Organismos internacionales como el BID han comenzado a visibilizar su ayuda en el análisis de la sostenibilidad social, económica y ambiental de las distintas alternativas de energía renovable, como se pudo colegir de la disertación de Renán Orellana, consultor de este organismo, durante el Seminario Internacional “Oportunidades para las Energías Renovables en Bolivia”, realizado a fines de julio, en la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA).

En momentos de una nueva crisis en los precios del crudo, dijo que el BID financia proyectos que tengan el mejor impacto en relación con su desarrollo; corroborando esfuerzos por apoyar proyectos de investigación y desarrollo de programas piloto para comprobar la viabilidad de las mejores ideas relacionadas con las energía renovables.

Esta iniciativa va junto a los esfuerzos de varios Estados por diversificar su matriz energética, a través de grandes inversiones en energía eólica, etanol eficiente y principalmente energía hidroeléctrica, al punto que por primera vez, en cuatro décadas, como él lo señalara, la economía mundial creció sin un aumento paralelo de las emisiones de CO2, a pesar del aumento del 1,5% del consumo mundial de energía.

Sin duda que esto fue posible gracias al aporte de las energías renovables a nivel mundial, lo que ha permitido mantenerlas en agenda, pese a las escasas proyecciones que muchos gobiernos y líderes energéticos les otorgan, frente al reinado indiscutible de los combustibles fósiles a escala global.

Consecuentemente, coincidimos con Orellana cuando señala que “esta es una buena noticia para el sector de las renovables”, puesto que casi el 23% de la energía eléctrica consumida en el mundo en 2014 procedió de fuentes renovables (solar, eólica e hidroeléctrica), asegurando, además, que la capacidad de generación actual del sector es de 1.712 gigavatios, 135 gigavatios más que en 2013.

“El año 2014 el 59% del aumento neto de capacidad energética del mundo procedió de las renovables”, dijo al precisar que la capacidad de energía solar fotovoltaica ha verificado un gran crecimiento y que se multiplicó 48 veces entre el 2004 (3,7GW) y el 2014 (177GW), incluyendo a países de América Latina y el Caribe que pese a ser líderes mundiales en la explotación de fuentes de energía renovables, solo han desarrollado alrededor del 30 por ciento de su capacidad hidroeléctrica, y el potencial de nuevas fuentes —como la energía eólica, solar y geotérmica— apenas ha comenzado a ser aprovechado.

En esta línea, destacó que Bolivia hubiera incluido alrededor de 183 megavatios (MW) de renovables como meta al 2025, y recordó el aporte de estas en la generación de 7,7 millones de empleos el año 2014, a nivel mundial. Sin embargo, hizo notar que varios estudios indican que el desarrollo de las energías renovables va por delante de la capacidad formativa y que existe escasez de formación homologada y que es importante reglarla mientras aumenta la demanda de formación, a partir de las perspectivas del sector.

FUENTE: EL DÍA 
AUTORA: VESNA MARINKOVIC