“No vamos a colapsar y estamos blindados”, dijo tajante, al comienzo de la entrevista, el viceministro para el Desarrollo del Sector y de la Industria Eléctrica, Freddy Brito, tras el largo y persistente período de sequía que se viene arrastrando desde 2014.

Pero Brito sin embargo es de la tesis de que lo que si no luce nada bien es 2016, un año que podría ser rudo debido a lo que se proyecta en materia climática.

“Nos estamos preparando para el año 2016, porque el impacto que va a tener la reducción en los niveles de precipitación, no se va a ver en el año 2015, sino el 2016, y eso hay que saberlo”, precisó a El Mundo Economía y Negocios.

El funcionario, insistió entre tanto, que la preocupación sobre el sistema y las medidas asumidas por el despacho eléctrico, son exclusivamente determinadas por los bemoles climáticos, y nada tienen que ver con problemas de operatividad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

Y es que el fenómeno del Niño, no es un tema que alguien pueda controlar, dice, y que pese ser relativamente moderado este año, ha hecho lo suyo.

“Tenemos un embalse que sufrió los embates del año pasado, de un año extremadamente seco, que ubicó los niveles del embalse (Guri) en unas cifras nada favorables, es decir que nosotros comenzamos el mes de enero de este año, o mejor dicho diciembre de 2014 en la cota 263 metros sobre el nivel del mar (msnm), cuando debimos estar, en condiciones normales históricas, cercanos a la cota 270 msnm”, precisó.

Brito señala que la falta de un invierno abundante en 2014, dio al traste con un buen inicio de año en materia de hidroeletricidad, obligándolos a enfrentar un comienzo de año con 6 metros por debajo de los niveles normales, de los eneros de cada año.

Pese al panorama, las medidas asumidas por el despacho eléctrico, han logrado mitigar los efectos. Brito reconoce que enfrentar una cota actual que gira en torno a 249,9 msnm, es más que un reto, es un acto de responsabilidad.

“El nivel es bajo, pero seguimos de acuerdo a lo que muestran las simulaciones que nosotros tenemos. O sea, el embalse sigue su ritmo normal dentro de lo que le impone el problema meteorológico, y de lo que se ha hecho”, dijo el funcionario.

Entre enero y febrero, la reducción del nivel de agua giraba en torno a 10 y 12 cms diarios, considerado dentro de parámetros normales, pero tras la optimización de las máquinas, el Guri solo disminuye en estos momentos su volumen a una velocidad de 7 y 9 cms por día, una reducción que permite respaldar al SEN.

También se optimizó la “reserva rodante” que no es más que la capacidad de generación que sirve para cubrir incrementos imprevistos de demanda y contingencias de generación o de transporte de energía.

Otra acción que se tomó fue la incorporación de más generación térmica. Brito señala que no solo se logró superar la capacidad de 2014 sino que se sobrepasó la meta que se tenía establecida para la meta en 500 megavatios (mw) para esta fecha. La disponibilidad, entonces, dice, se ubica en torno a 6.700 mw.

Sobre el resultado de la reciente medida de ahorro a propósito de las olas de calor, Brito, aunque no tenía disponibles los resultados, destacó que si con esa medida se logra un ahorro nacional de 10%, ello equivaldría a uno 1.800 mw en horas pico, lo que a su vez representaría a tres máquinas de las mayores en Guri.

La hidroelectricidad en occidente, sin embargo, no está aportando en los actuales momentos gran generación al sistema. El funcionario destaca que solo 400mw y en horas pico están siendo ofertados al SEN. Indica que la medida obedece al resguardo de los embalse que podrían colapsar.

El viceministro, reitera que “el sistema no va a colapsar”, pero reconoce que, sin duda, que estamos expuestos a los fenómenos climatológicos. “Los venezolanos deben saber que existe este problema e incluso que los sistemas más avanzados en materia de predicción, tampoco son tan exactos, porque el clima es un sistema muy dinámico”, concluyó.

Para Brito que es posible torear el vendaval, más aún respaldado por profesionales técnicos calificados, aseguró.