La imparable demanda de energía en China se ha convertido en parte de su perfil como país. La presente nota refiere que es el empuje del aparato productor de China lo que viene disparando este consumo energético. ###

China: el dragón energético del Siglo XXI

 

La imparable demanda de energía en China se ha convertido en parte de su perfil como país. La presente nota refiere que es el empuje del aparato productor de China lo que viene disparando este consumo energético.

 

Pablo Javier Deheza


Apartir de 2010, China seconvirtió en el país conmayor consumo de energía en el mundo, sobrepasando a los Estados Unidos. Desde entonces la brecha entre ambos países no ha hecho sino ensancharse. De acuerdo a los datos de la Energy Information Agency, China consumió en 2012 un total de 105.882 cuadrillones de BTU’s y Estados Unidos 95.058; lo que equivale al 20,2% y 18,1% respectivamente del total mundial.

 

En el escenario grande, no se trata sólo de un incremento del consumo energético en China, sino del desplazamiento que está teniendo lugar desde Europa Central y Estados Unidos hacia la región asiática y países como Rusia y Brasil.

 

El consumo de energía en China se concentra principalmente en el sector industrial. Éste absorbió en 2011 el 72% del total, seguido por un 14% en residencial y comercial y el saldo en transporte. En comparación, Estados Unidos presentó para el mismo año un consumo repartido de la siguiente manera: 34% en uso industrial, 27% en residencial y comercial y un 38% en transporte.

 

…en 2013 China instaló más capacidad en energías alternativas que toda Europa y el resto de los países de la región Asia-Pacífico en conjunto”.


 

Claramente se observa que es el empuje del aparato productor de China lo que viene disparando el consumo energético en este país. Esta variación incremental en la demanda no está logrando ser equiparada por su capacidad de producción. Es así que si bien en 2013 la potencia asiática concentró más del 20% del total consumido en el orbe, su producción llegó a un 17,2%. Esta brecha viene siendo subsanada mediante la importación de fuentes de energía; principalmente petróleo y gas.

 

MATRIZ ENERGÉTICA

 

El carbón es la principal fuente energética de China. De acuerdo a los datos del World Energy Council, este combustible fósil aportó con un 66% al total de la matriz energética primaria de esta potencia. La segunda fuente en importancia es el petróleo y otros líquidos, cuya participación está en el orden del 20%. El gas aporta con un 5%. Pese a los marcados esfuerzos del estado chino, las energías renovables aportan sólo con una porción minoritaria; destacándose la hidroeléctrica con un 7%, la energía nuclear con un 1% y otras renovables con un similar 1%.

 

La evolución de las fuentes energéticas primarias de China a lo largo de los últimos años confirma que el carbón viene siendo y será todavía por las próximas décadas adelante su principal fuente energética. Paralelamente se espera que este país se solide como en el principal importador de petróleo del mundo. Por primera vez, en abril de 2015 sus compras de crudo sobrepasaron a las de Estados Unidos.

 

Con todo, el Gobierno chino se impuso como meta llegar a un 15% de participación de energías renovables en su matriz, creciendo hasta un 20% hacia 2030. Apunta también a incrementar su consumo de gas para reemplazar el de carbón y petróleo, aminorando así su dependencia de ambos. De manera transversal, la eficiencia energética es el otro factor clave indicado por las autoridades chinas para paliar su situación energética futura y avanzar en los desafíos de sostenibilidad medioambiental.

 

Como resultado de su elevado consumo de carbón, China también es el país que lidera las emisiones de CO2 en el mundo, habiendo lanzado a la atmósfera 8.106 millones de toneladas métricas en 2012, de acuerdo a los datos de la Energy Information Agency. Esto ha motivado una serie de iniciativas para paliar esta amenaza al medioambiente; por ejemplo, recientemente se lanzaron una serie de incentivos fiscales para la producción de vehículos y naves que optimicen el uso de los combustibles y minimicen el impacto en la polución.

 

China consumió en 2012 un total de 105.882 cuadrillones de BTU’s y Estados Unidos 95.058; lo que equivale al 20,2% y 18,1% respectivamente del total mundial..”

 


CARBÓN EN CHINA

 

Los extensos recursos carboníferos de China le permiten a este país mantener al mismo como el principal combustible del país. Una situación bastante diferente a la de otras potencias. El gigante asiático ha sido el principal productor y consumidor de carbón del mundo desde principios de la década de 1980, su uso equivale al de la mitad del globo. Posee la tercera reserva mundial más grande de este recurso fósil, después de Estados Unidos y Rusia; representando aproximadamente un 13% del total disponible.

 

La producción de carbón aumentó en 4,4 mil millones de toneladas cortas entre 2012 y 2013, lo que equivale a una variación del 9%. Según lo informado por las autoridades chinas, la producción y el consumo disminuyeron casi un 3% en 2014. Esta sería la primera baja en la industria del carbón en los últimos catorce años. Estas cifras reflejan a la vez la desaceleración económica que vienen experimentando importantes sectores de la economía china, tales como el acero y el cemento.

 

De las treinta y cuatro subdivisiones territoriales chinas que componen el nivel provincial, veintiocho producen carbón, siendo las principales Shanxi, Shaanxi, Xinjiang y la región autónoma de Mongolia Interior. En estas regiones se concentra la actividad de la actividad extractiva en minas de propiedad estatal.

 

En el país se extrae carbón bituminoso, antracita, lignito y coque. Estos tipos de carbón se utilizan principalmente para generar electricidad, fundir el mineral de hierro y producir acero y como fuente térmica para otros fines. Gran parte de los recursos de carbón de vapor de China, utilizada para electricidad y calefacción, se encuentran en las regiones del centro norte y noroeste, en tanto que la antracita y el carbón de coque, de uso en la fundición de minerales y de mayor valor, se encuentran sobre todo en las zonas centrales y costeras.

