Alrededor del 50% de la energía que importa Estados Unidos proviene de su propio hemisferio, lo que corresponde decir: América del Norte, Canadá y América Latina, según afirmaciones de la actual candidata demócrata para las elecciones presidenciales de Estados Unidos del próximo año, Hillary Rodhan Clinton, expuestas en su libro denominado “Decisiones difíciles”.

Refiere que una mayor expansión de la cooperación en energía y cambio climático podría, por tanto, convertirse en un medio para cerrar brechas entre las naciones de cada una de esas regiones, creando oportunidades económicas y mejorando el medio ambiente al mismo tiempo.

Acota que en esa dirección ella contribuyó a estructurar una propuesta para que el presidente Obama la diera a conocer en Trinidad y Tobago donde propuso la “Alianza de las Américas en Energía y  Clima”, un tema que resulta coyuntural ahora que estamos frente al escenario de la COP21 en París y sus expectativas frente a lo que podría ocurrir en ese escenario, concebido para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Según Rodhan Clinton, esta Alianza apoya la innovación y aprovecha las fortalezas de la región que, entre sus muchos recursos naturales concentra el 25% del agua de todo el planeta, un aspecto que sin duda nos coloca en un espacio de alta prioridad pero al mismo tiempo de suma complejidad si no contamos con una política regional de planificación de nuestros recursos energéticos.

En esa dirección, la actual candidata demócrata pasa revista al liderazgo de Brasil en materia de biocombustibles, al apuntalamiento de Costa Rica a las hidroeléctricas, y al caso de Colombia y Perú por su desarrollo de sistemas de transporte de energía limpia. Al mismo tiempo destaca  a México por su cuidado en tapar vertederos que puedan ser un peligro para el medio ambiente y por estar capturando el gas metano para generar energía, a tiempo de mejorar la calidad del aire de la ciudad de México. Ergo, no es novedad que el tema energético en nuestra región está siendo permanente leído por Estados Unidos, como parte central de su agenda.

En un mundo donde aproximadamente  1500 millones de personas no tienen acceso a la energía ella considera que esta es la puerta para salir de la pobreza, aunque  los ciudadanos de este mundo no ha aprendido aun a tener un manejo eficiente de la energía y una gestión sustentable de los recursos energéticos.

Por el momento, el discurso de Clinton con importantes probabilidades de acceder a la presidencia de su país, mantiene el perfil de la mayoría de los líderes mundiales que si bien priorizan el tema de la energía en las agendas de sus propios Estados, como generador de desarrollo, no han logrado aun un planteamiento que conciba una gestión más sustentable de la energía a nivel global frente a una demanda de energía imparable.

En este marco, es probable que el éxito político y económico que puedan alcanzar los líderes del  futuro cercano tenga que ver con propuestas coherentes del manejo energético por la vía de recursos renovables y no necesariamente fósiles, en la ruta de mirar un futuro sustentable del planeta. La opción sin duda que plantea “decisiones difíciles” a quienes tiene la opción de manejar niveles de poder en nuestro planeta Tierra.

FUENTE: EL DÍA  
AUTORA: VESNA MARINKOVIC