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Mérida, México. El desarrollo de un marco climático y de objetivos mundiales de emisiones claros es esencial, si se quiere llegar a los US$48-US$53 billones necesarios para lograr una nueva estructura sostenible de energía, de acuerdo al nuevo Informe del Consejo Mundial de la Energía.
 
 
Hoy se revelarán las conclusiones, de la quinta edición de la serie de diálogos entre los líderes energéticos, del Trilemma Energético Mundial, “Priority actions on climate change and how to balance the energy trilemma” (Acciones prioritarias sobre el cambio climático y cómo equilibrar el trilemma energético) a los representantes de los gobiernos en la Sexta Reunión Ministerial de Energía Limpia (CEM6 según sus siglas en inglés) en Mérida, México.

Este estudio es publicado por el Consejo Mundial de la Energía y su socio del proyecto, Oliver Wyman, junto con el Global Risk Centre y las compañías matriz Marsh & McLennan,.

Basándose en las reflexiones de más de 2.500 líderes de la industria y responsables mundiales de la formulación de políticas, el informe revela la urgencia con la que los líderes del sector energético ven la necesidad que se lleguen a acuerdos sobre el marco climático y los objetivos globales de emisiones de gases de efecto invernadero en las negociaciones.

Dichos objetivos, claramente definidos y controlados, permitirían que los sectores financieros y de la industria liberen inversiones y faciliten la transición hacia un futuro energético sostenible.

Joan MacNaughton, presidenta ejecutiva del Trilemma Energético Mundial, comentó: “La industria energética afirma que este es el momento de adoptar medidas más fuertes para el cambio climático, y que está dispuesta a colaborar plenamente, construyendo sobre los ejemplos de liderazgo que algunas empresas ya están mostrando.

“Nuestras conclusiones muestran que hay una sed real por una implementación vigorosa de fuertes compromisos - ahora se necesita cambiar el punto de enfoque, del diálogo a la acción. A menos que esto se logre, resultará cada vez más difícil cumplir con lo prometido a través de los tres objetivos del trilemma de la energía, seguridad, equidad y sostenibilidad ambiental.

“Tal como nos lo dice el sector de la industria, es momento de poner manos a la obra.”

El Informe identifica cinco políticas facilitadoras que son clave para la transición exitosa hacia un sistema energético bajo en emisiones de carbono:

- Remover las barreras al comercio y facilitar la transferencia de tecnología, incluidas las tarifas a los bienes y servicios ambientales, y proteger los derechos de propiedad intelectual.

- Establecer un precio para el carbono para nivelar el campo de juego, y encauzar las inversiones hacia soluciones de bajas emisiones de carbono.

- Ofrecer las señales políticas adecuadas para aumentar las inversiones, acompañadas por una cartera de proyectos financiables para atraer más capitales privados.

- Poner mayor énfasis en la gestión de demanda, además de aumentar la eficiencia energética en todos los sectores: residencial, comercial, industrial y transporte.

- Priorizar y construir plataformas para la innovación, la investigación, el desarrollo y la demostración, principalmente en lo que se refiere al caso de las inversiones en nuevas tecnologías, al tiempo que se abre una nueva era de colaboración entre los sectores público y privado.

Christoph Frei, secretario ejecutivo del Consejo Mundial de la Energía, en anticipación al CEM6 dijo: “cada vez resulta más evidente que los mecanismos tradicionales, la tecnología conocida, las políticas y los índices de innovación no llevarán al cambio necesario para equilibrar las consideraciones sobre la seguridad energética en los países y lograr los objetivos globales climáticos. Se necesita un pensamiento nuevo y ambicioso.

“Este nuevo pensamiento requerirá de una economía estable y de plataformas políticas para potenciar inversiones y establecer objetivos claros y consistentes que guíen el desarrollo de la nueva infraestructura energética que sustentará la transición hacia la reducción de emisiones.

“Los líderes energéticos han identificado cinco áreas prioritarias de acción. Estas acciones deben ir acompañadas por innovación acelerada en lo que respecta a modelos de negocios, procesos y marcos regulatorios, para acomodar nuevas tecnologías, diseño de mercado y poner el énfasis en la resistencia de la infraestructura energética.

La urgencia con la que se requiere este marco se evidencia en las predicciones acerca de las importantes evoluciones en la demanda energética global, la cual cambiará dramáticamente en el período que va hasta el año 2050. Al tiempo que las economías de países emergentes, como Brasil, India, China y Asia sudoriental crecen, utilizan más energía y su rol en las negociaciones y sus compromisos serán críticos.

Asia producirá casi el 50% del crecimiento económico mundial para el 2050, y su cuota de consumo total de energía primaria crecerá entre un 45 y un 48%.

El Medio Oriente y Norte de África continuarán siendo grandes consumidores de energía – sus economías se triplicarán para el 2050, estimulando el doble de demanda energética durante ese período. A pesar de que el PIB europeo se duplicará en ese período, con una mejora en la eficiencia energética en el continente, la demanda energética permanecerá significativamente inalterada.

François Austin, Director Mundial de Prácticas Energéticas de Oliver Wyman, comentó: “Es esencial reducir la inseguridad política. Esto permitirá a los responsables de formular políticas y a los líderes de los sectores de servicios financieros y de energía trabajar dentro de un marco robusto para tomar decisiones de inversión importantes. Los resultados claros provenientes de las negociaciones en París son esenciales para avanzar con los modelos innovadores de negocios y con los diseños de mercado que reflejan y apoyen las nuevas y cambiantes dinámicas del sector energético.”

Alex Wittenberg, Socio de Oliver Wyman y director ejecutivo del Global Risk Centre de Marsh & McLennan, comentó: “las transiciones en el sector energético y la evolución en el suministro y demanda de energía tendrán un gran impacto en todo el sector económico. Las compañías tienen opciones nuevas y alternativas respecto de las fuentes y el uso de energía, ahora y en las décadas por venir, y una claridad política es esencial para acelerar el ritmo de la transición.”

FUENTE: AMERICA ECONOMÍCA