Tras el derrumbe ocurrido en una mina de oro a cielo abierto en la localidad de Teoponte y que dejó el saldo de siete muertos, el ministro de Minería y Metalurgia, César Navarro, a nombre del Gobierno, expresó ayer su solidaridad con las familias de las víctimas. Además, planteó la necesidad de que las cooperativas mineras constituyan un seguro a corto plazo.
"Estamos esperando un último reporte del Viceministerio de Cooperativas sobre este hecho. Claro que prestaremos toda la colaboración que sea necesaria porque estamos hablando de vidas humanas y familias”, dijo la autoridad gubernamental.
El pasado viernes, el desprendimiento de una parte del cerro en una de las minas auríferas de la localidad de Teoponte en el norte paceño ocasionó la muerte de siete cooperativistas que fueron velados en sus comunidades. Otro número indeterminado de personas, con heridas graves, fue trasladado a diferentes hospitales locales y de la sede del Gobierno.
Según relatos que los lugareños realizaron, el desprendimiento de tierra se produjo en horas de la mañana luego de que los barranquilleros (extractores de oro) realizaran trabajos en la base del promontorio, situación que desestabilizó el terreno.
A tiempo de lamentar el infortunio, Navarro añadió que las autoridades tienen la obligación moral y material de prestar toda la colaboración necesaria a las familias de las siete víctimas fatales y de los heridos. La atención médica de los afectados será la prioridad.
La autoridad consideró y planteó que las cooperativas mineras que trabajan en estos sectores deben constituir un "seguro de corto plazo” para garantizar que los trabajadores que rescatan oro tengan atención en este tipo de accidentes. "Muchos de los barranquilleros no cuentan con recursos para cubrir estos imprevistos”, dijo.
Según datos de la Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas (Ferreco), de las 1.100 cooperativas legalmente constituidas que trabajan en Bolivia, al menos mil se encuentran en el norte de La Paz.
FUENTE: PAGINA SIETE