Su actividad está más concentrada en la parte de explotación y desarrollo de hidrocarburos y esa actividad no ha sufrido contratiempos en comparación a la actividad exploratoria. ###

¿Qué pasa en Bolivia con las empresas de servicios petroleros?

 

Su actividad está más concentrada en la parte de explotación y desarrollo de hidrocarburos y esa actividad no ha sufrido contratiempos en comparación a la actividad exploratoria. Por lo tanto no habría por qué preocuparse, dice Ricardo Michel mientras algunas de estas empresas hablan de presiones de las operadoras para bajar costos y YPFB asegura que está haciendo inversiones significativas en exploración.

 

  Vesna Marinkovic U.

 

 

La situación de gran parte de las empresas de servicios petroleros en Bolivia no ha sufrido alteraciones con el derrumbe de los precios del petróleo. Su actividad está concentrada en la parte de explotación y desarrollo de hidrocarburos y esa actividad no ha sufrido contratiempos en comparación a la actividad exploratoria que no está muy activa por varias razones.

 

Una de ella y acaso la más importante se debería a que tradicionalmente en Bolivia quien ha invertido en exploración ha sido el Estado y no así las compañías petroleras del exterior puesto que ellas no están básicamente interesadas en abastecer el mercado interno boliviano. A ellas les interesa invertir para exportar el hidrocarburo, dice Ricardo Michel, ex gerente general de YPFB.

 

Considera que dadas las actuales circunstancias de precios bajos del petróleo, las compañías petroleras mantienen una postura más rezagada aún en materia de inversión y actividad exploratoria, especialmente en países gasíferos como Bolivia, acotando que gran parte de ellas, como por ejemplo la Shell, están más interesadas en petróleo que en gas.

 

REZAGO EXPLORATORIO

 

En ese marco, considera que hay un “rezago exploratorio importante” en Bolivia dado que solamente YPFB, a través de sus empresas subsidiarias, estaría invirtiendo en este tipo de actividades lo que no querría decir que es lo suficiente para encarar un proceso significativo de certificación de nuevas reservas de gas para cumplir con el mercado interno y los compromisos de exportación a Brasil y Argentina.

 

“Pero, las empresas de servicios no tienen que preocuparse porque tienen bastante trabajo en la parte de explotación que es una actividad que no se ha paralizado ni siquiera en la actual coyuntura de precios bajos del petróleo”, anotó Michel.

 

Dijo que “si la actividad exploratoria baja, bajan sus servicios, pero ellas no sólo están en tareas de exploración sino y fundamentalmente están concentradas en el desarrollo de campos y ahí ellas prestan todo tipo de servicios, no están ganando por la exploración, por tanto no tiene por qué cundir pánico al interior de las mismas”.

 

DE SAN ALBERTO Y MARGARITA

 

En esta línea remarcó el rol que habría desempeñado el Estado en cubrir las necesidades del mercado interno y recordó que tanto San Alberto como Margarita; que al momento sostienen la demanda interna y externa con exportaciones a Brasil y Argentina, fueron campos descubiertos precisamente por YPFB, la única empresa que en su criterio puede correr los riesgos que la empresa privada no estaría en condiciones de hacerlo.

 

¿Qué hubiese pasado si YPFB no descubría San Alberto? ¿Cuál de las empresas privadas hubiese asumido el riesgo exploratorio de perforar varias estructuras posibles de contener hidrocarburos, en forma permanente a lo largo de diez o más años y perforar cinco o siete pozos anualmente?, pregunta Michel para responderse que: “la historia reciente nos contesta que ninguna hubiese corrido ese riesgo, aún cuando se les hubiese elevado su porcentaje de participación”.

 

“Como descargo del país, diremos que desde 1997 hasta el 2006, ninguna empresa privada realizó prospección petrolera básica que incremente el potencial petrolero, sólo realizaron perforación exploratoria en los bloques contratados y ya estudiados por YPFB, a pesar de que tenían una participación del 80% de sus ingresos que cubrían ampliamente inversiones de riesgo para la prospección petrolera”, agrega.

 

 

En este escenario y si bien Michel reivindica para el Estado la actividad exploratoria de Bolivia, no deja de señalar que el país sigue necesitando de la prospección básica, sugiriendo que YPFB asuma estas tareas a través de la puesta en marcha de la Gerencia de Exploración y Explotación y disponga desarrollar completamente los megacampos existentes en el país: San Alberto, Sábalo, Margarita, Itaú, Huacaya, y Aquio.

 

Desde la vereda del frente, el vicepresidente de Operaciones y Contratos de YPFB Corporación, Luis Carlos Sánchez afirma que si bien hay más inversión en actividades de explotación y desarrollo, porque estas no implican tanto riesgo como las actividades de exploración, rechaza que en Bolivia no haya inversión en exploración.

 

Asegura que YPFB ha programado una inversión del orden de $us 5100 MM para 86 proyectos en 63 áreas de exploración y que se trata de actividades repartidas entre el Estado y la empresa privada representada con empresas como BG, Gazprom, Total & IPE, Petrobras y Pluspetrol, además de las subsidiarias de la estatal petrolera. En este marco, se tendría una inversión de 51% para exploración y 49% para proyectos de operación.

 

Y si persisten algunos problemas de relacionamiento entre el Estado y las empresas asentadas en Bolivia, estos tendrían su origen principalmente en el hecho de que aun persiguen la tuición sobre los recursos naturales, para cotizarlos en la Bolsa de Valores, según Sánchez.

 

En esta línea, se debería entender que pese al derrumbe de los precios del crudo, la actividad de los hidrocarburos en Bolivia continuará apostando por nuevas reservas que le permitan mantener su posición de abastecedor confiable de gas, principalmente al Brasil y Argentina. Por el momento, autoridades del sector coinciden en señalar que la industria ha aprendido a enfrentar situaciones de crisis y que en lo que respecta a YPFB esta coyuntura no la ha “desconcentrado” y que más bien hay una política agresiva de reclutamiento de personal.

 

REDUCCIÓN DE COSTOS

 

Pero también hay otras lecturas sobre esta situación cuando el pánico parece cundir en el sector más importante de la agenda económica planetaria; algunas empresas bolivianas de servicios sostienen que las empresas operadoras les están pidiendo reducción de costos incluso en proyectos previamente concertados y que ellas están obligadas, a su turno, a realizar ajustes.

 

Si bien el tamaño y las proyecciones de las empresas de servicios bolivianas no alcanzan a compararse con las dimensiones de empresas extranjeras de servicios como Schlumberger y otras de ese corte, estas no habrían dejado de ser parte de la cadena constitutiva del negocio de los hidrocarburos.

 

En Bolivia, como seguramente en el resto de la región, no se verá este año ni el tiempo que vaya a durar esta crisis ocasionada por el derrumbe de los precios del crudo, procesos de fusiones ni adjudicaciones entre empresas de servicios al sector, como ha sido el caso Halliburton-Baker, pero algunos analistas consideran que no dejaran de tener presiones mientras no se manifieste una tendencia a la alta en los precios del petróleo.

 

75 POR CIENTO

de las empresas proveedoras de servicios petroleros son bolivianas