 

PETRÓLEO

 

Según su número correspondiente a enero de 2015, el Oil & Gas Journal indica que China cuenta con 24,6 mil millones de barriles de reservas probadas de petróleo, presentando un incremento de 300 millones de barriles respecto a 2014. Es la cifra más alta de la región después de Rusia. La producción petrolera de este país es la cuarta más grande del mundo, presenta un incremento del 50% en las dos últimas décadas y sirve exclusivamente para atender su mercado interno. En 2014, China produjo cerca de 4,6 millones de barriles por día de petróleo (92%) y otros líquidos (8%). La Energy Information Agency maneja el pronóstico de que la producción crezca gradualmente a 5,1 millones de barriles diarios hacia 2020 y que llegue a 5,5 en 2030.

 

Sin embargo, el crecimiento de la producción no ha seguido el ritmo de crecimiento de la demanda durante este período y el país se ve viendo obligado a incrementar sus importaciones. Se estima que China consumió 10,7 millones de barriles diarios en 2014. A partir del primer trimestre de 2014 el coloso se convirtió en el mayor importador neto mundial de petróleo.

 

Las compañías chinas dominan el upstream y downstream petrolero. Las empresas estatales son básicamente tres: China National Petroleum Corporation, CNPC; China Petroleum and Chemical Corporation, Sinopec; y China National Offshore Oil Corporation, CNOOC. Además de estas, el gobierno ha otorgado a las operadoras internacionales un mayor acceso en áreas que presentan mayores desafíos tecnológicos tanto en la parte continental como mar adentro. En 2013 el país revisó su legislación con el objetivo de reflejar con mayor actualidad el efecto de los precios internacionales sobre la demanda doméstica.

 

El consumo de energía en China se concentra principalmente en el sector industrial”


 


GAS, EN SUBIDA

 

Siguiendo con los datos del Oil & Gas Journal, hacia enero de 2015 las reservas probadas de gas chinas estaban en el orden de los 164 trillones de pies cúbicos, 9 más de lo estimado a inicios de 2014, siendo las más altas de la región Asia-Pacífico. La producción, el consumo y las reservas de gas se han incrementado notoriamente durante la última década. El país más que triplicó su producción entre 2003 y 2013 hasta llegar a 4,1 trillones de pies cúbicos; el gobierno tiene el objetivo de llegar a los 6,5 en 2020, en la idea de reemplazar con esto el consumo de petróleo y carbón en su matriz energética.

 

De ese modo, el fin es obtener una participación del 10% de gas en su consumo total y así paliar los altos niveles de deterioro medioambiental que presenta el país. En los últimos años el consumo de este combustible se ha incrementado para la generación de electricidad y su uso en el transporte. Para cumplir las metas trazadas a futuro se espera que China continúe importando gas natural licuado desde países vecinos. Los otros dos grandes desafíos futuros son el establecimiento de una red interna de tubos para distribución y el aumento de su capacidad de almacenamiento.

 

China fue tradicionalmente un exportador de gas hasta 2007, cuando por primera vez pasó a ser un importador. En 2013, el 32% de este recurso utilizado en el país provino de otros países. Al igual que con el petróleo, las tres principales compañías chinas controlan el sector gasífero, compartiendo sus actividades con empresas internacionales en los proyectos que implican mayores desafíos tecnológicos.

 

ELECTRICIDAD, DUPLICADA

 

China es el más grande generador de electricidad del mundo, superando a Estados Unidos a partir de 2011. En 2013, la producción de energía eléctrica neta fue de 5.126 TWh, un 7,5% más que en 2012 de acuerdo a las estimaciones de la Energy Information Agency. La generación de electricidad se ha duplicado desde 2005, principalmente debido a la demanda económica e industrial.

 

En 2014 el sector creció sólo en un 4%, su nivel más bajo en la última década, debido fundamentalmente a la significativa desaceleración de la actividad en la industria pesada, sobre todo la del acero.

 

Hacia 2013 la capacidad instalada en China era de 1.260 GW. La matriz eléctrica estaba compuesta por carbón, con un 63%; hidroeléctrica, 22%; eólica, 6%; gas, 4%, petróleo, 2%; nuclear 1%; solar, 1%; biomasa y otros, 1%.

 

Se estima que la capacidad instalada en 2040 sea de 2.265 GW y que la misma continúe siendo impulsada principalmente por carbón, aunque con una cada vez mayor participación de renovables, principalmente energía hidráulica y nuclear.

 

A partir del desmantelamiento del monopolio de la State Power Corporation, en 2002, el sector eléctrico se reorganizó en compañías en que se separaba la generación, transmisión y distribución. Emergieron cinco grandes holdings estatales que controlan en la actualidad la actividad. Las mismas son: China Huaneng Group, China Datang Corporation, China Huadian Corporation, China Guodian Corporation y China Power Investment Corporation. Además de estas, también participan pequeñas empresas locales, usualmente en alianzas con subsidiarias privadas poseídas por los holdings estatales.

 

En el sector eléctrico se inscriben también los grandes desafíos futuros para las energías renovables. De acuerdo a lo indicado por la International Renewable Energy Agency, en 2013 China instaló más capacidad en energías alternativas que toda Europa y el resto de los países de la región Asia-Pacífico en conjunto. Hacia 2030 se estima que esta potencia consuma casi un cuarto de la energía mundial. Por lo tanto, lo que haga o deje de hacer será de la mayor relevancia para el futuro del medioambiente global.