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A Luis Fernando Rico, presidente de Isagén, le ha tocado mantenerse a la sombra en medio de un proceso que tiene dividido al país por cuenta de la empresa que lidera. Mientras el Gobierno quiere enajenar el 57,66% de las acciones que tiene en la energética, son varios los movimientos ciudadanos, senadores e incluso empleados de la misma empresa los que se oponen con contundencia.

Unos dicen que es la joya de la corona, otros que es un activo no tan productivo como las carreteras que se construirán con el dinero de su venta. Por eso, justo cuando el Consejo de Estado detuvo provisionalmente dicha transacción, El Espectador habló con Rico para preguntarle cuál es la realidad de la generadora.

- ¿Cómo cerró Isagén el primer trimestre?

Mejor de lo que se tenía presupuestado, tanto en operativo como de la utilidad neta. A nivel de ingresos operacionales se creció 26% con relación al mismo período de 2014, la utilidad operacional y el Ebitda crecieron un 33%. No fue así con la utilidad neta, que disminuyó, pero la razón de que unos fueran tan buenos y no los otros se debe fundamentalmente a la reforma tributaria.

- ¿Cuánto les pegó?

El impuesto a la riqueza como la sobretasa al CREE tuvieron un impacto fuerte, y con un impuesto diferido fueron unos $50.000 millones que afectaron el resultado neto. Pero el balance es positivo.

- La venta de Isagén siempre estuvo a la expectativa de la entrada en marcha de Hidrosogamoso. Ahora que ya funciona, ¿qué cambió?

Completamos en mayo cinco meses de operación, la energía que genera ha cumplido con las expectativas. Representa el 25% de la generación de Isagén y gracias a Hidrosogamoso es que los resultados operativos fueron tan buenos.

- Usted había dicho que cuando entrara en operación sería la segunda generadora del país.

Ahora somos el segundo generador en capacidad instalada después de EPM, que tiene 3.300 megavatios. Nosotros sumamos 3.032 megavatios. Hoy existen cinco grandes en el mercado: EPM, Isagén, Engesa, Celsia y Gecelca. Afortunadamente con la entrada de Hidrosogamoso y con los proyectos que se están construyendo el mercado tiene una oferta de energía que puede cubrir hasta los primeros años de la década siguiente, 2021 o 2022, y eso es un parte de tranquilidad para el país.

- ¿Isagén está al 100% de su capacidad instalada?

Se están utilizando todas las centrales, incluso con la central térmica Termocentro ha estado prácticamente a plena carga. Utilizamos toda nuestra capacidad con las siete centrales con las que se cuenta.

- ¿Quiénes son accionistas de Isagén?

El Gobierno, que tiene el 57%; le sigue EPM, con el 13%, entre ellos dos está el 70%. El otro 30% restantes está así: los fondos de pensiones, entre todos, tienen entre el 12 y 14% de la propiedad y el otro 14% está compuesto por unos 28.000 accionistas que participaron en el proceso de democratización. Parte de ellos son también fondos extranjeros que han ingresado en el tiempo y suman el orden de un 5 o 6,5%.

- ¿En qué va el proyecto eólico?

Prácticamente listo, se ha actualizado la licencia ambiental y también desde el punto de vista técnico está listo; sin embargo, La Guajira tiene unas limitaciones de evacuación de energía, no hay la suficiente transmisión para enviarla hacia el interior y ese es el problema en el que estamos.

- ¿Cuándo quedaría solucionado?

Hay varias alternativas. La UPME, dentro de su plan de expansión de generación que acabó de emitir, está planeado un refuerzo de la transmisión en el área de La Guajira que permitiría evacuar la del proyecto nuestro como de otros eólicos que trabajan distintos generadores. Pero eso es un plan de expansión que toma varios años. Hay otras posibilidades de reforzar la que hoy existe y podría en corto tiempo, en seis meses, estar solucionado.

- ¿Y la geotermia en qué va?

Tenemos ese sueño de poder instalar la primera central que cuente con esa tecnología, que tiene la firmeza de la generación térmica. El combustible es un reservorio y sería importante y competitiva en el mercado colombiano. El proyecto está en trámite de licencia ambiental para la exploración y luego explotación. Los tiempos dependen de la autoridad ambiental y de la ejecución de las perforaciones. 

- ¿En dónde sería?

En Villa María, Caldas. Otro en la frontera con Ecuador. En ese estamos en los estudios. Pero son etapas tempranas. El más adelantado es el del Macizo del Ruiz.

- ¿Qué pasó con la internacionalización de Isagén?

No logramos la adquisición de unos activos que nos interesen. Nos hemos puesto como objetivo activos de energías renovables, porque queremos contribuir en la mitigación del cambio climático. Participamos en varios procesos, pero no hemos logrado concretar un negocio específico. Seguimos mirando posibilidades.

- ¿Hay un monto específico para esa inversión?

Mientras estuvimos construyendo Hidrosogamoso utilizamos casi la totalidad de la capacidad financiera de la empresa, estábamos un poco limitados. En el segundo semestre de este año se producirán unos flujos de caja que nos van a dar la posibilidad de inversiones importantes. No hay una cifra específica, pero dentro de los objetivos que nos hemos puesto, está el adquirir una central hidroeléctrica del orden de 100 o 150 megavatios, tendríamos la suficiente capacidad financiera para una operación de ese tipo. 

FUENTE: AMERICA ECONOMÍA