Persiste una marcada resistencia a la inversión de parte del sector privado, junto a la opinión de que la “minería ocurre sin control alguno en Bolivia”, como insiste ADEMAF, cuando se refiere a temas de contaminación y de avasallamiento especialmente.

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La minería aún no ha resuelto el desafío de la industrialización


Persiste una marcada resistencia a la inversión de parte del sector privado, junto a la opinión de que la “minería ocurre sin control alguno en Bolivia”, como insiste ADEMAF, cuando se refiere a temas de contaminación y de avasallamiento especialmente.

 

Vesna Marinkovic U.

 

Con grandes inversiones, conocimiento y nueva tecnología, la minería boliviana puede resurgir y dejar atrás su actividad rudimentaria en virtud al potencial de sus yacimientos minerales que están a la espera de nuevos y mejores incentivos para su exploración y desarrollo, sostuvo José Pinto durante su participación en el coloquio promovido por ENERGÍABolivia, el pasado octubre.

 

Pinto, geólogo, economista y con una larga experiencia en el sector, recordó la historia corta del atractivo minero del país (1987-1997) señalando que fue y es el oro el que continúa captando el interés de inversionistas extranjeros por su gran potencial y alto valor comercial; cuyo precio mantiene estabilidad en el mercado internacional, pese a las bajas que ha sufrido.

 

En un contexto de crisis de los precios de las materias primas, como son los minerales, él considera que además de inversiones, el “saber cómo” son requisitos fundamentales para activar la minería en Bolivia, especialmente en la región del Escudo Precámbrico Boliviano que constituye cerca del 25% del territorio nacional con importantes yacimientos de oro, cobre, zinc, níquel, tantalio, estaño y tierras raras de gran demanda internacional.

 

Pinto enfatiza que sin exploración es imposible pensar en una minería industrial y moderna en Bolivia. Remarcó que la exploración permite descubrir yacimientos, presentar estudios de factibilidad y construir minas y acotó que bajo este concepto se crearon las únicas cuatro minas industriales y modernas de Bolivia (Inti Raymi, Puquio Norte, San Cristóbal y Don Mario), entre 1988 y 2005.

 

…los nuevos descubrimientos tecnológicos han puesto nuevamente a la minería en el centro del debate mundial

 


DESPUÉS DE LA LEY

 

La postura de Pinto refleja la línea del sector privado que no ha dejado de visibilizar temores y contradicciones, después de la promulgación de la Ley 535 de Minería y Metalurgia en mayo de 2014, que establece una nueva estructura para la actividad minera en el país.

 

Pese a que uno de los planteamientos de la propuesta gubernamental fue recuperar la actividad exploratoria en la minería, asegurando que fue descuidada en los planes de la actividad privada tradicional; al momento, gran parte de los empresarios mineros continúan exigiendo mayor seguridad jurídica, incentivos y concesiones, mientras la exploración no ha sido precisamente una de las mejores respuestas que ha tenido este sector.

 

Por tanto y pese a haberse planteado la importancia de la exploración, se observan serias limitaciones para implementarla más aun en un escenario de los precios bajos de las materias primas y después de un largo periodo de precios altos que generó una mayor actividad exploratoria en todo el sector extractivo a nivel mundial.

 

Al momento de promulgar la Ley 535, el ministro del ramo, Cesar Navarro reiteraba que “el contrato minero es para producir, para explorar, para transformar y generar riqueza”, asegurando que “no habrá más concesiones ociosas” lo que para algunos analistas ha ralentizado la inversión extrajera en exploración minera y la aplicación de tecnología, denominada de punta, para activar la minería industrial y moderna en Bolivia.

 

Según Pinto y el ex asesor de Hidrocarburos y Minas de la Gobernación de Santa Cruz, José Padilla, la aprobación de los contratos mineros por la Asamblea Legislativa Plurinacional está provocando el mismo efecto, dentro de la presente coyuntura de precios, más allá de un exceso de oferta en los mercados, estimulado durante los años de bonanza.

