COLUMNA TEMAS

¿Somos un país patético?

2020-06-12 00:43:54 / EL DÍA

¿Desaparecer al hombre en aras del progreso?

2020-05-13 20:06:15 / EL DÍA

El ser humano, una triste paradoja

2020-04-27 13:59:08 / EL DÍA


Ver más notas


###

El año 2015 para las ENERGÍAS ALTERNATIVAS en Bolivia

 

Sergio Arnéz (*)

 

 

Una lectura positiva sobre el desarrollo de las Energías Alternativas en Bolivia pero que también grafica algunas debilidades como la no incorporación del sector privado nacional e internacional que estaría a la espera una apertura y consideración.

 

El año 2015 puede ser calificado como muy bueno para las energías alternativas en Bolivia, ya que se realizaron acciones concretas para la ejecución de varios proyectos de generación de electricidad con fuentes de energía alternativa, como la eólica y la solar.

 

El evento más importante de este año fue sin duda la inauguración de la primera planta solar fotovoltaica en Bolivia, la planta de 5MW en Cobija, la cual requirió una inversión de 11.4 Millones de Dólares Americanos, generara 7,500MWh/año y ahorrará aproximadamente 1.9 Millones de litros de diésel al año. El proyecto fue realizado por la empresa Guaracachi, filial de la empresa estatal ENDE, con una donación de aproximadamente 60% de la inversión por parte de Dinamarca.

 

Otro paso concreto muy importante fue el inicio de la implementación de la segunda fase del parque eólico Qollpana, ejecutado por la empresa CORANI filial de ENDE, la cual adicionara 24MW al parque existente de 3MW. Esta fase del proyecto requiere una inversión de 54 Millones de Dólares Americanos, los cuales serán financiados totalmente por el Fondo para la Revolución Industrial Productiva (FINPRO) con un interés de 1% anual y a 20 años plazo.

 

 

El proyecto está en marcha y se espera ponerlo en operación en 2016.

 

La explicación que se escucha frecuentemente es que “el sector privado no quiere invertir”

 


Otra acción significativa fue la contratación de estudios para varios proyectos de generación eólica y solar por parte de las filiales de ENDE, con el financiamiento de la mayor parte de la inversión con donaciones de Dinamarca. Los estudios contratados son los estudios Técnico, Económico, Social y Ambiental (TESA) para los siguientes proyectos:

 

• Parque eólico Warnes con 25MW para el SIN en Santa Cruz
• Parque eólico El Dorado con 25MW para el SIN en Santa Cruz
• Parque eólico San Julian con 25MW para el SIN en Santa Cruz
• Planta solar Uyuni Colcha K con 20MW para el SIN en Oruro
• Planta solar Riberalta-Guarayamerin con 3MW en Beni
• Planta solar Yunchara con 5MW en Tarija
• Planta de biomasa con aproximadamente 10MW en Pando
• Planta de biomasa con aproximadamente 10MW en Riberalta

 

Dependiendo del proyecto, los estudios deberán estar concluidos en los primeros meses de 2016 y representan el primer paso del proceso de implementación de los proyectos. Para instalar estos 123MW de capacidad de generación con fuentes alternativas se requerirá una inversión del orden de los 250 Millones de Dólares, cuyo financiamiento deberá ser gestionado con los estudios realizados.

 

En el aspecto normativo, para viabilizar los proyectos de energías alternativas para el Sistema Interconectado Nacional (SIN), el Ministerio de Hidrocarburos y Energia (MHE) emitió en enero 2015 la reglamentación al Decreto Supremo 2048, con lo cual se hace aplicable el mismo y permite que el mercado eléctrico ofrezca una remuneración adicional a los proyectos de energías alternativas, de forma que puedan pagarse los costos de inversión, operación y mantenimiento de los mismos. Aunque los mecanismos del DS-2048 no son lo mejor, es lo único que hay y deben ser utilizados.

