COLUMNA TEMAS

¿Somos un país patético?

2020-06-12 00:43:54 / EL DÍA

¿Desaparecer al hombre en aras del progreso?

2020-05-13 20:06:15 / EL DÍA

El ser humano, una triste paradoja

2020-04-27 13:59:08 / EL DÍA


Ver más notas

La junta de accionistas de la canadiense Talisman Energy se reúne hoy para avanzar con el penúltimo paso que llevará a Repsol a hacerse con el control del grupo. “Se prevé un apoyo mayoritario”, según fuentes de la propia petrolera. Para su aprobación es necesario contar con el apoyo de dos tercios de los accionistas (un 66 por ciento). Algunos analistas estiman que podría llegar a adherirse hasta más del 90 por ciento de los accionistas, como ya apuntó el presidente de Repsol, Antonio Brufau




 

El accionariado de la petrolera canadiense está compuesto por diversos fondos, así como por el empresario Carl Icahn, que controla un 7,34 por ciento. Entre los institucionales que mayor porcentaje ostentan y tendrán que dar el visto bueno la operación destacan el fondo Templeton (13,34 por ciento) o Franklin (3,62 por ciento), entre otros muchos.

La semana pasada, el grupo canadiense presentó resultados del año anterior, en el que consiguió reducir sus pérdidas un 22 por ciento, hasta los 813 millones de dólares.
Su presidente, Hal Kvisle, anunció que la adquisición se cerrará a lo largo del segundo trimestre de este año.

Tras recibir el visto bueno de los accionistas, la operación necesitará un par de autorizaciones relevantes. La primera de ellas, tendría que venir de Investment Canadá, un organismo dependiente de la administración canadiense que vela que no desaparezcan las empresas canadienses y sus inversiones. En este sentido, no se prevén grandes sorpresas, ya que la caída del precio del petróleo y las fuertes inversiones que Talisman había abordado durante los últimos años le puesto en una situación financiera muy complicada.
Ante ese organismo, Repsol ya ha presentado un amplio informe con documentación para avalar la adquisición. También falta desde el punto de vista administrativo otro permiso de la Unión Europea.
Repsol pagará 8 dólares por acción, lo que supone un desembolso en efectivo de 8.300 millones de dólares (7.323,96 millones de euros). Además, asumirá una deuda neta de 4.700 millones de dólares (4.147,27 millones de euros), con lo que el valor de la transacción ascenderá a 12.900 millones de dólares (11.382 millones de euros).
Tras la adquisición, la petrolera española casi duplicará la producción, al incrementarla de 386.000 a 680.000 barriles de petróleo al día. Para Repsol, una de las ventajas de esta compra es que mejora la diversificación geográfica en upstream (exploración). Hasta el año pasado, esa división representaba el 38% del negocio del grupo y pasará a tener un peso del 58%. Pero lo más importante es que la cartera de pozos a explotar en Norteamérica pasa del 30% actual al 50%. Mientras que Latinoamérica disminuye del 50% al 22%.
Con la compra, Repsol tendrá presencia en 50 países y sumará más de 27.000 empleados. Entre las zonas nuevas que se incorporan destacan yacimientos en el sudeste asiático, Kurdistán o Colombia.








FUENTE: ENERGIA16