Vaca Muerta se mantiene como una esperanza para el reflote de Argentina en materia de explotación y comercialización de gas en la región, después de que pasara de exportadora a importadora de este combustible, desde el mercado boliviano. ###

Perfil energético de Argentina

 

La caída en los precios del petróleo ha afectado las proyecciones y expectativas iniciales a favor de la explotacion de gas no convencional en este vecino país, sin embargo, no está dicha la última palabra.

 

Pablo Javier Deheza

El sector energético argentino viene de tener un largo proceso inicial de estabilidad en las políticas del sector, organizadas bajo la idea central de que Yacimientos Petrolíferos Fiscales, YPF, era el núcleo de las operaciones llevadas a cabo en el país. Esto se rompió a partir de 1989 con el proceso de privatización de varias empresas estatales y hasta el día de hoy todavía se viven los efectos de ese suceso.

 

Entre 1989 y 1992 la empresa estatal YPF fue privatizada, en pleno auge de los gobiernos neoliberales que ocuparon la región. Hacia 1993 sólo un 20%

 

del paquete accionario de la empresa quedaba en manos del Estado argentino. Para 1998, el sector privado ya poseía tres cuartas partes del total. En esas circunstancias se produjo la venta del 14,99% de las acciones estatales de YPF a Repsol. Mediante esta transacción la operadora española pasó a ser la octava productora petrolera del mundo.

 

En 2012, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó su iniciativa para que el Estado argentino recupere el control de YPF. El proyecto de ley “De la soberanía hidrocarburífera de la República Argentina”, del 16 de abril de ese año, planteó la re estatización de la empresa, bajo el argumento de que los privados no invirtieron lo suficiente y que desde que fue adquirida por Repsol en 1998 las reservas del país cayeron en un 54% en petróleo y un 97% en gas. Se expropió el 51% del paquete accionario, del cual un 49% pasó a los gobiernos provinciales y el 51% restante al Estado Nacional.

 

MATRIZ ENERGÉTICA

 

El Cuadro 1 muestra la composición de la matriz energética argentina en 2003 y 2011. El dato relevante es que los hidrocarburos constituyen por mucho el principal componente de la actividad energética del vecino país.

 

PETRÓLEO DECRECIENTE

 

Argentina cuenta con 19 cuencas sedimentarias identificadas, la mayoría sobre el continente Al presente sólo cinco están en producción: Noroeste, Cuyana, Neuquina, Golfo de San Jorge y Austral o de Magallanes.

 

 

En los últimos años la producción de crudo en Argentina tiene un ritmo decreciente, tal como se muestra en el Cuadro 2.

 

Hacia 2014 la producción de petróleo en Argentina está distribuida entre las empresas de la siguiente manera: YPF abarca el 40% del total; PAE el 18%; Pluspetrol el 7%; Sinopec el 6%; Petrobras el 5%; Chevron el 4%; Tecpetrol el 4%; y otras empresas el restante 16%.

 

Las exportaciones de petróleo de Argentina vienen cayendo sostenidamente y en contrapartida crecen sus importaciones. En 2009 el país no requirió importar crudo y exportó un total de 6.608.447 M3. Hacia 2013, según información de la Secretaría de Energía de la Nación Argentina, se importaron 421.240 M3 de petróleo y las exportaciones cayeron a un 2.283.526 M3.

 

EL GAS ARGENTINO

 

El gas argentino sigue la misma trayectoria evolutiva que la del petróleo en los últimos años. La tendencia refleja una producción decreciente e importaciones que vienen aumentando. Para el año 2009 el país exportó 884.383 MM3 de gas e importó 2.672.526 MM3. En 2013 las exportaciones llegron a 87.337 MM3 y las importaciones crecieron a 11.809.593 MM3, siempre según datos de la Secretaría de Energía de la Nación Argentina. La información sobre la producción de gas en Argentina se sintetiza en el cuadro 3.

 

Argentina cuenta con cuatro grandes parques eólicos en funcionamiento: Rawson, en Chubut, con una capacidad instalada de 77 MW; Loma Blanca, en Chubut, con 51 MW; Arauco, en La Rioja, con 50MW; y Diadema, en Chubut, con 6,3 MW...”

