La exportación de madera en Bolivia se ha visto reducida en un 50%, afirmó Redmy Padilla, jefe nacional de Fiscalización y Control de la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT), en el marco de uno de los coloquios mensuales organizados por la revista ENERGÍABolivia. Esta afirmación, en un país donde nadie se sorprende de ver regularmente camiones con inmensas troncas, trasnportadas por grandes camiones, sin destino conocido, sin duda que es noticia.

 
Mayor noticia aún es que las causas para esta reducción estén en la proyección de industrializar la madera para no exportarla solamente como materia prima bruta, procurando enviar bienes ya procesados aunque según esta misma fuente, un tema pendiente para efectivizar esta medida es la captación de inversiones.

“Se prohibió la exportación de ciertas maderas, porque de aquí las estaban sacando casi en troncas. Con la maquinaria local solo sacaban la cáscara y eso se exportaba hacia China, Estados Unidos o Ecuador; lugares con mayor tecnología y donde aprovechan al máximo la madera. En este período, el fin del gobierno fue traer ese tipo de maquinarias, pero por las razones ya expuestas, eso no prosperó”, apuntó.

Martha Bernabet, docente de la la Universidad Nacional Ecológica y directora de la Fundación Conservación y Desarrollo Bolivia, también presente en dicho coloquio, indicó que Bolivia cuenta con seis áreas boscosas, pero que la gran actividad extractiva tiene lugar en la región amazónica. “Ahí están presentes 303 especies, de las cuales se utiliza menos de veinte”, apuntó.

Para los asistentes a dicho evento como Liliana Rodríguez, también directiva de la Universidad Nacional Ecológica, la cultura de trabajo del productor forestal es marcadamente “extractivista” por lo que primaría la satisfacción económica inmediata: producir, extraer y comercializar, dijo a tiempo de lamentar los pasivos ambientales que estaría dejando esta actividad en Bolivia, pese a contar con una normativa bien consolidada.

En este marco, las experiencias y reflexiones de los participantes en dicho coloquio dan cuenta de que el sector forestal es un sector crítico para la economía de Bolivia y para su Gobierno y que se trata de un sector conminado a realizar cambios importantes en el futuro próximo.

Según Bernabet, Bolivia cuenta con 53 millones de hectáreas de bosques, de las cuales 28 constituyen el área productiva. De todo este potencial, en el país solo seis millones de hectáreas se encuentrarían bajo manejo. “Sobre el resto, no sabemos qué es lo que pasa en cuanto a desmontes o explotación”, apuntó.

Por el momento, coexiste una exportación no reportada de madera y la inversión en el sector es escasa. Se sabe que los recursos forestales contribuyeron con un 2,5 por ciento al PIB de Bolivia en 1993 que llegó a 6.019 millones de dólares y los productos forestales manufacturados llegaron a ser el mayor sector de exportación del país en 1994, pero, sin duda que falta una gestión integral, permanente y más transparente al respecto.

FUENTE: EL DÍA

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UTORA: VESNA MARINKOVIC