La industria de los hidrocarburos no se detiene por situaciones coyunturales como el derrumbe de los precios del petróleo, dijo el presidente de la Asociación Regional de Empresas de Petróleo y Gas Natural en Latinoamérica y El Caribe (ARPEL), Benito Piñeira, en una entrevista con la revista ENERGÍA Bolivia.

Él considera que el estado actual de bajos precios del crudo implica importantes desafíos para el trabajo de la asociación, sin embargo, opina que junto con las crisis se generan nuevas oportunidades de mejora y al asegurar que el  precio del crudo está sujeto a una volatilidad significativa, recomienda tener en cuenta que la inversión en la industria de los hidrocarburos se observa desde el mediano y largo plazo, lo que implica que no se detiene por situaciones coyunturales.

En esta misma línea, María Jesús Blasco, directora de formación y aprendizaje de Repsol, dijo a este mismo medio, que dado que el consumo de petróleo sigue creciendo a nivel global, y los actuales campos de producción van pasando poco a poco a situación de madurez; produciéndose un declino de su producción, piensa que en el futuro las necesidades de crudo tendrán que ser satisfechas a través de campos con costes de producción superiores a los precios actuales del crudo; lo que supondrá que los precios de mercado tengan necesariamente que subir para que estos campos estén activos y sean rentables.

Ambos coinciden en que si en el corto plazo es difícil hacer proyecciones sobre el precio del crudo, la figura cambia en escenarios de largo plazo donde la situación se muestra altamente positiva, más allá de la actual coyuntura de precios que ha sufrido una drástica reducción desde los más de 110 $/bbl a inicios de 2015, con una recuperación que ha situado los precios en estos momentos en torno a los 60$/bbl.

Consultado Piñeiro sobre si esta crisis de los precios del petróleo podría derivar en una crisis financiera mundial, sostuvo que más allá de que algunas economías muy dependientes de la exportación de petróleo crudo se puedan ver afectadas por esta situación, la misma no generará una crisis financiera a nivel global.
"La caída de los precios en 2014 no se dio por un debilitamiento de la demanda global, debido a la recesión económica, como aconteció en 2008. Muy por el contrario, según el Banco Mundial el PBI global crece a un ritmo del 2% anual", dijo Piñeira a manera de contexto.

En relación a su lectura sobre América Latina, considera  que la brusca caída en el precio del petróleo, observada en los últimos 6 meses, está teniendo  efectos en los países exportadores de crudo; mientras que en los países importadores, opina que se está viendo un efecto positivo por la caída de la factura petrolera. En este último caso entrarían Uruguay, Chile y los países de América Central y el Caribe.

“Si bien este nuevo escenario de precios y su rápida variación genera ciertas incertidumbres en el mercado y el sector, se espera que los precios se estabilicen y tiendan al alza en el mediano plazo. Tenemos la certeza de que luego de un periodo de adaptación, la industria en la región se verá fortalecida y continuará su senda de crecimiento, abasteciendo la demanda de energía y brindando su aporte a las economías de América Latina y el Caribe”.

 En un énfasis especial dijo que se espera que la caída en los precios del petróleo y de sus derivados afecte al mercado de gas natural por varias vías, tanto directas como indirectas, haciendo tender sus precios a la baja, pero, sin esperarse una variación tan abrupta como la que se vio en los precios del petróleo; señalando, además, que las empresas podrán tomar las medidas de mitigación necesarias, lo cual amortiguará el efecto sobre dicha industria.

FUENTE: EL DÍA

AUTORA: Vesna Marinkovic