 

Como se puede observar, todo lo que se está haciendo es importante. Sin embargo, esto no quiere decir que se esté haciendo todo lo que se pueda o deba hacer. En las acciones descritas resaltan dos cosas: 1) la ausencia del sector privado y 2) los proyectos se realizan con donaciones y/o créditos extremadamente ventajosos.

 

¿Por qué no está presente el sector privado? La explicación que se escucha frecuentemente es que “el sector privado no quiere invertir”, lo cual es la consecuencia y no el origen del problema, y tampoco es la respuesta a la pregunta. La respuesta correcta es que el sector privado no invirtió en el pasado y no invierte ahora en proyectos de generación de electricidad (ni tradicionales ni de fuentes alternativas) porque el precio es muy bajo, lo que origina que sus proyectos no sean viables económicamente.

 

Lo anterior se subsana con el Decreto 2048. La reglamentación de este decreto establece que los proyectos candidatos a obtener la remuneración adicional son los que están inscritos en el Plan Eléctrico del Estado Plurinacional de Bolivia 2025, los cuales son actualmente solo los de ENDE, pero establece también que el MHE convocará a expresiones de interés para ampliar la base de proyectos candidatos.

 

El sector privado está esperando dicha convocatoria para presentar sus proyectos, los cuales podrían requerir menores remuneraciones adicionales que los proyectos estatales y, por tanto, podrían ser de mayor beneficio para el país. Ojala la convocatoria sea realizada este 2016.

 

Dado que las donaciones y los recursos para créditos extremadamente blandos no son infinitos, en algún momento el Estado no podrá encarar por si solo los proyectos eléctricos, no sólo de energía alternativa, sino también los tradicionales que se requieren para asegurar la cobertura de la creciente demanda interna y de exportación, y requerirá la ayuda del sector privado, como se ve en estos días en el tema de exploración hidrocarburifera.

 

La limitante que tienen las autoridades para aplicar con fuerza el Decreto 2048 y ampliar la base de proyectos es el financiamiento de la remuneración adicional; mientras más energía alternativa se viabilice, más remuneración adicional se requiere (lo cual es compensado por los ahorros en gas natural). Esto es una limitante porque aunque las tarifas de electricidad en Bolivia son de las más bajas del mundo, no se desea incrementarlas.

 

Sin embargo, esta barrera no es infranqueable, ya que con montos muy pequeños en relación a la fuente de financiamiento, es decir con incrementos muy pequeños e imperceptibles a la tarifa del consumidor final, sin tarifazos se pueden viabilizar varios proyectos cada año.

 

Los consumidores del SIN pagan actualmente alrededor de 600 MMUS$/año, mientras que los montos necesarios para la remuneración adicional son, por ejemplo: 8 MMUS$/año (1.3%) para viabilizar 100 MW con biomasa de los ingenios azucareros, otros 8 MMUS$/año para viabilizar 50 MW eólicos, y otro tanto para 20 MW fotovoltaico.

 

Para la recaudación de los fondos para la remuneración adicional, el DS-2048 y su reglamentación permiten aplicar un Factor (cargo) para Energías Alternativas a los consumidores del SIN. Sin embargo, actualmente este mecanismo se está utilizando solo parcialmente, aplicando cerca de 3% solamente a los consumidores con gran demanda del SIN, con lo cual se podrá recaudar solamente cerca de 4 MMUS$/año, que es insuficiente incluso para la remuneración adicional requerida por los proyectos que están en estudio.

 

Para el 2016 quedan entonces dos tareas esenciales: 1) Convocar a expresiones de interés en proyectos de energías alternativas y 2) Mejorar la recaudación de recursos para la remuneración adicional. Existen varias empresas nacionales e internacionales muy interesadas en invertir en energías alternativas en Bolivia, ¿por qué no abrirles la puerta?

 

(*) Jefe del proyecto Guabirá Energía