas del país a través de un modelo descentralizado con el objetivo de erradicar la pobreza extrema para 2025 haciendo que los servicios básicos estén disponibles para todos, permitiendo así que el acceso a la energía eléctrica alcance una cobertura total.

 

En este marco, Wendy Guerra refiere que el IDTR II ha asignado para ello un total de USD 50 millones al proyecto, divididos en USD 43 millones para servicios de electricidad en zonas desfavorecidas, USD 2 millones para apoyar estrategias de acceso y energía limpia, y USD 5 millones para la gestión del proyecto.

 

Este proyecto piloto se realiza en los departamentos de Chuquisaca y Potosí, ubicados al sur del país. Por el momento, Guerra refiere que el 31% de los hogares en Chuquisaca (más de 45,000) carecen de acceso a la electricidad mientras en Potosí un 30% estaría en las mismas condiciones.

 

Por el momento quedan retos importantes a ser superados para permitir el acceso a la energía a los 30 millones de personas en América del Sur que todavía no tienen electricidad y que viven en zonas aisladas y comunidades de difícil acceso y donde el estado de estos proyectos generalmente no han superado la condición “experimental”.

 

Smart Villages expresa la preocupación sobre la falta de una visión común en relación al acceso a la energía...”