 

ALIANZA PÚBLICO PRIVADA

 

Dentro de este escenario, José Padilla consideró como indispensable la alianza público-privada para catalizar los esfuerzos y las capacidades institucionales en el país que pese a estar viviendo la era del gas, no se desliga de su larga trayectoria minera.

 

Refirió que es imperativo buscar alternativas posibles y económicamente viables para materializar, a través de programas y proyectos, nuevos motores del desarrollo económico y social en Bolivia como, por ejemplo, el potenciamiento de la minería para alcanzar la diversificación productiva, industrial y de servicios, a partir del desarrollo del Mutún y la zona del Precámbrico.

 

Para ello plantea la implementación del Plan Siderúrgico Nacional; elaborar el plan de desarrollo e investigación minera para el Precámbrico y el apuntalamiento de la industria siderúrgica integrada a las cadenas de valor del Mercosur, luego de que emprendimientos estatales como el de la Empresa Siderúrgica del Mutún no lograran tener resultados en las áreas bajo su control y después de que iniciativas privadas no superaran el umbral de la pequeña minería.

 

Desde esta perspectiva de integración con el Mercosur a través de la utilización de la hidrovía Paraguay Paraná, Padilla retoma la necesidad de contar con una estrategia nacional de logística, la materialización de proyectos de infraestructura como la construcción de Puerto Busch, y puertos secos junto a la creación de la cadena logística con presencia en puertos de Paraguay, Uruguay y Argentina.

 

Proyectó la necesidad de desarrollar la industria de astillería naval, marítima y fluvial; la construcción del ferrocarril Motacusito Mutún Puerto Busch, así como la implementación del Hub aeropuerto Viru Viru y el Hub aeropuerto Puerto Suárez.

 

La idea es, desde su punto de vista, desarrollar una adecuada infraestructura para que proyectos como la siderúrgica del Mutún puedan ser atractivos para la inversión extranjera, en base a potenciales mercados de hierro como serían Paraguay, Uruguay, Argentina y no solamente el Brasil, en el marco de procesos de integración como el Mercosur.

 

… enfrentar la cultura de una gestión minera altamente dañina para el medio ambiente”.

 



MATERIALES SEMITERMINADOS

 

Padilla sugiere proporcionar materiales semiterminados a los países vecinos, a partir de una gran siderurgia en el oriente boliviano, sobre la base del Mutún que representa el mayor reservorio de hierro en Bolivia pues sus reservas alcanzan al menos a los 40 mil millones en forma de hematita y magnetita y 10.000 toneladas de magnesio, permaneciendo como una importante reserva no desarrollada a nivel mundial.

 

Lo cierto es que el coloquio puso en evidencia el potencial minero del país y de manera particular del oriente boliviano por la zona del precámbrico, pero, también arrojó demandas que señalan fisuras entre el sector público y el privado que exige mejorar el clima de negocios, simplificar los trámites y promover inversiones; mientras el Gobierno mantiene el propósito de desarrollar la actividad minera productiva, con miras a industrializar toda la producción minera hasta el 2025, como parte de una gestión estatal.

 

Estas lecturas dan cuenta de que, por el momento, la minería no ha resuelto el desafío de alcanzar la producción, concentración, transformación y principalmente la industrialización con la participación de los cooperativistas, el sector privado y los asalariados.

 

Concretamente, Bolivia mantiene en proyecto la necesidad de dar cabida a una minería industrial y moderna que según Pinto “es menos contaminante y más remediable”, y enfrentar la cultura de una gestión minera altamente dañina para el medio ambiente y que “ocurre sin control alguno en Bolivia, como insiste ADEMAF, cuando se refiere a temas de contaminación y de avasallamiento especialmente.

 

Con todo, habrá que tomar en cuenta que los nuevos descubrimientos tecnológicos han puesto nuevamente a la minería en el centro del debate mundial. Hasta octubre de 2015, gran parte de los analistas del sector a nivel mundial se han limitado a remarcar los aspectos positivos de los bajos precios de las materias primas como, por ejemplo, “la inflación a la baja y una mayor capacidad de compra de consumidores y empresas”.

 

... sin exploración es imposible pensar en una minería industrial y moderna en Bolivia.”