La presente nota destaca que no existe una regulación adecuada para el uso intensivo de energía en la climatización de casas y edificios, que considere la aplicación de medidas correctoras en las edificaciones que se proyectan y construyen en las ciudades, a pesar de los lineamientos existentes sobre ahorro y eficiencia energética.

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Bolivia no cuenta con una política energética que regule la construcción


La presente nota destaca que no existe una regulación adecuada para el uso intensivo de energía en la climatización de casas y edificios, que considere la aplicación de medidas correctoras en las edificaciones que se proyectan y construyen en las ciudades, a pesar de los lineamientos existentes sobre ahorro y eficiencia energética.

 

Vesna Marinkovic U.

 

Las políticas energéticas están obligadas cada vez más a abordar temas de producción de energía, distribución y consumo que también tienen que ver con códigos de edificación y estándares de consumo de combustible. En esa línea, ENERGÍABolivia convocó al presidente de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), Guillermo Schurpp Rivera y a su gerente general, Javier Arze Justiniano, para conversar sobre la situación de este sector, a partir del boom de la construcción que se vive especialmente en Santa Cruz.

 

Hojeando especificidades al respecto se observa que si bien la política energética puede incluir legislación así como tratados internacionales e incentivos a la inversión, y lineamientos para el ahorro de energía e impuestos, no se ha planteado una política energética que atienda exhaustivamente la regulación de la construcción de edificios y viviendas, con el propósito de aportar a la eficiencia energética en el país.

 

Parcialmente se sabe que la construcción de edificios y especialmente el consumo energético de estos, demanda más energía que el transporte o aplicaciones industriales. La climatización es responsable de aproximadamente el 20 por ciento de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en todo el mundo y tiene un significativo impacto en el cambio climático causado por el hombre.

 

Las emisiones de GEI procedentes de la fase de construcción están generalmente relacionadas con la energía incorporada en el edificio y se pueden generar en tres etapas de su ciclo de vida: a) durante la fabricación de materiales, b) durante el transporte de materiales y c) durante la construcción del edificio (Roche, 2010). Como se ha visto, las emisiones durante la producción de la vivienda es mucho mayor.

 

 

SIN EMISIÓN DE CARBONO

 

El Instituto Americano de Arquitectos (AIA por sus sigla en inglés) ha propuesto construir edificios sin emisión de carbono en el 2030, lo que implicaría que la construcción y la operación de edificios no requerirán energía proveniente de los combustibles fósiles como el gas o el petróleo, ni emitirán gases invernaderos, con miras a que Estados Unidos reduzca la emisión de CO2 de 40% a 60% por de debajo del nivel de 1990 en el año 2050.

 

Una de las iniciativas del Departamento de Energía de los Estados Unidos, creado por Jimmy Carter en 1977, fue el Programa de Ayuda a la Climatización que permitió remarcar que el bajo costo de la climatización reduce gastos hasta un 31% asegurando que el incremento de las inversiones en energía eficiente y climatización tienen un alto retorno.

 

De acuerdo a los datos del Quinto Censo de la Construcción del Observatorio Urbano hasta el 2015 se ha invertido en Bolivia más de $us 1500 millones solamente en proyectos habitacionales, centros comerciales y de servicios en las ciudades del eje troncal como son Santa Cruz, La Paz y Cochabamba y se prevé que a partir de 2016 las inversiones privadas del sector bordearan los $us 2000 millones por lo que importa saber cuánto se invertirá en regular, entre otros, los procesos de climatización.

 

Los invitados al coloquio coincidieron en que, al momento, no existe una regulación adecuada para el uso intensivo de energía en la climatización de casas y edificios que obligue a los profesionales del medio a aplicar medidas correctoras a los edificios que proyectan y construyen, a pesar de los lineamientos existentes sobre ahorro y eficiencia energética. Calificaron la situación de “incipiente”.

 

INFRAESTRUCTURA

 

Por el momento, el sector está a la espera de una Ley de Contrataciones que garantice la participación de las constructoras bolivianas en la edificación de obras públicas que se licitan a nivel internacional, como aquellas vinculadas a crear infraestructura para el sector de los hidrocarburos y energía, por ejemplo las hidroeléctricas.

 

El presidente de Cadecocruz, Guillermo Schrupp Rivero recordó que el año 2014 la institución planteó un proyecto de ley para que las empresas bolivianas participen al menos con un 30% en la ejecución de obras públicas y en condición de socias de las compañías extranjeras que se adjudican contratos para crear infraestructura y “Know How” en el país y aseguró que este condicionamiento es altamente significativo para crear la solvencia suficiente en el sector.

 

Recordó que Santa Cruz se consolida como un polo de atracción de inversiones y precisó que en el sector constructor se concentra el 58% del total de metros cuadrados que se están edificando en el eje troncal del país.

 

Según el ejecutivo, en el departamento se aglutina la mayor cantidad de obras y que la construcción de viviendas, condominios, urbanizaciones, infraestructura de servicios y entretenimiento, creció un 21,41% el último año.

 

Precisó que en Santa Cruz germinan alrededor de 22 edificios de oficinas y 96 proyectos habitacionales, asegurando que el crecimiento del sector es un indicador positivo para la economía interna del país pues el ascenso fue de por lo menos un 25% el 2015. El gerente de Cadecocruz, Javier Arze Justiniano, sostiene que los proyectos existentes en el área de desarrollo inmobiliario, comercio y servicios van a incrementar la demanda energética que, de acuerdo a reportes de CRE, ha tenido un crecimiento de alrededor del 10% en los últimos 4 años

 

Por el momento no está claro en Bolivia quién certifica si un edificio es sustentable energéticamente..."

 


¿QUIÉN CERTIFICA?

 

En este marco, la cantidad de energía para bajar o subir la temperatura, minimizando el consumo de energía del sistema de climatización, se ha convertido en un objetivo hacia el 2030 que pasa, en parte, por lograr que las viviendas reutilicen y generen parte de su energía, en un sector cuyos equipos funcionan a diésel en un 100 por ciento.

 

Por el momento no está claro en Bolivia quién certifica si un edificio es sustentable energéticamente hablando y los montos de su construcción, aunque organizaciones vinculadas a esta actividad como CRE, Saguapac, Cámara de la Construcción, entre otros, vienen impulsando el Green Building Council Bolivia, como parte del World Green Building Council o Consejo Mundial de Edificios Sostenibles, organización que monitorea el mercado de la construcción sostenible.

 

INTERCONEXIÓN AL SIN

 

Los representantes de Cadecocruz consideraron, por otra parte, que la interconexión eléctrica rural en Santa Cruz de la Sierra al Sistema Integrado Nacional (SIN), puede contribuir incluso a impulsar los proyectos de exportación de energía que tiene el actual Gobierno.

 

“Usted no tiene ningún nexo del Sistema Integrado Nacional con los países limítrofes, ninguno, y Santa Cruz en este momento está pasando un muy buen momento, hay inversiones importantísimas que está haciendo la Gobernación y la CRE, de manera que se debe avanzar en este tema”, dijo Schrupp al remarcar la importancia de contar con una política energética estatal que permita la interconexión en el departamento de Santa Cruz, que al momento ostenta casi un 90% de cobertura rural, como la mejor salida a países vecinos.

 

Colateralmente situaron la hidroélectrica Rositas como un proyecto imprescindible para consolidar la venta de energía al Brasil precisando que con su puesta en marcha es posible exportar electricidad tanto a Brasil como Argentina, sin descuidar el mercado interno.

 

...situaron la hidroélectrica Rositas como un proyecto imprescindible para consolidar la exportación de energía al Brasil...”