 

La producción de gas por empresas en Argentina está distribuida de la siguiente manera hacia 2014: Total Austral participa con el 29%; YPF, 28%; PAE, 11%; Petrobras, 8%; Apache, 3%; Pluspetrol, 3%; Tecpetrol, 3%; y el 15% restante queda en manos de otras diversas empresas.

 

LOS SHALES

 

Vaca Muerta es una formación de petróleo de esquistos bituminosos también conocidos como shale oil y shale gas, situada en la cuenca de Neuquén. Gracias a la misma, Argentina ocupa el cuarto lugar en el mundo entre las mayores reservas de este tipo de recursos. En febrero de 2012 la estatal argentina estimó las reservas totales en el orden de los 22.500 millones de barriles equivalentes a petróleo. Entretanto, su potencial para la obtención de gas o shale gas fue estimado en 802 TCF, a finales de 2014.

 

En 2013 llegó Chevron para iniciar esfuerzos de exploración y explotación de gas no convencional. A principios de 2015 se sumó la empresa china Sinopec. Al presente, los bajos precios del crudo convencional constituyen un importante desincentivo para el desarrollo de Vaca Muerta.

 

 

Por el momento, expertos argentinos como Luis Bertenasco, opinan que “se justifica apostar al gas no convencional el cual son solo sumar tres países, ofrece recurso por algo mas de Argentina 802, Brasil 167 TCF), las posibilidades del conjunto Argentina mayores reservas convencional.

 

HIDROENERGÍA Y RENOVABLES

 

La participación de hidroenergía y otras fuentes renovables escasa en la matriz energética de Argentina, en comparación con otros países de la región.

 

Las principales centrales hidroeléctricas argentinas en funcionamiento son Yacyretá, sobre el río Paraná y en conjunto con Paraguay, que tiene capacidad instalada de 3200 MW; Salto Grande, sobre el río Uruguay y en conjunto país del mismo nombre una capacidad de 1.890 MW; Piedra del Águila, sobre el río Limy en la región del Comahue, con una potencia de 1.400 MW; El Chocón, sobre los saltos del río Limay, con una potencia de 1.328 MW; Alicurá, sobre el río Limay en la región del Comahue, con una potencia de 1.050 MW. Según datos del Organismo Regulador de Seguridad de Presas, además de las señaladas, están en operación otras cuarenta y ocho sobre cursos de ríos y ocho sobre canales de riego.

 

Argentina cuenta con cuatro grandes parques eóliticos en funcionamiento: Rawson, en Chubut, con una capacidad ins talada de 77 MW; Loma Blanca, en Chubut, con 51 MW; Arau co, en La Rioja, con 50MW; y Diadema, en Chubut, con 6,3 MW. Están en construcción los parques eólicos Malaspina en Chubut, y El Jume, en Santiago del Estero.

 

Se espera que entre ambos se amplíe la capacidad instalada con 60 MW adicionales. Asi mismo, cuenta con el parque solar Cañada Honda, el más grande del país, con un total de 84 hectáreas. Al cierre de 2014, produjo en la gestión 13,5 MW.

 

ENERGÍA NUCLEAR

 

Argentina cuenta con dos centrales nucleares: Atucha y Embalse. La primera se desarrolló en dos fases. Atucha I fue construida a partir de 1968 y entró en operación en 1974. Atucha II estuvo paralizada por décadas, siendo retomada su construcción en 2007 y entrando en operaciones a capacidad completa a partir de febrero de 2015. Atucha I genera 350 MW y Atucha II 745 MW.

 

Embalse es la otra central nuclear argentina. Comenzó a ser proyectada en la década de 1960 y entró en operaciones finalmente en 1984. Cuenta con una capacidad instalada de 648 MW. Aquí también se produce cobalto 60, material de aplicación en la medicina y la industria.

 

En 2015 la presidenta Cristina Fernández anunció la firma de un convenio con China para ampliar dos reactores más, uno en Atucha y otro en Embalse, ratificando su tradición en la generación de energía núclear en América del Sur.

 

.Entretanto, su potencial para la obtención de gas o shale gas fue estimado en 802 TCF, a finales de 2014”.