Mucha gente ignora que los envases  plásticos abandonados y en buenas condiciones, pueden terminar siendo un peligro para la vida, el agua y el medio ambiente. De este tema se conversó en el reciente coloquio de la revista ENERGÍABolivia y nos parece importante socializarlo.

El evento reveló que el país no cuenta con estadísticas sobre el daño ambiental ocasionado por efecto del abandono de envases vacíos de plaguicidas utilizados en la actividad agropecuaria y que, inadecuadamente manipulados, pueden resultar letales para las personas y la vida silvestre en general.

Si ponemos atención, este no deja de ser un tema álgido por sus implicaciones pues en ese marco nadie estaría libre, por ejemplo, de consumir agua que estuvo almacenada en estos recipientes, sin el mayor asomo de información y con consecuencias desastrosas para la salud.

En el coloquio se informó que muchos de estos recipientes también están almacenados en Normandía de manera temporal, lo que no elimina situaciones de riesgo debido a lo que podría ser el manipuleo incorrecto y se planteó la necesidad de estructurar acciones coordinadas entre la academia y las instituciones directamente involucradas.

En esta línea destacó la iniciativa de la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios (APIA), que con el apoyo de Croplife está desarrollando una interesante campaña dirigida a concienciar precisamente sobre el uso y gestión de estos envases hasta su posterior reciclado.

El objetivo es evitar la contaminación del ambiente, impedir el uso domiciliario de estos envases como recipientes de agua potable, por ejemplo, y evitar al mismo tiempo el comercio ilegal así como el reenvasado de productos adulterados.

Durante el coloquio se explicó que para la descontaminación de los envases de plaguicidas se está aplicando el triple lavado y la perforación de los mismos para que no puedan ser reutilizados y que posteriormente se los lleva a los centros de acopio más cercanos para luego reciclarlos, como destino final de los recipientes.

Cañoplast es la empresa encargada de recoger los envases del campo con el objetivo de reciclarlos y producir con ellos politubos para el tendido eléctrico y riego por goteo, y su posterior su aplicación tanto en el campo como en las ciudades.

Según APIA este año se logró la recolección de 182.422,5 kilogramos de envases vacíos de plaguicidas de material PEHD (Polietileno de alta densidad), significando un aumento de recojo de envases en el orden del 16,5% comparado con el año 2013 cuando se recolectó 156.584,4, destacando también una mejora en el triple lavado de 19,7% respecto del año pasado.

Con todo, no deja de ser un tema que debería ser incorporado también en la currícula de los colegios, universidades y la agenda mediática, para coadyuvar en la socialización de temas importantes para la salud y el medio ambiente. Por el momento, estos plásticos incorrectamente utilizados, continúan siendo un peligro silencioso.

FUENTE: EL DÍA

AUTORA: VESNA MARINKOVIC